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Terrorismo

El Estado Islámico aprovecha el mensaje de Zawahiri para reclamar su supremacía en el yihadismo

Daesh pone en la plaestra al jefe de Al Qaeda para que aclare el alcance de sus críticas a los talibanes por pedir la admisión en la ONU

Terrorista de Daesh amenaza a los que apoyen a Al Qaeda
Terrorista de Daesh amenaza a los que apoyen a Al Qaedalarazon

El Estado Islámico (Daesh, Isis) no se lo cree y pone en duda las palabras del jefe de Al Qaeda (AQ), Ayman Al Zawahiri, que, en el mejor de los casos, sólo introducen confusión en el mundo yihadista. Que es tanto como decir que les dan más razones, por si tenían pocas, para seguir con su campaña de atentados contra el nuevo régimen de Kabul.

Según varios mensajes difundidos a través de sus redes sociales, Zawahiri no ha hecho otra cosa que aclarar lo obvio sobre la ONU. Su naturaleza “enemiga y el hecho de que los talibanes se inclinen por su reconocimiento oficial “como otras entidades y gobiernos de apostasía”.

Por ello, le preguntan a AQ si la “desviación de los talibanes se limita sólo a su sumisión y fe en las Naciones Unidas?” y si “¿no se considera esto un empequeñecimiento y menosprecio de la gran desviación de los talibanes en muchas secciones de la religión (musulmana)”?

Incluye otra interrogación: ¿es este discurso de AQ el comienzo de una separación sistemática de los talibanes, o una carta de consejo, nada más, con la continuación de la lealtad entre ellos? ¿O es un intento tardío de contener a sus elementos, que parecen estar al borde de una etapa de fragmentación y deambulación mucho mayor que la etapa en la que vivieron anteriormente, después de los hechos de Siria, que condujo a Al-Julani al abismo?”. Se refieren a Abu Mohammad al-Golani, jefe de Tahrir Al Sham, franquicia de AQ en Siria, que antes se denominaba Frente al Nusra, considerado por los de Daesh como otro enemigo a batir.

“La osadía de Al-Zawahiri de criticar, implícitamente a los talibanes, ¿significa que AQ salió de Afganistán hacia áreas fuera del control de los talibanes y lejos de su control?”, prosigue el interrogatorio en el que se denota una gran carga de incredulidad. Se contestan que este movimiento de Zawahiri sólo sirve para introducir confusión entre los suyos y, en cambio, da al Estado Islámico unas grandes cotas de confianza entre los yihadistas. Recuerdan que lo que tiene que aclarar es qué compromisos tiene con los talibanes después de la promesa formal de lealtad (juramento) que les hizo y que le tiene “atado por el cuello”.

Y siguen con la sorna: “¿O es que Estados Unidos no es ahora un infiel? ¿O el “acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes” no es una “Hudaybiyah " (en referencia al acuerdo firmado en el 625 por Mahoma con la tribu Qurayshi, que le permitió entrar en La Meca) ni una “conquista clara? ¡¿Justo como afirmaba la gente de sus bases?”.

Finalmente, señalan que “después de los talibanes afganos, los talibanes paquistaníes comienzan su viaje hacia el abismo participando en negociaciones de paz con el gobierno apóstata paquistaní, bajo los auspicios y el apoyo del jefe talibán, Sirajuddin Haqqani (de la red Haqqani), quien es conocido por su antigua y fuerte conexión con la inteligencia paquistaní”.

El movimiento estratégico de Zawahiri a favor de los talibanes no ha tardado en ser aprovechado por sus enemigos para ponerle en la palestra de las esencias del yihadismo y formularle todas esas cuestiones de complicada respuesta. AQ, que ha optado en otras partes del mundo por posturas negociadas, como recientemente en el Sahel, ve cada día más comprometida su otrora supremacía dentro de este movimiento, sobre todo a raíz de los atentados del 11-S en EE.UU.. El futuro dirá cuál es la deriva que toma el grupo que fundara Osama Bin Laden.