Política

Sánchez se lleva a sus 22 ministros de “retiro” al “rancho de Aznar”

Tras el ajetreo político de la semana, el presidente ha invitado al Ejecutivo en pleno a una finca propiedad del Gobierno

Del ajetreo sin descanso de una agenda oficial cargada de actos en Barcelona, al relax del fin de semana en la finca toledana de Quintos de Mora. El presidente del Gobierno ha invitado este sábado a sus 22 vicepresidentes y ministros a compartir unas horas de retiro y convivencia en este paraje de los Montes de Toledo propiedad del Estado, que fue bautizado en 2001 por la entonces consejera de Seguridad Nacional de George Bush, Condoleeza Rice, como «el rancho de Aznar». Aquella visita de Bush hijo movilizó un espectacular dispositivo de seguridad que desplegó a 150 agentes del FBI y la CIA y a un centenar de policías españoles. Nada que ver con la presencia mucho más discreta, este fin de semana, de efectivos de la Guardia Civil y del servicio de seguridad de Pedro Sánchez para proteger al anfitrión y a sus 22 huéspedes.

Muchos de los invitados de Sánchez este fin de semana ya conocen esta finca de casi 7.000 hectáreas ubicada en el término municipal de Los Yébenes, en el corazón de los Montes de Toledo, un espacio protegido por el organismo autónomo Parques Nacionales, hoy dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Fue en agosto de 2018, sólo dos meses después de la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy, cuando Sánchez congregó en este paraje a sus entonces 17 ministros para participar en una «jornada de trabajo» (así la bautizó el propio Sánchez) y preparar el ya inminente arranque del curso político. La foto oficial de entonces (sólo se permitió el acceso a reporteros gráficos) retrató a una comitiva sonriente y distendida, encabezada por un Sánchez enfundado en unos pantalones vaqueros y flanqueado por un sonriente Josep Borrell y por su ‘número dos’ de entonces y de ahora, Carmen Calvo.

«Estrechar relaciones»

El encuentro de este fin de semana llega cuando se cumple un mes de la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, y su objetivo es aumentar la confianza y el conocimiento mutuos entre los vicepresidentes y ministros, ya que muchos de ellos ni siquiera se conocen personalmente, más allá de las reuniones semanales del Consejo de Ministros, según apuntan fuentes cercanas a La Moncloa, que hablan de «estrechar relaciones». Además se da la circunstancia de que cinco de los miembros del Ejecutivo pertenecen a un partido distinto del PSOE con lo que el ambiente distendido contribuirá a acercar posturas con los ministros de Unidas Podemos.

Está previsto que Sánchez viaje a Quintos de Mora en helicóptero, mientras que los 22 miembros del Gobierno lo harán por carretera desde Madrid. La posibilidad de que el anfitrión y sus huéspedes pasen la noche del sábado en la finca nunca ha estado sobre la mesa, no sólo por los problemas de seguridad y de logística que ese escenario plantea, sino también porque la finca no dispone de habitaciones y aposentos suficientes para que pueda pernoctar tan numeroso séquito. La reunión empezará sobre las 9.30 de la mañana y concluirá sobre las 19.00 horas.

Al tratarse de un encuentro informal no hay una agenda cerrada, aunque se da por hecho que el conflicto catalán y la reunión que Sánchez mantuvo el jueves en Barcelona con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, acapararán en buena medida la atención de los convocados. Las fuentes consultadas sostienen que en la jornada matinal se hablará del calendario legislativo de este trimestre y del actual contexto económico, mientras que después de la comida se abordarán los grandes objetivos del Gobierno para toda la legislatura, desde el crecimiento económico a la igualdad, pasando por la cohesión territorial y la justicia social. Está confirmada la presencia del ministro de Universidades, Manuel Castells, recién reincorporado a su despacho tras un viaje privado de 10 días a Estados Unidos.

El alcalde de Los Yébenes, Jesús Pérez Martín, lamentaba ayer que nadie le haya informado del retiro. «Lo único que sé es a través de los medios de comunicación. Y no me enteraré de que han llegado hasta que vea por aquí a las patrullas de la Guardia Civil», afirmaba. Siempre ocurre así. Nadie informó al alcalde de la última visita del propio Sánchez, la pasada Nochebuena, para cenar en familia con su esposa y sus hijas; y, de paso, para tratar de desconectar por unas horas de las frenéticas negociaciones con Unidas Podemos para formar el primer Gobierno de coalición de la democracia, y con ERC para asegurarse la investidura como presidente.

La finca de Quintos de Mora, apenas a dos horas de Madrid por carretera, fue vendida por el rey Fernando III en 1246 al pueblo de Toledo, y desde 1942 es propiedad del Estado. Siempre ha servido para el mismo fin: un paraje para el descanso ocasional del presidente del Gobierno de turno y su familia, y un lugar de encuentro para agasajar a dirigentes políticos de medio mundo. Su visitante más asiduo ha sido José María Aznar, que recibió aquí a mandatarios como George Bush, Tony Blair o Benjamín Netanyahu. Pero no ha sido el único. José Luis Rodríguez Zapatero se reunió allí en 2007 con el entonces presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Y Mariano Rajoy, recién designado a dedo a finales de 2003 por el propio Aznar para liderar el PP y ser candidato a las elecciones, compartió una jornada con su entonces mentor para preparar su desembarco en el partido.