Podemos y los socios cercan de nuevo al PSOE por el Sáhara

El malestar ni se ha aliviado ni tampoco olvidado. La pasada semana, el Congreso al completo exigió al Gobierno que explicase su posición respecto al plan autonomista de Marruecos para el Sáhara Occidental y exigieron su rectificación así como que el partido mayoritario en Moncloa volviera a apoyar el derecho de autodeterminación que respalda Naciones Unidas. Ante esto, el propio Pedro Sánchez en pleno negó cualquier cambio de posición y lo justificó como «un paso adelante» alineado con los socios europeos y Estados Unidos.

El líder del Ejecutivo trató de orillar el debate por el Sáhara exigiendo unidad a los diputados ante la crisis de Ucrania, sin conseguir este objetivo. Sánchez y el PSOE se quedaron solos en su defensa a Marruecos como propuesta más «seria, creíble y realista para la resolución de la disputa». Sus explicaciones no convencieron ni a sus aliados ni tampoco a los principales partidos de la oposición. Y hoy volverá a escenificarse la foto del descontento. El Congreso de los Diputados debatirá una proposición no de ley firmada por Unidas Podemos, Esquerra Republicana y Bildu con el objetivo de retratar al Partido Socialista y que diga claramente si ratifica su apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).

Esta votación pondrá en jaque a parte del Gobierno, pues deberá plasmar su posición antes de que Pedro Sánchez viaje a Rabat para sellar con el Rey Mohamed VI esta «nueva etapa basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos firmados por a» con Marruecos, como definen en Moncloa.

En la iniciativa, los socios cargan contra el Gobierno por «modificar unilateralmente su posición en relación con el conflicto del Sáhara Occidental, contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y el propio Derecho Internacional».

Los socios critican que la decisión de apoyar el plan de autonomía para el Sáhara Occidental de Marruecos ha sido tomada «sin haberla consultado ni compartido con ninguno de los grupos políticos del Congreso de los Diputados y contraviniendo el consenso mayoritario de la Cámara». Explican, además, que esta decisión, «podría desencadenar consecuencias diplomáticas con el propio Sáhara Occidental, Argelia y Marruecos» y por ello «no puede ser adoptada de espaldas a la voluntad mayoritaria del Congreso de los Diputados».

De cara a esta votación, que será la primera sobre este asunto, los socialistas se encuentran negociando una enmienda con un texto alternativo de la mano de los partidos de la oposición, con el fin de evitar el voto en contra directo contra la iniciativa de sus socios parlamentarios. De esta manera, Sánchez llegaría a Rabat este jueves, sin contar con el visto bueno de la Cámara Baja, sin cambiar de posición de cara a su audiencia con el Rey marroquí. Algo que censurarán sus socios, que piden al Partido Socialista que aproveche «la oportunidad de oro» de rectificar sobre el Sáhara Occidental y que vuelva a apoyar el referéndum de autodeterminación como única vía para el pueblo saharaui.

El viraje de posición del Gobierno sobre el Sáhara Occidental no solo soliviantó a sus socios y oposición y es que hasta dentro del PSOE se criticó el «abandono» de una «causa justa», como el diputado por Guipúzcoa, Odón Elorza o la presidenta de Baleares, Francina Armengol, fueron algunos de los socialistas que pidieron a Sánchez que apostara por la libertad de la región.