Rectifican

Podemos rectifica ahora sus críticas para mantenerse en Moncloa

Asegura que no llamó al PSOE «partido de la guerra». Presume del SMI y vivienda para justificar que no deben salir del Gobierno

Podemos es consciente de que se ha pasado de frenada y de que hay límites que no debe ni puede cruzar con su compañero de Gobierno en Moncloa. No es un acuerdo de cortesía verbal, sino que está por escrito en el pacto de convivencia entre PSOE y Unidas Podemos en 2019. Todos los ministros deben respetar su ámbito competencial, reza el punto 16 del citado documento rubricado entonces por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Es por ello que los morados tuvieron que rebajar ayer sus críticas a pesar de que con ello se dejaran en evidencia y cayeran en la contradicción constante. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, recrudeció este domingo sus ataques contra el PSOE por la decisión del Gobierno de enviar armas a Ucrania. Llegó a tildar a los socialistas, sin nombrarlos, como «partidos de la guerra». Sin decirlo, los morados asumían gobernar con un «partido de la guerra», lo cual, según el ADN de Podemos es incompatible. Para salir del paso, y ante la ruptura evidente entre los dos partidos que forman la coalición, los morados recularon en menos de 24 horas al ser plenamente sabedores de que las críticas vertidas por su líder en un acto de partido habían llegado demasiado lejos. En rueda de prensa, dejando toda la tarde del domingo pasar, la portavoz de la formación, Isa Serra, verbalizó la rectificación ante Pedro Sánchez. Lo hizo después de que la vicepresidenta Nadia Calviño y la ministra de Defensa, Margarita Robles, criticaran sus posiciones. Esta última espetó que «el único que está haciendo la guerra es Putin» y rebajó las críticas de los morados como «opiniones individuales con perspectivas de consumo interno dentro de su grupo». Según la dirigente morada, la líder de Podemos no se había referido al PSOE como «partido de la guerra» sino que hablaba del «fervor belicista» que se ha instalado, a su juicio, entre los partidos en España. Quiso, además, tratar de cerrar filas –en falso– con el presidente del Gobierno. «Sánchez sabe que, en estos momentos difíciles, puede contar con Podemos aunque tengamos esas diferencias», dijo, para minutos después volver a cargar con los partidos que apoyan el envío de armas. «Nos parece hipócrita enviarle armas a Ucrania mientras pagamos millones a Putin por el gas que importamos», lamentó.

Si se comparten las tesis de Unidas Podemos, resulta difícil entender que puedan continuar gobernando en Moncloa, al no apoyar la política desplegada por el presidente del Gobierno, que es quien marca la hoja de ruta, como sí ha asumido la vicepresidenta Yolanda Díaz. Para los morados, sin embargo, ello no es irreconciliable y no se plantean la opción de romper, por ahora, el Ejecutivo. «La tarea de Unidas Podemos en la coalición es fundamental», defendió la portavoz.

El partido trata de sacar pecho de sus logros en el Gobierno para justificar su continuidad en él mismo a pesar de que haya escalado la tensión entre ambos. Según el análisis que exponen, «de las mejores cosas que ha hecho el Gobierno de coalición son muchas políticas que hemos impulsado desde Unidas Podemos con fuerza». Así, se arrogan medidas clave como la ley de la vivienda, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, los ERTE, o las medidas del escudo social en plena pandemia, con el objetivo de mostrándose imprescindibles para conseguir los cambios sociales. Con este argumento, en el cuartel general morado se descarta la posibilidad de que las ministras moradas que más han visibilizado esta oposición a la decisión del Gobierno de gestionar el conflicto bélico puedan abandonar el Consejo de Ministros.

Estas grietas abiertas en el seno de la coalición han destapado las discrepancias ya existentes dentro de la propia Unidas Podemos. El anuncio de Sánchez hizo que la vicepresidenta cerrara filas con el presidente. Sin embargo, desde Podemos, aunque admiten que es «un momento difícil» y creen que Ucrania puede retrasar su proyecto, tratan de restar importancia a esta división y siguen apostando por Díaz como su candidata.