Canarias

Analizan el móvil de Tomás Gimeno para tratar de encontrar nuevas rutas para localizarle

El nuevo registro en la casa en la que acabó con la vida de Anna y Olivia no encontró rastro de los fármacos con los que las habría sedado

Un hombre observa cómo el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' parte del puerto de Santa Cruz de Tenerife, a 14 de junio de 2021
Un hombre observa cómo el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' parte del puerto de Santa Cruz de Tenerife, a 14 de junio de 2021Europa PressEuropa Press

El buque Ángeles Alvariño sigue trabajando sin descanso, buscando en el fondo marino algún resto o pista que les lleve hasta el cuerpo de Tomás Gimeno, que acabó con la vida de sus hijas Anna y Olivia el pasado 27 de abril y las arrojó al mar. 40 días después del crimen fue localizado el cuerpo de Olivia, de 6 años, en una bolsa de deporte lastrada. En realidad había dos bolsas pero la otra estaba rajada y vacía. Los investigadores consideran que el cuerpo de Anna no llegó al fondo por lo que encontrarlo se hace una tarea imposible.

Por ello, se han centrado en tratar de encontrar los restos de Tomás Gimeno, que podría haberse quitado la vida y lanzado al mar, pero hasta ahora todos los esfuerzos han sido inútiles. Por ello, barajan la posibilidad de que Gimeno apagara el móvil y se desplazara a otro lugar para suicidarse. En esta línea, han hecho un nuevo estudio de la señalización del teléfono para tratar de determinar alguna ruta alternativa donde buscar. En eso se han centrado en los últimos días, en los que el barco se alejó de la zona en la que el teléfono fue localizado por última vez. Una posibilidad era que las corrientes marinas hubieran podido mover el cuerpo, por lo que se desplazaron a unas 5 millas del lugar en el que se perdió la señal para seguir buscando.

Gimeno realizó varias llamadas antes de quitarse la vida y la hipótesis que barajan es que se lanzara al mar, con un cinturón de pesos para lastrarlo al fondo y con su teléfono móvil. Después de rastrear varias zonas cercanas, ahora realizarán un nuevo análisis del teléfono para tratar de ver si se les ha escapado algo.

De forma paralela, los investigadores tratan de conseguir que la investigación en el mar prosiga tras la pronta retirada del Ángeles Alvariño. La madre de las niñas, Beatriz Zimmermann ha recibido el ofrecimiento de dos empresas para continuar con los trabajos. Una de las alternativas es el submarino Piscis VI, de propiedad privada y con capacidad para operar a una profundidad de 2.000 metros.

Así lo ha confirmado el presidente del Cabildo de Tenerife, Antonio Morales, que indicó que una posibilidad es el uso de un submarino tripulado. Mientras tanto, el Instituto Español de Oceanografía y Ministerio de Ciencia e Innovación trabajan con la Guardia Civil para ver qué medios son necesarios para continuar con la búsqueda cuando el buque Ángeles Alvariño abandone definitivamente la zona.

Sexto registro en la casa de Tomás

Dentro de la investigación judicial, en la que la juez estima que Tomás Gimeno mató a las niñas en su casa después de suministrarles una fuerte dosis de fármacos, varios agentes de la Guardia Civil regresaron a la casa de Igueste de Candelaria para realizar un sexto registro en busca de algún rastro de medicamento o de alguna pista que apoyara la tesis de la magistrada. Pero no lograron encontrar nada. Habrá que esperar a los resultados definitivos de la autopsia para determinar realmente la causa de la muerte. En un primer análisis, el forense determinó que Olivia murió de un edema pulmonar agudo, pero no pudo certificar si fue la causa real de la muerte. Un edema pulmonar se puede producir por muchos factores, entre ellos, un infarto.

La lucha de Beatriz Zimmermann

Mientras tanto Beatriz Zimmermann sigue sacando fuerzas para luchar por lograr que la investigación continúe y poder encontrar los cuerpos de Anna y Tomás para poder cerrar el caso y descansar. Beatriz necesita poder pasar página, saber que su ex pareja, el monstruo que acabó con la vida de sus hijas no va a volver. Por ello lucha cada día. Y siempre tiene un hueco para agradecer a todos los esfuerzos que están haciendo. Su generosidad no tiene límites.

Desde su cuenta de Twitter han pedido de nuevo ayuda para obrar otro milagro como el de de encontrar a Olivia.

El pasado sábado, escribió una emotiva carta de agradecimiento a la Guardia civil y a los tripulantes del Ángeles Alvariño.

Quería ir al barco a agradecer toda la labor que están haciendo, pero me dijeron que era peligroso y por lo que les escribo una carta. Junto al magnifico trabajo de la Guardia Civil han hecho que la verdad salga a la luz. Por muy devastadora y cruel que fueraGracias a ustedes (cuando digo ustedes a la Guardia Civil también claro), puedo sentir a mis niñas conmigo, de otra manera, pero las puedo sentir a mi lado”.

Beatriz sabía desde los primeros días que algo no iba bien: “Ya sentía algo muy especial una semana después de que pasara esto... sumida en un dolor profundo pero sentía paz, como si estuvieran conmigo y bien. Pensaba que a veces sentía esa paz por tanta gente rezando y enviando amor, protección, que de alguna manera yo la sentía. Eran las niñas también que están conmigo, pero yo no creía creer eso porque quería encontrarlas”.

Pero al encontrar el cuerpo de Olivia todo cambió: “Gracias a ustedes puedo vivir y poco a poco sumida en la tristeza, pero en la paz y en el amor de saber que sabemos la verdad. No sólo yo, todo el mundo que también lo está sufriendo. Esto es algo que nunca se supera, pero se aprende a vivir con ello. Si no la hubieran encontrado, yo nunca habría parado de buscar. Mi única meta habría sido encontrarlas. Buscarlas, cuando realmente desde el 27 de abril ya no están físicamente aquí”.

Por ello, indica en la misiva, “Ahora mi meta gracias a ustedes es distinta, es tratar de dar amor como todos ustedes lo han hecho con nosotras. Hacer ver que en el mundo hay muchas más personas buenas y compasivas que malas, y que cuando veamos a alguien que puede ser malo que se dé cuenta, sienta vergüenza y actuar inmediatamente”.

Finalmente, les volvió a agradecer el trabajo realizado y fue un poco más allá y les dijo que le gustaría poder reunirse con ellos en algún momento: “Han hecho una labor increíble, sé lo difícil que fue y han sido increíbles. Las puertas de mi casa están abiertas para todos siempre. Y estaría encantada de conocerles”.