Apelación

La ultima baza de “Josu Ternera” para eludir el banquillo por el atentado contra la casa cuartel

La defensa del ex jefe de ETA esgrime la sentencia que atribuye a “Pakito” la orden de cometer la acción criminal, mientras las acusaciones ven indicios suficientes para llevarle a juicio

Jose Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", acude el pasado 15 de junio al primero de sus dos juicios pendientes en Francia
Jose Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", acude el pasado 15 de junio al primero de sus dos juicios pendientes en FranciaCHRISTOPHE PETIT TESSONEFE

El histórico ex dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, “Josu Ternera”, se ha jugado hoy en la Audiencia Nacional su última baza para no sentarse en el banquillo por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza cometido en diciembre de 1987, en el que once personas fueron asesinadas, entre ellas seis niños.

Ante los magistrados de la Sección Tercera de lo Penal se ha celebrado esta mañana la vista de apelación tras el recurso presentado por su defensa contra la decisión del juez Ismael Moreno de procesarle por estos hechos en mayo de 2019.

Su abogado, Gonzalo Boye, ha vuelto a desvincular al ex jefe de ETA de cualquier participación en el atentado y se ha referido a la sentencia que condenó por estos hechos al también ex dirigente de la banda terrorista Francisco Mujika Garmendia, “Pakito”, en la que según ha recalcado “se establece que fue él quien ordenó el atentado”, por lo que no se pueden modificar esos hechos probados.

Las acusaciones ven indicios suficientes para juzgarle

Fuentes de las acusaciones, que ejercen tanto la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) como la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) y la representación de varias víctimas apuntan sin embargo que ese fallo, que se refería exclusivamente a la responsabilidad penal de “Pakito” en los hechos, “no puede condicionar el enjuiciamiento de otras personas si surgen nuevos indicios”. Además, subrayan que en otra sentencia por este atentado, en la que fueron condenados miembros del “comando Argala”, se establece que la orden partió de “personas de la cúpula” sin identificar.

El fiscal Pedro Rubira y el resto de acusaciones han expuesto a la Sala, presidida por el magistrado Alfonso Guevara, que los indicios contra “Josu Ternera” son suficientes para sentarle en el banquillo y que sus objeciones deberán resolverse en el juicio.

Declaraciones de tres etarras

Además, han hecho hincapié en las declaraciones del etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa y de los ex integrantes de la banda terrorista Juan José Rego Vidal -condenado por intentar atentar contra Don Juan Carlos en Mallorca- y Elena Beloki. Rego Vidal aseguró que en las fechas del atentado Urrutikoetxea controlaba la banda terrorista “de manera absoluta”, aunque su defensa sostiene que se refería al “aparato político” y no al “militar”.

Asimismo, han hecho referencia al coche-bomba utilizado en el atentado, un Renault-18 que fue robado por dos etarras del “comando parque”, que según la sentencia por la que fueron condenados se encargaba de sustraer vehículos para la cúpula de ETA en Francia, a la que pertenecía entonces “Josu Ternera”.

Y es que para la defensa del ex dirigente etarra cuestiona el informe de la Guardia Civil de 2001 en el que se sustenta su procesamiento no recoge indicios suficientes y además no es imparcial al haber sido efectuado por el propio Instituto Armado. Ya en su recurso de apelación, “Josu Ternera” -en libertad con control telemático en París a la espera de que se resuelva su entrega a España- cuestionó la neutralidad de la Guardia Civil al investigar unos hechos en los que las víctimas eran “miembros de dicho cuerpo policial o familiares”.

Su defensa, que ejerce el abogado Gonzalo Boye, mantiene que la Audiencia intenta incriminar al ex jefe de ETA con un informe de 2001 realizado por una institución “que, directamente, es la afectada, la perjudicada y la que, en términos generales, tiene la condición de víctima”. “Es incompatible con el ordenamiento jurídico vigente que miembros de la Guardia Civil investiguen un atentado cometido en contra de una Casa Cuartel de la propia Guardia Civil en el que fueron asesinados miembros y familiares de miembros de dicho cuerpo”, argumentó en su recurso de apelación.

Un informe de la Guardia Civil, clave

Según el letrado “no se puede esperar, tampoco exigir, que los miembros de la Guardia Civil, sean los que sean, puedan mantener la neutralidad mientras investigan unos hechos, o implican en ellos a una persona, si esos hechos les afectan directamente como institución, como colectivo y como seres humanos”.

Francia autorizó de forma definitiva el pasado noviembre la entrega del terrorista para que sea juzgado por este atentado, algo que hizo también en relación con la causa sobre la financiación de ETA a través de las “herriko tabernas”. Su extradición por el asesinato de un directivo de Michelín en 1980 está aún pendiente de ratificación por la Corte de Casación gala, aunque la defensa de “Josu Ternera” se guarda una última baza: la reciente decisión del juez Santiago Pedraz de anular su procesamiento por este atentado (una decisión que sin embargo no es firme todavía).

La Justicia francesa denegó sin embargo la repatriación de Urrutikoetxea para que sea juzgado por un delito de lesa humanidad por su supuesta responsabilidad en los crímenes cometidos por la banda terrorista cuando era uno de los jefes de ETA.

“Josu Ternera” ha esgrimido de forma incansable ante la Justicia gala su participación en las negociaciones con el Gobierno para evitar su entrega a nuestro país.

La dirección de ETA dio la orden

En ese informe en el que el juez Ismael Moreno sustentó el procesamiento de “Josu Ternera” en mayo de 2019, la Guardia Civil concluye que fue el comité ejecutivo de ETA, al que pertenecía “Josu Ternera”, el que dio la orden de atentar contra la casa cuartel con un coche-bomba cargado con 80 kilos de amonal, en respuesta a la detención en Francia de Santiago Arróspide, “Santi Potros”, y por la necesidad de la banda terrorista de mantener “una posición de fuerza” ante las futuras negociaciones con el Gobierno, “un cambio táctico en la forma de actuar de ETA que solo pudo ser obra de su máximo órgano de dirección”.

En su declaración ante el juez por videoconferencia cuando se le comunicó su procesamiento, “Josu Ternera” afirmó que no tuvo “ninguna relación” con el atentado y, en todo caso, argumentó que los hechos están incluidos en la causa en la que se le investiga por un delito de lesa humanidad (por su supuesta responsabilidad en los crímenes cometidos por ETA cuando pertenecía a la dirección de la banda), por lo que entiende que se le pretende procesar “nuevamente por lo mismo”.

“Josu Ternera” no niega que formara parte de la dirección de la banda en esas fechas, pero mantiene que como responsable del aparato internacional-político “no tenía ningún tipo de participación ni capacidad decisoria ni de ningún tipo en las acciones que materializaban los comandos”.