Trabajo
Yolanda Díaz y los sindicatos plantearán elevar el SMI a 1.200 euros en dos años
Su objetivo es alcanzar el 60% del salario medio esta legislatura, hasta un mínimo de 1.277 euros al mes. La patronal plantea una subida del 6%
en dos años, para situar el SMI en 1.145 euros en 2025
Alcanzar un nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) que no pierda poder adquisitivo para los más de dos millones de trabajadores que no están amparados por la negociación colectiva será el primer objetivo que quiere cumplir Yolanda Díaz en su segunda legislatura al frente del Ministerio de Trabajo. Para ello, ha citado el próximo jueves a sindicatos y empresarios para sentarse en una nueva mesa de diálogo social para fijar el SMI de 2024.
Durante su discurso de investidura, Díaz aseguró que pretendía que esta nueva andadura estuviera marcada por el diálogo para llegar a acuerdos con ambas partes y, por eso, «negociará hasta el último momento con los agentes sociales la subida del SMI», aunque no esté obligada a ello, explicaron fuentes ministeriales, ya que el Estatuto de los Trabajadores solo obliga a tener una relación consultiva en cuanto a la subida del SMI, al tener el Gobierno tiene la prerrogativa de elevarlo de forma unilateral.
En la pasada legislatura, Díaz ya decidió elevarlo hasta los 1.080 euros mensuales en catorce pagas sólo con el apoyo de los sindicatos, ante la negativa de CEOE y Cepyme a ratificar ese incremento, aduciendo que contribuiría a «aumentar los costes laborales y la presión sobre los márgenes de las empresas», y llevarían a éstas a «un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo» y por el exponencial incremento de los costes laborales.
En esta ocasión, la titular de Trabajo y los sindicatos volverán a ir de la mano en la búsqueda de «la mayor subida posible para los trabajadores con el sueldo más bajo», aseguraron las mismas fuentes, que pese a no dar pistas sobre el porcentaje que pondrán sobre la mesa, éste estará por encima del 3,8%, como ya adelantó la propia Díaz la semana pasada.
Por su parte, UGT y CCOO abogan por no centrar la negociación únicamente sobre el IPC general, sino que debería hacerse sobre la «propia evolución de los precios de los productos básicos» de la cesta de la compra para determinar su incremento. Según este baremo, la subida tendría que situarse cerca del 9.5% que marcó la inflación de noviembre en el dato adelantado por el INE. Por eso no han querido marcar ninguna frontera previa antes de la negociación y no han ofrecido cifra de partida.
Lo que tienen claro los sindicatos es la meta a lograr: que el SMI alcance los 1.200 euros al mes en el corto plazo, lo que implicaría un incremento superior al 11% sobre la cuantía actual. Aunque saben que lograr ahora mismo esa cifra se atisba imposible en un escenario de ralentización económica, saben que cuentan con el soporte ministerial, que también tiene esa cifra como objetivo y que, según fuentes gubernamentales, ambas partes habrían planteado alcanzarla durante los dos próximos años y situar el salario mínimo cerca del 60% del salario medio, como rubricaron PSOE y Sumar en su pacto de Gobierno, y que equivaldría a unos 1.277 euros mensuales. Ese sería el propósito a cumplir al final de la legislatura.
La patronal ya advierte que su margen de negociación se haya muy limitado, presionado por el ajuste de márgenes, la subida de costes y de las cotizaciones. Por ello, plantean un impulso del SMI del 6% en dos años, un 3% en 2024, hasta los 1.112,4 euros al mes, y otro 3% para 2025, lo que situaría el sueldo mensual en 1.145,77 euros. Así, aumentaría en 32,4 euros el próximo año y en 33,37 euros al siguiente. En ambos casos, sería aplicable la cláusula de garantía prevista para estos ejercicios en el V acuerdo de la negociación colectiva firmado con los sindicatos en el AENC.
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