Transportes valora incluir descuentos para grupos socioeconómicos específicos en el futuro Billete Único para el transporte público

El nuevo billete único de transporte público para toda España que el Ministerio de Transportes quiere tener listo para el año próximo podría incluir descuentos para grupos específicos. La opción, al menos, va a ser estudiada por Ineco, la empresa de ingeniería pública a la que el departamento que dirige Óscar Puente ha encargado el diseño del nuevo título de transporte.

El Portal de Contratación Pública recoge, con fecha del pasado 26 de diciembre, el encargo del Ministerio de Transportes a Ineco, a través de una encomienda de gestión, de las actuaciones de apoyo técnico a la Secretaría General de Movilidad Sostenible para la definición de un programa de fomento del transporte público a través del proyecto de desarrollo de un billete único nacional viable, que permita su implementación a fecha 1 de enero de 2026.

El pliego del contrato, cuyo valor asciende a casi un millón de euros, asegura que la integración de títulos y tarifas de transporte es el elemento más destacado del Billete Único. Además, añade que el desarrollo del proyecto del billete único y su implantación prevista en enero de 2026, "requiere un elevado volumen de recursos humanos y materiales, de los que actualmente no dispone la Secretaría General de Movilidad Sostenible". Por ello, añade, se hace necesario encargar a Ineco los servicios de apoyo a la gestión para las tareas del ámbito tecnológico, jurídico, operativo-financiero y otras transversales complementarias para el billete único.

Entre las subtareas del ámbito operativo-financiero que recoge el contrato se detalla que Ineco elaborará un estudio de movilidad interurbana y una estimación de ratios de captación y generación de demanda inducida y añade que "se tendrán en consideración las variables sociodemográficas para evaluar posibles descuentos a grupos específicos".

Otras tareas

En el ámbito tecnológico, Ineco analizará el grado de implantación y nivel tecnológico de los sistemas de ticketing a nivel nacional. Además, analizará el soporte de validación, los tipos de sistemas existentes (ABT, monedero, entre otros) y el sistema de transporte de aplicación (carretera, tranvía, tren, metro, etc). Igualmente, realizará un análisis del porcentaje de sistemas o regiones compatibles con la especificación del Billete Único, las posibilidades de implantación de cada sistema viable (Tarjeta, NFC y QR) con respecto al estándar seleccionado y un análisis de la propuesta de solución para la integración en el billete único de los servicios de transporte que requieren reserva de plaza, así como de los puntos críticos para la implantación tecnológica.

En el aspecto jurídico, la compañía de ingeniería abordará entre otras cuestiones una hoja de ruta con los principales hitos y requerimientos para poder llevar a cabo la modificación de los contratos existentes tanto entre la Administración General del Estado y Renfe, así como con las empresas operadoras de transporte por carretera. También incluirá un estudio jurídico pormenorizado sobre la posibilidad de comercialización y recaudación por parte de las autoridades u operadores adheridos al billete único.

En los últimos años, el Gobierno ha promovido subvenciones al transporte público para combatir los efectos de la crisis de inflación generada primero por la salida en tromba de la economía mundial tras la pandemia del coronavirus y por la invasión rusa de Ucrania después. Sin embargo, según aseguró hace unos días el ministro de Transportes, Óscar Puente, superada esta crisis, el Gobierno considera que ha llegado el momento de poner el acento y los recursos para mejorar la calidad del transporte público porque, en su opinión, es la forma de potenciarlo y atraer viajeros. "La diferencia debe ser la calidad, la puntualidad, las frecuencias, el confort... y eso se consigue poniendo los recursos en esa dirección", explicó Puente.

Para ello, Transportes considera al billete único clave. Este título ya está implantado en algunos países como Alemania, donde por 58 euros al mes se puede viajar por todos los medios de transporte, exceptuando la alta velocidad.