Gobierno

Sánchez ve “inaceptable” que Marruecos reconozca que “atacó y asaltó las fronteras” españolas por “desavenencias” sobre el Sáhara

El presidente del Gobierno pide “transitar” con los indultos “de un mal pasado hacia un futuro mejor”. “El mayor coste es dejar la situación enquistada”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido hoy en el marco de la XIII Cumbre Hispano-Polaca, que se ha celebrado en Alcalá de Henares (Madrid) y en la que se ha reunido con el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, y ha firmado seis acuerdos de colaboración entre ambos países. Sánchez ha comparecido en compañía de su homólogo polaco en rueda de prensa, donde se ha pronunciado sobre las dos cuestiones que están marcando la agenda del Ejecutivo en las últimas semanas: la crisis diplomática y migratoria con Marruecos y la concesión de los indultos. Sobre esta última cuestión, el presidente del Gobierno ha recuperado parte de su discurso de investidura, de hace un año y medio, en el que se comprometió a “retomar la vía política, tras años de desencuentro y judicialización”.

Para el Ejecutivo esto supone transitar la senda del “diálogo, la negociación y el pacto, dentro de los márgenes de la Constitución”. En este sentido, Sánchez ha querido volver a “recomenzar”, volver a ese punto “en el que ambas partes nos dejamos de escuchar y de entender las razones del otro para llegar a un acuerdo”. Sánchez ha reconocido que la resolución de esta “crisis larvada” no va a ser “inmediata”, pero que va a requerir de “empatía, paciencia y generosidad”.

Es en este punto donde operan los indultos, una decisión que el Gobierno abordará “siempre en conciencia y no pensando en los afectados”, esto es, en los líderes del “procés” en prisión, “sino pensando en los catalanes y en el resto de país que queremos vivir en convivencia. conciliación y concordia”. “Quieren vivir en paz y superar el desgarro que se produjo en 2017″, ha asegurado. En este sentido, Sánchez ha avanzado que la medida de gracia será “una decisión que nos permita transitar de un mal pasado, que no enorgullece a nadie de quienes ocupaban las instituciones en ese momento -no solo en la Generalitat-, hacia un futuro mejor”, ha señalado.

“El coste es dejar la situación enquistada”

Respecto a una posición inmovilista por el coste político que en el PSOE asumen que tendrá la medida, el presidente del Gobierno ha reseñado que “ayudar a resolver los problemas no supone un coste”. “El coste es dejar la situación enquistada, como está”, ha zanjado. Sin embargo, el presidente no ha querido referirse a fechas, se espera una resolución rápida -a lo sumo en un mes o mes y medio-, y ha pedido dejar trabajar al Ministerio de Justicia, que tiene que elaborar los expedientes, que “tienen que armarse y trabajarse bien” y que deberán elevarse posteriormente al Consejo de Ministros para tomar su decisión.

En paralelo a los indultos, también está pendiente la rebaja del delito de sedición en la reforma del Código Penal. Una modificación que Sánchez recuperó hace casi un año, pero que no acaba de materializarse. ”España en 2017 aprendió una lección, vimos cuán desacoplado estaba nuestro Código Penal en esos delitos respecto a otros códigos penales europeos”, ha asegurado el presidente, que mantiene su “voluntad de actualizar esos delitos en nuestro Código Penal y homologarlos a los de los países más avanzados”.

Otra de las cuestiones que debe fijarse en la agenda es la “mesa de diálogo” con Cataluña. “Primero una reunión en el Palacio de La Moncloa como corresponde y luego ya habrá tiempo de reunirnos no una, sino mil veces”, ha asegurado el jefe del Ejecutivo, en alusión a que da prioridad a recibir en solitario a Pere Aragonés como nuevo president de la Generalitat, que a reunir el foro bilateral.

“Inaceptable” actuación de Marruecos

La grave crisis sufrida con Marruecos hace dos semanas sigue coleando, después de que el ministro de Exteriores del país haya asegurado hoy que da por rota la “confianza mutua” con España. En este punto, Sánchez ha considerado “inaceptable” e “inadmisible” que Rabat reconozca “que se atacan las fronteras españolas, que se abren para que entren 10.000 inmigrantes por desavenencias en política exterior”. El presidente ha querido “trasladar una actitud constructiva a Marruecos, pero recordando que la vecindad se tiene que cimentar en el respeto y la confianza y no se construye si se dice que no se respetan las fronteras y se permite la entrada masiva de inmigrantes por discrepancias en política exterior”, relativas a la soberanía del Sáhara.

Sánchez se ha vuelto a manifestar en los mismos términos que lo hizo en Bruselas, donde aseguró que “España concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista estratégico y no hay mejor ni mayor aliado que España para Marruecos, porque para muchas de sus demandas España es un interlocutor privilegiado”.