Cuentas

Sánchez logra el “sí” de Bildu a las cuentas a la espera de ERC

El Gobierno confía en reunir los votos suficientes para aprobar el jueves las cuentas en el Congreso

Pedro Sánchez apura las horas para cerrar la mayoría que le permita aprobar los Presupuestos Generales del Estado esta semana en el Congreso. En Moncloa existe el convencimiento de que superarán el trámite parlamentario y siguen sumando adhesiones a unas cuentas que consideran fundamentales para «recuperar la normalidad democrática» y vehicular la importante inversión de fondos europeos que proviene de Bruselas para hacer frente a los estragos del coronavirus.

El Ejecutivo tuvo un conato de rebelión hace unas semanas, cuando sus socios parlamentarios estuvieron a escasos cinco minutos de presentar enmienda a la totalidad de los Presupuestos, pero, salvado este primer «match ball» se han afanado en negociar discretamente con los implicados para asegurar una plácida mayoría que permita resolver el trámite esta semana en la Cámara baja y remitir después las cuentas al Senado para que se culmine el proceso antes de fin de año.

EH Bildu anunció ayer su apoyo a las cuentas. Los votos de la formación abertzale no son imprescindibles, pero sí trasladan la sensación de que la precaria mayoría de Sánchez es más solvente. El coordinador general del partido, Arnaldo Otegi, justificó la decisión en que se habían «producido los avances suficientes» en las negociaciones que mantenían con el Ejecutivo para «votar favorablemente» a los Presupuestos.

Entre estos avances, según reveló la portavoz en el Congreso, Mertxe Aizupura, está asegurarse la emisión en Navarra del canal público de la televisión vasca con contenido infantil. «Es un gran paso adelante en la normalización del euskera. En poco tiempo todos los niños de Navarra podrán disfrutar y crecer con contenidos en euskera», se felicitó.

Además, la formación de Otegi ha buscado revestir su apoyo de un marcado carácter social, asegurando que se «convertirá en permanente por ley» el llamado «escudo social». En concreto, se incluirá en la futura ley de vivienda la suspensión de desahucios a las familias más vulnerables mientras no se les ofrezca una alternativa habitacional.

A esto se suma un fondo de compensación de 25 millones para las víctimas afectadas por el amianto, que en un plazo máximo de dos meses se desbloqueará su aprobación en el Congreso. Estas exigencias, alejadas del discurso de «presos por presupuestos» que Otegi mantiene ante los suyos, suponen una contradicción para los abertzales y genera roces con el PNV, a quienes buscan disputar la posición hegemónica de fuerza vasca con interlocución con el Estado.

A los jeltzales solo les falta oficializar su apoyo. Negocian con máxima discreción y sin estridencias ni titulares. Aunque se da por hecho su aval, falta materializarlo en forma de anuncio. El partido de Andoni Ortúzar ha introducido hasta 40 enmiendas en las cuentas, que se cuantifican en un mínimo de 30 millones de euros. Entre las más deseadas y que se escenificó para evitar que se posicionaran a favor de la enmienda a la totalidad a los Presupuestos está la gestión completa del Ingreso Mínimo Vital, que ya se había comprometido, pero no acababa de consumarse.

Otegi reconoció que Unidas Podemos ha tenido un papel capital en las conversaciones, tal como ocurriera ya con los Presupuestos de 2021, cuando el entonces vicepresidente Pablo Iglesias maniobró para conseguir el «sí» de ERC y Bildu y cegar así la vía de negociación con Ciudadanos, que estaban intentando desde la parte socialista del Gobierno. De este modo, Sánchez consolida –ahora ya sin Iglesias– la entente a su izquierda para dar estabilidad a la legislatura. Aunque en Moncloa reconozcan en privado que estos pueden ser los últimos Presupuestos de la legislatura, con su aprobación, le permiten a Sánchez agotar el mandato.

En el Gobierno intensifican ahora los contactos para lograr cerrar el apoyo de ERC, cuyos votos sí son imprescindibles para conseguir la mayoría suficiente para salvar el trámite parlamentario. En el Ejecutivo creen que lo conseguirán, pero hasta entonces, a falta de cerrar los últimos flecos de la ley audiovisual, van sumando otros apoyos. A los de Bildu y Compromís, se sumaron también ayer los de Más País.