Política
De Meer: «No esperábamos que fuera un secuestro, nos rodearon»
Vox en territorio hostil. Los proetarras acosan y amenazan a los de Abascal y agreden a una diputada
La tierra vasca de Santiago Abascal se ha convertido en un territorio hostil para Vox. Movimientos antifascistas y grupos proetarras han vuelto a emular la violencia callejera de los años 90 con pintadas amenazantes o dianas que sentencian. Su objetivo: boicotear los actos del partido con la amenaza y el miedo.
El municipio vizcaíno de Sestao vivió el viernes una batalla campal con lluvia de piedras, botellas y botes de humo. Los radicales, muchos sin mascarilla, se habían organizado para rodear la plaza e impedir el mitin de Abascal. El dispositivo de la Ertzaintza no logró frenar la turba de radicales, algunos de ellos sin mascarilla, y una piedra agredió a la diputada de Vox, Rocío de Meer. «Estoy bien, el milagro fue que no sucediera nada más», destaca De Meer.
Recuerda que nada más llegar ya les estaban esperando. «Estábamos rodeados, no podíamos salir de la plaza», mientras les lanzaban todo tipo de objetos. «Todo el mundo estaba manchado de huevo». Primero una piedra dio en el cuello a un militante que estaba a su lado y «justo después me cayó una a mí»; fue una vecina del municipio quien le dijo: «¡Estás sangrando!».
Una especie de techado que había en el acto donde Abascal lanzó su mensaje de campaña, a pesar de los insultos y pitidos que intentaban silenciarlo, fue lo que repelió la mayoría de objetos. «Fue un horror, sobre todo por la gente que vive en ese barrio, que nos han votado y no pueden ir al mitin porque se juegan el tipo», destaca la diputada de Vox.
Asegura que el partido no fue a provocar, como han querido justificar partidos como el PNV. «No hay ninguna intención de provocar sino de representar a todas esas personas que piensan y votan diferente y que tienen derecho a hacerlo sin jugarse la vida». «No esperábamos que eso fuera un secuestro, nos rodearan».
«La culpa la tiene quien alienta ese clima de odio y totalitarismo contra Vox. Es la tiranía del odio».
De Meer seguirá haciendo campaña y asegura: «No tengo ningún miedo, no hay que tenerlo porque es lo que quieren. Vale la pena hacer un ejercicio de valentía por esas 300 personas que están amordazadas»; a los que considera los verdaderos «valientes» del municipio que tienen allí sus negocios, llevan a sus hijos a las guarderías y hacen su vida y «se juegan todo frente a la tiranía del odio». También en Sestao agredieron a la candidata de Vox, Nerea Alzola, en los pasados comicios y Ortega Smith fue increpado en el mitin de precampaña en San Sebastián la semana pasada.
Pero Abascal no les tiene miedo. Suele decir que no le amedrentaron cuando mataban y tampoco lo harán ahora. Por ello respondió a los abertzales fumándose un puro y culpó de lo ocurrido al PNV por permitir ese acto de hostigamiento y denunciará a la consejera de Interior.
Vox siguió ayer su campaña vasca con un mitin en Irún porque lo ocurrido, no cambiará sus planes y lo harán «sin miedo a nada ni a nadie» y estarán presentes en los municipios «que consideremos importantes». El partido promovió antes de la campaña un manifiesto por unas elecciones en libertad, aunque, por ahora no tuvo adhesiones.
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