Semana clave

La «vía Lesmes» para su sustitución agita el CGPJ

Varios vocales cuestionan que tras su anunciada dimisión el relevo se produzca de forma automática sin intervención del Pleno del Consejo

El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, está dispuesto a dimitir si el Gobierno y el PP no desbloquean la renovación del Consejo
El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, está dispuesto a dimitir si el Gobierno y el PP no desbloquean la renovación del ConsejoAlberto R. RoldánLa Razón

La anunciada dimisión de Carlos Lesmes, aun sin fecha, por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha abierto una inesperada brecha en la institución que todavía preside (a la espera de que un improbable gesto del Gobierno y del PP retomando la negociación frene in extremis esa renuncia). Según fuentes del propio órgano de gobierno de los jueces, varios vocales –de uno y otro signo– cuestionan la vía elegida por Lesmes, refrendada por un informe del Gabinete Técnico del Consejo aireado hace solo unos días, para el día después de su adiós, que puede producirse esta misma semana.

El malestar –de impredecibles consecuencias institucionales– lo ha generado el procedimiento que dejaría al frente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo del Poder Judicial al presidente de Sala más antiguo del alto tribunal, el magistrado Francisco Marín, que ahora preside la Sala Civil.

No se trata de una guerra de nombres, sino que lo que cuestiona este grupo de vocales es que el relevo se produzca –como se encargó de trasladar el mismo Lesmes a la Sala de Gobierno del Supremo y al Consejo– de forma automática y sin intervención alguna del Pleno del CGPJ, una decisión que las fuentes consultadas califican de «absolutamente irresponsable». «Es obvio que el Pleno se tiene que pronunciar», defienden antes de advertir del «caos institucional» que puede provocar dejar al conjunto de vocales al margen de la decisión sobre la elección de quien será su presidente (dimisión de Lesmes mediante).

Los vocales disconformes no entienden lo que consideran un cambio de criterio del Gabinete Técnico respecto al expresado en octubre de 2019 con motivo de la jubilación del hasta entonces vicepresidente del Tribunal Supremo, el magistrado Ángel Juanes. Entonces, a instancia de cinco vocales en el Pleno celebrado el 30 de octubre se puso sobre la mesa una propuesta del Gabinete Técnico cuyo objetivo era dilucidar cómo se articularía la sustitución de Lesmes ante una posible «ausencia, enfermedad o vacante» (no se eligió un nuevo vicepresidente porque el Consejo ya estaba en funciones y no se quiso condicionar al entrante con el nombramiento).

Ese informe, según trasladó el presidente del CGPJ, preveía que al frente del Supremo se situase provisionalmente el presidente de Sala más antiguo y que su lugar en el Consejo lo ocupase el vocal de mayor edad (en esas fechas Rafael Fernández Valverde, que ya se ha jubilado), en la actualidad el progresista Rafael Mozo. En ese caso, una de las consecuencias prácticas sería que el quórum necesario para elegir a los dos magistrados del Tribunal Constitucional, de 3/5, sería de once vocales en lugar de doce (al reducirse los actuales 19 miembros del Pleno a 18).

El precedente de 2019

En esa sesión plenaria, varios vocales defendieron que cualquier decisión al respecto debía dirimirse en el Pleno, algo que tres años después también tuvieron ocasión de recordarle a Lesmes en el último Pleno dos vocales disconformes con esa sustitución automática que esgrime que la titularidad de ambos cargos (presidente del CGPJ y del Supremo) es «conjunta e indisociable».

En ese Pleno de octubre de 2019, Lesmes tranquilizó a sus compañeros asegurando –según consta en el acta de la reunión– que no tenía previsto «salvo imponderables, largas ausencias» y que, en todo caso, si se produjesen, «nada impide al Pleno pronunciarse al respecto».

Ahora, esa prolongada ausencia sí tiene visos de producirse y, además, ser definitiva. Y ante dos vías que entienden contradictorias, los vocales contrariados por esa decisión pretenden que sea el Pleno quien decida sobre el procedimiento a seguir (nombramientos no pueden llevar a cabo desde marzo del pasado año al estar en funciones, pues se lo impide la reforma legal que respaldaron PSOE y Podemos para empujar al PP a negociar la renovación del CGPJ, cuyo mandato caducó en diciembre de 2018).

Sin embargo, fuentes próximas a Lesmes diferencian la situación actual de la vivida en 2019 con la jubilación de Juanes. «La situación es distinta. Ahora estamos ante una posible dimisión del presidente», puntualizan. Y subrayan que el artículo 590 de la Ley Orgánica del Poder Judicial «no deja lugar a dudas». Un precepto que estipula que «el vicepresidente ejercerá, en funciones, el cargo de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en los casos legalmente previstos de cese anticipado del presidente y hasta el nombramiento de un nuevo presidente».

Conflicto «larvado»

Pero los vocales disconformes no piensan lo mismo. «Los vocales tenemos que decidir soberanamente qué informe de los dos es el bueno: el que se hizo sin presión en 2019 o el que ahora dice todo lo contrario», aseguran convencidos de que se está «larvando un conflicto» y poniendo palos en las ruedas para intentar «desactivar» el CGPJ y que «no pueda seguir funcionando, al margen del presidente que sustituya a Lesmes. Es una voladura controlada».

Pero, advierten esas mismas fuentes, «siempre que se nos ha querido maniatar se ha producido la situación contraria». Y recuerdan los nombramientos alcanzados «con amplias mayorías» ya en funciones e incluso cuando se puso en marcha la reforma legal para impedirles ejercer esa competencia.

Con esas premisas, los cinco vocales comisionados para renovar el TC se reúnen por tercera vez hoy, aunque no se esperan avances, pues el bloque conservador no prevé presentar candidatos. Sí se espera que se debata, sin embargo, el día después del adiós de Lesmes.