Encuesta

Los españoles piden más protección de la unidad de España en la Constitución tras la supresión de la sedición

Un 60,6% reclama que la Carta Magna incorpore más protección tras la supresión de la sedición, según una encuesta de NC Report

El Gobierno ha entregado a Esquerra la supresión del delito de sedición en el Código Penal, un tipo penal que sirvió para condenar a los responsables del proceso independentista y permitió frenar la ruptura de España. Sin la sedición, hay españoles que se preguntan con qué instrumentos jurídicos se podrá defender la unidad de nuestro país ante nuevos desafíos a la legalidad del separatismo. Y, en este sentido, según un sondeo de NC Report para LA RAZÓN, un 60,6% de los encuestados considera que la Constitución necesita incorporar más protección para la unidad de España tras la supresión de la sedición. Tan solo un 24,6% cree que no, según la encuesta hecha entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre con 1.000 preguntas.

De momento, la supresión de la sedición está tramitándose en el Congreso y todo apunta a que a finales de este mes ya superará la votación final en la Cámara Baja y, en enero, entrará en vigor una vez conseguido el visto bueno del Senado. El PSOE está dando señales claras de incomodidad con esta cuestión que beneficia a los independentistas, y una imagen lo resume con meridiana claridad: el debate y votación de la toma en consideración (primer trámite en el Congreso) se celebró entre las 22 horas y las 1 de la madrugada, algo prácticamente inédito.

Y los votantes del PSOE también dan señales de su descontento con la reforma del Código Penal en esta encuesta ya que un 48,5% está de acuerdo en que la Constitución proteja más la unidad de España tras la supresión de la sedición (un 39,4% opina lo contrario). Los del PP (85,7%) y Vox (94,1%) están mayoritariamente a favor de blindar aún más la unidad de España en la Carta Magna, mientras que los de Podemos (73,7%) están mayoritariamente en contra.

Los encuestados tampoco comparten, muy mayoritariamente (un 71,8%), que la Constitución reconozca a España como Estado plurinacional, tal y como ha llegado a plantear Pedro Sánchez en otro guiño a los independentistas. De hecho, ni los propios votantes del presidente del Gobierno lo ven con buenos ojos: un 82,4% está en contra, como los de PP y Vox. Los votantes de Podemos están en la línea opuesta: solo un 26,3% está en contra (un 57,9%, a favor).

Es decir, la mayoría de los encuestados pide más protección para la unidad de España a través de la Constitución y están en contra de reconocer a España como Estado plurinacional. No obstante, también hay muchos que no comparten la ilegalización de los partidos independentistas, una propuesta que ha puesto en circulación Vox: un 45,5% está a favor de que se prohíban y un 46,3% ven bien que sigan existiendo. Por electores, la mayoría de los de PSOE y Podemos ven bien que siga habiendo formaciones separatistas como ERC o Bildu, mientras que la mayoría de los de PP y Vox están en contra.

Encuesta: la Constitución
Encuesta: la ConstituciónMiguel Roselló

Eso sí, una gran mayoría está a favor de la reforma de la Constitución, un aviso en una etapa política en la que se ha hablado mucho de esta cuestión. Por votantes, los de PSOE (60,6%), Vox (58,8%) y Podemos (100%) están mayoritariamente a favor de hacer cambios en la Carta Magna, aunque en direcciones opuestas. Tan solo la mayoría de electores del PP prefiere mantener el «statu quo».

Una pista de por dónde pueden ir los cambios que reclaman los encuestados se encuentra en tres preguntas relacionadas con la descentralización de España; el funcionamiento de la democracia; y, la necesidad o no de introducir más prestaciones sociales.

Así las cosas, el 100% de los votantes de Vox pide más centralización, mientras que el 57,6% de los del PSOE prefiere mantener la actual descentralización, igual que el 52,6% de los de Podemos. En cuanto a la democracia, un 59,5% considera que no funciona bien en España: llama la atención que la mayoría de los votantes de los cuatro principales partidos comparten esa tesis -PSOE (45,5%); PP (69%); Vox (70,6%); y, Podemos (57,9%)-. Finalmente, un 66,3% de los encuestados cree que se deben introducir más prestaciones sociales, en un momento en que se ha empezado a desplegar el Ingreso Mínimo Vital (desde 2020), algo que comparten la mayoría de votantes de los cuatro partidos.

Los vientos de cambio constitucional, por tanto, soplan con fuerza, aunque tampoco parece muy viable porque se requiere el apoyo de tres quintas partes del Congreso (210 diputados) y del Senado (159 senadores). De momento, el Gobierno de PSOE y Podemos no cuentan con esa mayoría en ninguna de las dos cámaras, pero los encuestados sí advierten de su temor de que Sánchez pueda acometer un cambio en la Constitución con sus socios independentistas si tuviera fuerza suficiente: así lo piensa el 57,8%.

También en las últimas semanas está resurgiendo la crispación en la política española, muy visible en el clima hostil que se está generando en el Congreso, con intercambio de insultos y descalificaciones entre diferentes grupos de la Cámara. En este sentido, la ministra de Igualdad, Irene Montero, protagonizó la semana pasada un exabrupto que contribuyó a exaltar aún más los ánimos, acusando al PP de «promover la cultura de la violación», algo de lo que el PSOE se desmarcó. Así, un 55,1% cree que la presencia de Podemos en el Gobierno deteriora la convivencia social: una tesis que apoya la mayoría de los votantes de PP y Vox y una tercera parte de los del PSOE.

Los españoles tampoco ven con buenos ojos el multipartidismo que se ha instalado desde 2016 y que ha fragmentado el mapa político, generando mayor inestabilidad y menor actividad legislativa (tal y como demuestran los datos del Congreso: se aprueban muchas menos leyes). Un 41,8% de los encuestados apuesta por el bipartidismo (con apoyo mayoritario de votantes de PSOE y PP) y un 39,5% por el multipartidismo que llegó a España en 2016 con la entrada en el Congreso de partidos como Podemos y Ciudadanos y se ha intensificado ahora con la llegada de Vox y partidos regionalistas.