Consejo Europeo

Sánchez avisa a Marruecos que España es «su mejor aliado» en la UE

El Gobierno agradece la respuesta “contundente” de Bruselas, pero no valora pedir ayuda suplementaria

A pesar de que las relaciones entre España y Marruecos no se encuentran en su mejor momento y de que la presión directa de las autoridades comunitarias parece haber sido clave para que Rabat volviera a controlar los flujos migratorios, el Gobierno de Pedro Sánchez quiere que España siga siendo el mediador privilegiado entre el reino alauí y Bruselas.

A su entrada a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez entregó una rama de olivo a las autoridades marroquíes. " (hay que) recordar siempre a Marruecos que no hay ni mejor ni mayor aliado dentro de la Unión Europea que España para defender intereses estratégicos tan importantes para Marruecos y tan necesarios también para la Unión Europea”, expuso ayer el presidente tras agradecer el apoyo de la semana pasada por parte de la plana mayor de las autoridades europeas ante la crisis vivida en Ceuta.

Fuentes diplomáticas reconocen que ha llegado la hora del apaciguamiento y de tender puentes. El Gobierno de Pedro Sánchez no es partidario de entrar “en una espiral de acción reacción que no conduce a nada” y creen que aunque el órdago marroquí puede recordar a la situación vivida con Turquía en marzo de 2020 -cuándo Ankara chantajeó a la UE con avalanchas descontroladas de inmigrantes- Marruecos sigue siendo un socio más predecible que el país de Recep Tayyip Erdogan.

Por eso, aunque España valora el apoyo de la cúpula comunitaria, quiere seguir conservando la interlocución directa con Rabat con las menores interferencias posibles.

Fuentes diplomáticas califican las intervenciones de la semana pasado por parte de Bruselas como “quirúrgicas” y no contemplan que España vaya a pedir ayuda suplementaria, como por ejemplo, la intervención de Frontex ( la guardia costera europea) o la visita de las autoridades europeas a la fronteras de Ceuta y Melilla.

“La relación de España con Marruecos es estratégica. Nosotros queremos tener una relación lo más constructiva posible pero se tiene fundamentar sobre dos ejes primordiales. El primero: la confianza, el segundo: el respeto. Y en este caso el respeto a las fronteras de Europa y las fronteras españolas de Ceuta y de Melilla para con el país marroquí”, aseguró también ayer Sánchez.

Unas palabras apaciguadoras que contrastan con las declaraciones del máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, que en una entrevista en Onda Cero recordó ayer que los fondos que recibe Marruecos por parte de la UE ( el segundo mayor receptor por detrás de Ankara en el control de los flujos migratorios) están sujetos a que el reino alaui cumpla su parte. “Hay algunas ayudas que están condicionadas por los comportamientos de los países”, aseguró el político español

Fuentes diplomáticas reconocen que lo sucedido en Ceuta la semana pasada ha acrecentado el apoyo a la necesidad de controlar las fronteras exteriores y llegar a acuerdos con terceros países, dos puntos clave del nuevo paquete migratorio presentado por la Comisión Europea. A pesar de esto, desde hace meses no se han registrado avances en las negociaciones ya que los países del sur siguen considerando que la propuesta del Ejecutivo comunitario les sigue pidiendo demasiados esfuerzos en el control de los movimientos secundarios a los países del norte de Europa.

Ante el aumento de llegadas en los últimos meses del año, el primer ministro italiano Mario Draghi llegó ayer a la cumbre de Bruselas con el propósito de pedir al resto de los socios acelerar el mecanismo europeo de reparto de migrantes.