Caja B
El ex tesorero manipuló facturas para pagar menos por las obras de Génova
El ex tesorero del PP reconoció al fiscal que incluyó a Mariano Rajoy en un documento de la Caja B porque se lo pidió Álvaro Lapuerta, que quería presionar al presidente
El fiscal de Anticorrupción Antonio Romeral, quien acusa a Luis Bárcenas de pagar más de un millón de euros en dinero negro para sufragar las obras de remodelación de las obras de la sede del Partido Popular, mostró ayer facturas que el ex tesorero reconoció haber manipulado. LA RAZÓN ha tenido acceso a varios de estos documentos, que permitieron al PP ahorrarse el 8% del coste total de las obras además del IVA del dinero negro, según confesó Bárcenas en su declaración en el juicio de la Caja B.
El ex tesorero del PP relató, a preguntas del fiscal Romeral, que la decisión de pagar con dinero opaco la remodelación de la sede del partido partió del entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, y de él mismo, que era gerente: «Le dijimos [al dueño de la empresa Unifica Gonzalo] Urquijo que para hacer la obra tenía que aceptarlo», dijo Bárcenas en la Audiencia Nacional.
En concreto, el ex senador por Cantabria reconoció haber realizado los pagos que se reflejan en los denominados «papeles de Bárcenas». Que son en total cinco abonos de 184.000, 195.000, 258.000, 235.000 y 200.000 euros, respectivamente; lo que supone un total de 1.072.000 euros. Por el contrario, rechazó haber entregado otra cantidad que no aparezca en su contabilidad manuscrita.
“Anticipo a cuenta”
El primero de estos abonos en negro se produjo, según relató Bárcenas, en el momento en el que desde la empresa Unifica reclamaron «un anticipo a cuenta». Esta petición viene reflejada en un correo electrónico desvelado este lunes por LA RAZÓN: «En esa conversación, la primera vez que hablamos, se les plantea que nos interesa que una parte se pague en B y no en A», completó el extesorero.
En su interrogatorio, el fiscal mostró dos facturas de la empresa, por 261.000 euros. Una con IVA y otra sin ella. Según Bárcenas, esta era una de las fórmulas que el PP utilizaba para realizar las entregas de fondos opacos: primero pagaban con un cheque bancario a la empresa Unifica, que después devolvía una cantidad «menor». La diferencia entre el pago y la devolución se saldada con el dinero de la Caja B, apuntó el ex tesorero.
El fiscal Romeral también logró que Bárcenas reconociera la manipulación de otro documento. En concreto, un certificado de obra de noviembre de 2006 en el que se incluía al final del mismo un párrafo en el que empresario Gonzalo Urquijo aseguraba que el Partido Popular no adeudaba «ningún pago de la obra de referencia», y que esta formación política había realizado «la totalidad» de los abonos. Bárcenas, quien aseguró que era consciente de los efectos fiscales de su actuación irregular, reconoció haber dictado al dueño de la empresa los conceptos que tenía que incluir en las facturas.
“El 40% en negro”
Al ser preguntado por un correo electrónico en el que un empleado de Unifica adjuntaba «una factura correspondiente al 60% de la certificación», el ex tesorero del PP concluyó que si no había una factura por el resto del dinero, «el 40% se pagó en ‘B».
Otros documentos, que también exhibió el fiscal Romeral a Bárcenas, ponen de manifiesto cómo el PP y la empresa Unifica llegaron a elaborar hasta dos facturas por un mismo trabajo, con una diferencia de 200.000 euros: «Páez firmó el de verdad y el de mentira lo firmé yo, con una diferencia de 200.000 euros», confesó también el ex senador, quién defendió en todo momento al que fuera su número dos en la Tesorería del PP, Cristóbal Páez.
«Él no toma la decisión de pagar en ‘B’. Sí tiene conocimiento de que hay ciertos pagos que se realizan en metálico, no por transferencia, y que no se anotan en la contabilidad. Pero no lo sabe hasta 2009 cuando yo le doy las carpetas. Aunque tenía que imaginarse que si había un presupuesto inicial y que al final se cambiaba la certificación y la factura era inferior, con algo se le estaría compensando», completó el ex senador, quien defendió que Cristóbal Páez «estaba pendiente de la obra, pero en los temas económicos no intervino nunca».
Presionar a Rajoy
Pero las facturas y los recibí no fueron los únicos documentos que Bárcenas reconoció haber manipulado. También modificó una hoja de los «papeles de Bárcenas» para que el tesorero, Álvaro Lapuerta, se lo entregara a Mariano Rajoy. Así cambió el nombre del dueño de Unifica por las iniciales «G.U.», «para que no figurase el señor Urquijo en un papel que podría lanzar por ahí». Pero también incluyó el nombre del presidente del PP, «ya que Lapuerta quería que se viese retratado, que figurara en las entregas» de la Caja B de ese año, completó.
Al ser preguntado de nuevo por el fiscal Romeral por qué había tratado de incluir a Rajoy «de manera forzada» en la contabilidad manuscrita, Bárcenas justificó el cambio porque Lapuerta se lo pidió tras tener un problema con el presidente: «Quería tener una conversación con Rajoy. Yo le intenté hacer ver lo improcedente de utilizarlo como elemento de presión», se defendió el ex senador del PP por Cantabria en la declaración.
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