"Caso Kitchen"
El juez suspende la declaración del exjefe de Asuntos Internos sobre el espionaje a Bárcenas
Su abogado se quejó de la imposibilidad de preparar su defensa al no disponer del informe policial sobre los vínculos de Martín Blas con la supuesta operación
El juez del “caso Kitchen”, Manuel García Castellón, ha suspendido la declaración prevista para mañana en calidad de imputado del exjefe de la unidad de Asuntos Internos de la Policía Marcelino Martín Blas, quien estaba citado para ser interrogado en relación a la supuesta operación policial de espionaje a Luis Bárcenas en 2013 por parte del departamento que dirigía.
Así lo ha acordado el magistrado hoy mismo -en una resolución a la que ha tenido acceso LA RAZÓN- a petición de la defensa de Martín Blas, que se había quejado de que no se le ha notificado aún un informe de Asuntos Internos del pasado octubre que indaga en los posibles vínculos del comisario en la “operación Kitchen”. Se trata de la segunda vez en los últimos dos meses que se suspende la comparecencia de Martín Blas, que ya fue citado el pasado 24 de noviembre. Por ahora, el instructor no ha señalado aún una nueva fecha para interrogarle.
En el escrito remitido al juez por el abogado de Martín Blas se pone de relieve que la citación de su cliente tenía precisamente que ver tanto con “las posibles vigilancias en los domicilios del señor Bárcenas” como en relación con “ciertos archivos adjuntos al oficio de la Unidad de Asuntos internos de 28 de Octubre de 2020”.
Pero se queja de que, tras suspenderse la anterior comparecencia, ha acudido a la Audiencia Nacional varias veces con el objetivo de obtener una copia de ese informe. La última -asegura-, el pasado lunes, cuando según explica en el juzgado de García Castellón no se le facilitó ese documento “para que no se filtre a la prensa”, emplazándole a que se incorporaría a la nube (almacenamiento digital donde se notifican todos los escritos del procedimiento) ayer mismo.
“Sin embargo, a pesar de lo anterior resulta que a día de hoy no está a disposición de las partes el mencionado informe”, denuncia, teniéndose que contentar con una supuesta copia que ha llegado a sus manos “extraprocesalmente”.
Esa carencia vulnera, según el letrado Antonio Alberca, su derecho de defensa, “pues no se nos da procesalmente y con tiempo suficiente” traslado del informe “sobre el que va a ser interrogado el investigado, de tal forma que no tenemos la certeza de que ese informe que hemos recibido por vía extraprocesal sea el autentico”. Además, añade, al no tener a su disposición tampoco toda la documentación anexa a ese informe “no se tiene conocimiento suficiente acerca de los hechos objeto de la investigación” dado que el mismo, recalca, “es una mera relación de documentación e indicios en los que solo ocasionalmente se transcribe un párrafo o se hace una mera descripción”.
“Falsa denuncia” de Villarejo
Por ejemplo, asegura, se menciona “una falsa denuncia del sr. Villarejo (como todas las suyas)” de enero de 2015 “en la que se refleja solo una parte de la misma relativa a que Marcelino Martín Blas hubiese cedido a otros órganos del Estado datos relativos a la identidad del cocinero” (apodo con el que se referían al chófer de Bárcenas, que fue captado como confidente para llevar a cabo la operación).
Del mismo modo, se queja de que solo se transcribe “un extracto del testimonio” de la agente que admitió haber participado en los seguimientos a los Bárcenas en el verano de 2013 y que señaló al entonces jefe de la unidad de Seguimientos de Asuntos Internos, Jesús Vicente Galán (imputado a consecuencia de ese testimonio), pero “no se nos da traslado de la declaración completa” ni de las transcripciones telefónicas reseñadas en el informe.
La defensa de Martín Blas argumentaba que en esas condiciones le resultaba imposible preparar “con tiempo suficiente” la defensa del exresponsable policial, por lo que solicitó la suspensión de la declaración hasta que se le traslade el citado informe y sus anexos, “o al menos de los documentos sobre los que pueda ser interrogado” su cliente.
En su declaración ante el juez, Galán negó que recibiera la orden de espiar a Bárcenas y que participara en esos seguimientos, desmintiendo lo que afirmó su subordinada y aseguró que Martín Blas únicamente le ordenó identificar un Citroën C-4 negro localizado en un área del barrio de Salamanca próxima al domicilio de los Bárcenas y al taller de restauración de Rosalía Iglesias. Tras comprobar que se trataba de un vehículo policial de Información y ponerlo en conocimiento de su superior, la operación (que desvinculó de cualquier espionaje al extesorero del PP) se canceló.
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