
Encuesta NC Report
Los aranceles refuerzan a PP y PSOE y lastran a Vox
Feijóo revierte cinco meses de caída, sería primera fuerza y, con Abascal, llegaría al poder. Sánchez aguanta y Díaz se hunde

El convulso contexto internacional ha obrado el milagro en la política nacional. Ha tenido que llegar Donald Trump con su caótica deriva arancelaria para abrir una ventana de oportunidad al entendimiento entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. Todavía es pronto para asegurar que este acuerdo acabe por materializarse, pero ante esta coyuntura global, los españoles lo tienen claro y refuerzan al bipartidismo, como opción refugio ante la incertidumbre global, y castigan a Vox, alineado con las tesis de la administración americana y en serios apuros para justificar su posición favorable a Trump.
Según la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, si hoy hubiera elecciones generales, el PP volvería a ser la fuerza más votada y se alzaría como ganador de los comicios. Con una diferencia sustancial respecto a 2023, los entre 9 y 11 escaños nuevos que conseguiría Alberto Núñez Feijóo esta vez le servirían para sortear la distancia insalvable que en la anterior convocatoria le dejaron fuera de La Moncloa. Los populares obtendrían un 34,3% del voto, esto es, entre 146 y 148 escaños. Rozando los 8,4 millones de votantes, 236.526 más que el 23J, vuelve a remontar –dos décimas respecto a marzo–tras cinco meses de caída, lastrado por el «efecto Mazón». Sus votantes no castigan ahora la expectativa de un pacto con el Gobierno.
Esto, porque el PP es el partido con mayor fidelidad de voto. Un 88,4% de quienes optaron por Feijóo en 2023 lo volvería a hacer ahora y sus fugas de voto se limitan a Vox (5,3%) y la abstención 3,7%; mientras que se nutren un 9,1% de antiguos electores de Santiago Abascal y un 8,1% de exvotantes socialistas. Por horquillas generacionales, los populares son la primera opción para los mayores de 45 años y a partir de los 65 tienen su nicho electoral.
De la mano de Abascal
Para llegar a La Moncloa, no obstante, Feijóo tendría que forjar una entente con Vox. Con los de Santiago Abascal, que conseguirían entre 40 y 42 diputados, superarían holgadamente la mayoría absoluta (186/190), lo que dejaría sin opciones a cualquier alianza alternativa por la izquierda. La formación de ultraderecha, sin embargo, acusa su cercanía a las tesis de Trump en plena embestida arancelaria. Vox sufre un retroceso de entre tres y dos escaños en solo un mes, después de cinco meses de crecimiento electoral. Son cuatro décimas de castigo de sus votantes que pasarían a refugiarse en el PP.
A pesar de este correctivo, los de Abascal mejoran sus resultados respecto al 23J y obtendrían entre nueve y siete diputados más, lo que supone casi 395.000 votos nuevos. La fidelidad electoral de sus electores es alta, un 85,7% volvería a votar por Vox y sus fugas de voto se concentran en el PP (9,1%), la abstención (2,9%) y Se acabó la fiesta (2,3%). Por edades, el nicho de votantes de Abascal está en las generaciones más jóvenes, con su auge entre 33 y 44 años, edad a partir de la cual van cayendo en picado.
Sánchez aguanta
Con la derecha imbatible en números, el espectro de la izquierda se reparte entre la resistencia del PSOE, que logra mantener el grueso de su apoyo del 23J, y la pugna fratricida entre Sumar y Podemos. Si hoy hubiera elecciones, Pedro Sánchez se mantendría en 7 millones de votos, lo que se traduciría en 120-118 escaños, una ligera mejora respecto a la encuesta de marzo y un retroceso de entre tres y un diputado respecto a su representación actual. Un impacto limitado teniendo en cuenta el desgaste de la gestión, de los pactos con el independentismo –entre ellos, la ley de amnistía–, y el perjuicio de los casos judiciales, desde el «caso Koldo» hasta los que afectan al entorno más directo del presidente del Gobierno.

Los socialistas mantienen al 76,2% de quienes les votaron el 23J y es sintomático que la principal fuga de votantes a otro partido sea al PP (8,1%) y no a otras formaciones de izquierda (2,4% a Sumar y 0,3% a Podemos) igualados o superadas por los que optarían ahora por Vox (2,2%). En la horquilla generacional, el PSOE es la primera opción para los votantes más jóvenes, hasta los 29 años, donde tiene su principal nicho de electores (18,9%).
Sumar sigue en caída
La resistencia del PSOE se cimenta, en parte, en el estrangulamiento electoral de sus socios de coalición. Sumar se vacía políticamente en un sándwich imposible entre los socialistas y Podemos. Los de Sánchez recogen un 25% de exvotantes y los morados el 31,3%, casi tantos como los que repetirían en la coalición hasta ahora liderada por Yolanda Díaz (33,4%). El nuevo rumbo del artefacto electoral no le sienta bien a nivel demoscópico, pues apenas lograría un 5,4% de votos, esto es, entre 8 y 9 diputados, por los 31 que consiguió el 23J. Esta debacle –Sumar se dejaría 1,7 millones de votos si hoy hubiera elecciones– le haría perder entre 22 y 23 escaños y dejaría sin opciones la reválida del Gobierno de coalición.
Esta descomposición de Sumar se aprovecha por Podemos para reeditar en solitario la representación que tienen actualmente y que no les permitiría salir del Grupo Mixto. Si hoy hubiera elecciones, los morados con Irene Montero a la cabeza conseguirían entre cuatro y cinco escaños y un millón de votos. El resto de la mayoría de la investidura prácticamente mantendría su representación, con cierto baile de escaños, uno arriba para Junts (8) y uno abajo para ERC (6), en el independentismo catalán y un ligero avance para el PNV (6) que le permitiría igualar en escaños a EH Bildu, aunque los abertzales seguirían por delante en votos.
El BNG conseguiría un escaño más, hasta los dos, y UPN y Coalición Canaria se mantendrían en un único representante. Se acabó la fiesta no consigue superar el 3% requerido y se quedaría fuera del Congreso. La abstención podría escalar un punto, aunque hay que tener en cuenta que la falta de tensión electoral, sin una convocatoria a la vista, hace que los encuestados se muestren más reacios que cuando se acercan las urnas.

Feijóo, el más valorado de unos líderes a la baja
La valoración de líderes nacionales les deja lejos del aprobado. Unos más que otros, pero con un retroceso generalizado de una décima respecto al mismo barómetro del mes de marzo. El mejor valorado es Alberto Núñez Feijóo con un 4,4 sobre 10. El líder del PP cimenta su resultado en los mayores de 45 años. Le sigue Pedro Sánchez con un 4,2, una valoración muy uniforme en todos los rangos generacionales, aunque destacando, si cabe, en la franja de entre 30 y 44 años.
A la cola se ubican Yolanda Díaz (3,6) y Santiago Abascal (3,2) que no logran siquiera llegar al 4 de puntuación. Por partidos, los votantes del PSOE valoran a Feijóo con un 3,3 y a Yolanda Díaz con un 5,7 y a Sánchez le ponen un 6,6, la nota más baja que otorgan los votantes a su líder. Los electores de Sumar le dan un 6,1 al presidente y en Vox aprueban a Feijóo con un 5,1. Los votantes del PP dan a su líder un 7,5 y a Abascal un tímido 3,7.
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