Audiencia Nacional
Villarejo se revuelve contra el tribunal y presenta nuevos informes médicos
El comisario jubilado reclama que el forense le vea personalmente y que se suspenda el juicio de “Tándem” por no estar en condiciones para seguirlo ni por videoconferencia
El comisario José Manuel Villarejo cree que el tribunal de la Audiencia Nacional que está juzgando una parte del “caso Tándem” le está vulnerando el derecho a una defensa justa al no suspender inmediatamente el juicio tras su accidente cerebrovascular. Su defensa ha presentado nuevos documentos médicos que acreditan que tiene afecciones en el ojo que le impiden seguir las vistas incluso por videoconferencia. Además, reclama que el forense de la Audiencia Nacional le reconozca personalmente y no solo con el estudio de la documentación médica que ha presentado.
La presidenta del tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, Ángela Murillo, pidió la pasada semana un informe al médico forense a fin de que revisara si “el estado que presenta actualmente el procesado le impide seguir el desarrollo del juicio oral”. Villarejo a sus 71 años de edad comunicó que había ingresado a finales de junio en el Hospital Universitario HM Montepríncipe con fuertes dolores de cabeza y visión borrosa y doble. Solicitaba que las vistas que quedaban este mes se aplazaran ya a septiembre, pero Murillo que ya ha extendido el juicio durante meses por el caudal de las declaraciones pensó en la opción de que Villarejo lo siguiera por videoconferencia para no seguir prolongándolo.
“Ni puede físicamente seguir visualmente de forma continuada una videoconferencia por la visión doble que presenta ni está en condiciones físicas y psíquicas que le permitan prestar la atención necesaria para que pueda participar en su propia defensa”, esgrime el abogado del comisario en un escrito al que ha tenido acceso LA RAZÓN. En los informes médicos que ha remitido a la Audiencia Nacional, Villarejo presenta “alteración del equilibrio y marcha, de coordinación del lenguaje” que tiene secuelas como “falta de concentración, atención y memoria”.
Así, según un nuevo análisis hospitalario con fecha de 3 de julio, debe guardar “reposo absoluto domiciliario” “evitando toda situación que pueda someter al paciente a cuadros de tensión o estrés” en un periodo, reza, de al menos 30 días. Señala el comisario que este miércoles y viernes tiene nuevas citas con el cardiólogo para revisarse una resonancia nuclear magnética y que los resultados de estas pruebas son esenciales para saber cómo de grave es la lesión. “La literatura médica consultada anticipa la posibilidad de que si se ha producido por compresión del nervio pueda evidenciar la posibilidad de existencia de una aneurisma en una arteria que irriga el cerebro, un trastorno que ocasiona la herniación del cerebro o puede estar producida por la existencia de un flujo sanguíneo inadecuado como consecuencia de la hipertensión o de diabetes”, expone en su escrito.
Escasos trámites venideros
La magistrada Murillo abrió la puerta a que las sesiones del juicio -previstas para la próxima semana- continuaran porque se trata de cuestiones que no son mollares. Algo que para Villarejo es “reduccionista” y vulnera el derecho fundamental a su defensa. Así apunta a numerosa jurisprudencia que habla de enfermedades durante procedimientos judiciales.
“Limitar la presencia del acusado a la fase práctica de la prueba es un criterio artificioso que no encuentra respaldo en la ley, más cuando lo que se pide es la suspensión de cuatro sesiones del juicio para dar tiempo a la recuperación previsible y deseable del procesado”, remarca.
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