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Ya hay fecha para la Reunión de Alto Nivel con Marruecos: el 1 y 2 de febrero

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, lo ha anunciado a su llegada a Niamey (Níger) en su gira por África

Es uno de los principales acuerdos recogidos en la nueva hoja de ruta acordada entre España y Marruecos el pasado de 7 de abril: la fecha de la Reunión de Alto Nivel entre ambos países. Tras varios retrasos e intentos fallidos en su celebración, finalmente, el ministro de Asuntos Exteriores ha anunciado hoy a su llegada a Niamey ( capital de Níger) que se llevará a cabo el próximo 1 y 2 de febrero. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá con el rey de Marruecos, Mohammed VI en la capital alauita y estará acompañado por una decena de ministros, que debatirán sobre asuntos como migración, defensa, seguridad y cooperación con uno de nuestros principales socios estratégicos.

“La reunión no se celebra desde 2015″, ha recordado el ministro en declaraciones a los periodista en las que ha dicho que se van a firmar un buen número de acuerdos en sectores de “nuestra estrecha relación”.

La celebración de esta reunión, atrasada al menos en tres ocasiones debido a la decisión de Sánchez de no viajar a Marruecos al tomar posesión,a la posición del que era entonces vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, de abrazar la autonomía del Frente Polisario y a la decisión de España de acoger a su líder en España para tratarse de una enfermedad respiratoria pone fin a una de las crisis diplomáticas más largas que se recuerdan entre ambos países.

Tras intensos contactos entre el ministro de Exteriores español y su homólogo marroquí, quienes se han reunido hasta siete veces en los últimos meses ( Rabat Marrakech, Nueva York, Barcelona, Fez Paris y Madrid) , la fecha de celebración de la Reunión de Alto Nivel con Marruecos da oxígeno al Ejecutivo que siempre ha dado la sensación de ir por detrás de Rabat en el acuerdo. El gobierno de Pedro Sánchez cambió de manera unilateral la posición de España respecto al Sáhara Occidental, aceptando el plan de autonomía marroquí y dando la espalda a su histórica neutralidad tras el pulso migratorio de Rabat, que permitió la entrada masiva de más de 10.000 personas a través de su frontera terrestre con Ceuta. Si bien es cierto, que el control de la migración ha sido efectivo tras él acuerdo, quedan todavía pendientes asuntos como la apertura de las aduanas comerciales en las ciudades de Ceuta y Melilla.