Tribunales

“Caso Máster”: La Fiscalía mantiene la petición de tres años y tres meses de cárcel para Cifuentes

Tres alumnos del mismo máster reconocen que lo obtuvieron también sin realizar la defensa del TFM y dos ellos sin ni siquiera hacer tampoco el trabajo.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes a su llegada a la Audiencia de Madrid
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes a su llegada a la Audiencia de MadridMariscalEFE

La Fiscalía mantuvo hoy la petición de tres años y tres meses de cárcel para la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes como presunta inductora de la falsificación del acta de su Máster en la Universidad Rey Juan Carlos. La misma pena reclama para la exasesora de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid María Teresa Feito, mientras que para la profesora Cecilia Rosado reclama 21 meses de prisión, al apreciar atenuante muy cualificada por confesión al reconocer la falsificación del acta del TFM de Cifuentes. Las defensas de Cifuentes y Feito pidieron la absolución, mientras que la de Rosado pidió una condena máxima de nueve meses de cárcel. El juicio concluirá el próximo viernes, día 5, con los informes definitivos de las partes, aunque el tribunal ha dejado abierta la puerta para que se pueda adelantar un día.

Antes de que comenzaran las declaraciones de varios testigos, la defensa de Cifuentes, ejercida por José Antonio Choclán, renunció a la prueba aportada el día que comenzó el juicio, en relación a una cita extraída de su agenda electrónica de cuando era delegada de Gobierno en Madrid en 2012, después de que el tribunal de la Audiencia de Madrid le haya exigido que solo se admitiría esa prueba si entrega el contenido completo del pendrive.

En cuanto a las testigos que declararon hoy, fueron especialmente relevantes los testimonios de tres alumnos matriculados en el mismo máster que Cristina Cifuentes, quienes admitieron que también obtuvieron el título sin realizar los trabajos fin de máster correspondientes, ni, por lo tanto, defensa alguno de ellos. A pesar de ello, no tuvieron problema alguno en ser evaluados con muy buenas notas y lograr el título de máster. Incluso, uno de ellos, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos aseguró que gracias a ese máster pudo realizar posteriormente la tesis doctoral y que la universidad no le pidió nunca devolviese el título que le abrió las puertas al doctorado.

Sobresaliente sin defensa

La primera alumna en declarar fue Coral del Mar Carvajal, quien refrendó lo que ha expresó duranta la instrucción: nunca hizo ni defendió su TFM, ya que el profesor Álvarez Conde le dijo que no era necesario realizar esos trámites, ya que durante el curso presentó varios trabajos. De hecho, aseguró que cuando insistió al catedrático fallecido en realizarlo, le contestó con un elocuente que “era una pesada” y que no era necesario. Con todo ello, se le calificó con un 9.

Posteriormente, le tocó el turno de testificar a José Ignacio Sanz Cerezuela, quién sí aseguró que finalizó el máster e hizo el correspondiente TFM, pero que tampoco lo defendió. “¿Defendió el TFM ante el tribunal de evaluación?” le preguntó una de las defensas, y su respuesta fue lacónica: “No”. La defensa volvió a insistir: “En el acta del TFM aparece un tribunal compuesto por Clara Souto, Enrique Álvarez-Conde y Laura Nuño. ¿Tuvo constancia de que realizara -el tribunal- algún tipo de evaluación sobre su TFM?”. La respuesta fue también significativa: “La constancia que tuve fue la recepción de la certificación de que había aprobado” el máster. Su acta de evaluación también contendría la firma falsa de una profesora.

El tercero de los alumnos en declarar fue Ricardo Medina, que también cuenta con el máster superado en el mismo año, ero que ni lo hizo el TFM ni, por lo tanto, lo defendió. De hecho, manifestó que dejó de ir a clases por motivos personales y no realizó los trabajos correspondientes. Sin embargo, sí existe un acta de defensa del TFM calificada con notable.

Creyó a Álvarez-Conde “a pie puntillas”

Previamente a los alumnos declaró Laura Nuño, quien figuraba como directora del Instituto de Derecho Público de la URJC, que era quien impartía en el que se matriculó Cifuentes, aunque en realidad el director era Álvarez-Conde. En su comparecencia ante el tribunal, destacó que en ningún caso firmó las actas de convalidación de tres alumnos, entre ellos Cifuentes, en las que aparece su rúbrica, ni autorizó a nadie para ello. Sobre la de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, aseguró que se enteró cuando saltó la noticia a los medios de comunicación, pero que, en un principio, “creía a pie puntillas de que todo estaba bien” porque así se lo manifestó el fallecido Álvarez-Conde. Sin embargo, empezó a desconfiar y presentó su dimisión.

Sí reconoció que su firma aparece en tres actas de calificación porque sí formaba parte del tribunal al realizar suplencias a otras profesoras, en los que tampoco consta que hubiese defensa alguna de los TFM, aunque lo justificó en que las alumnas afectadas “tenían dispendias” para ello.

El Ministerio Público considera a Cifuentes como la presunta inductora de la falsificación de un acta “a sabiendas” de que acreditaba una defensa de Trabajo de Fin de Máster (TFM) “que jamás se produjo” y que exhibió en varios medios y redes sociales “para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse”.

Hay que recordar, que la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes declaró en la Audiencia Provincial de Madrid que no conserva “los papeles” de los trabajos que realizó Máster en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC), y que “probablemente” los destruyó, dado que “no tenía ningún interés” en guardarlos, al igual que no guardó ningún trabajo de su etapa académica. Además, aseguró que se le permitió matricularse fuera de plazo.

En cuanto al Trabajo de Fin de Máster también señaló que el mismo no lo ha “encontrado”, pese a que lo buscó y guardó una copia. “Quizá tenga que ver con el hecho de que mi vida como delegada -del Gobierno- era muy complicada. Tuve dos mudanza de edificios y cinco mudanzas de despachos, para que se haga idea de esos traslados y me he mudado a dos domicilios más pequeños.... No tengo esos papeles. Probablemente los destruí cuando obtuve las calificaciones”, recalcó al respecto Cifuentes.

Sobre la defensa del mismo, indicó que se produjo el 2 de junio de 2014 y que ese acto se realizó en un despacho y de “manera informal” ante “dos o tres personas” a las que no conocía y también desconocía si formaban o no el tribunal. “Realmente yo no defiendo mi trabajo: yo entrego el trabajo y lo explico en línea generales. Me sorprendo porque fue un acto muy informal”