Opinión

Bildu-Sanchismo

Todo lo que ETA ha reclamado durante más de 50 años lo ha conseguido Bildu en cinco gracias a esa simbiosis política que sostiene al Gobierno con votos de sangre

Manifestación en la Plaza de Cibeles de Madrid bajo el lema "Por España La Constitución y La Democracia".
Manifestación en Madrid en contra del Gobierno de Pedro Sánchezjesús g. feriaLa Razón

Hablan estos días que ETA anunció a principios de mayo de 2018 el desmantelamiento de todas sus estructuras. Maldito anuncio para las víctimas del terrorismo. No éramos conscientes de que aquel fatídico mes de 2018 el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el apoyo de los herederos de ETA, entre otros, sacaría de manera injusta y abrupta al Partido Popular del Gobierno de la nación con una moción de censura.

ETA comenzaba su supuesto «desmantelamiento» con una moción de censura al PP a través de su brazo institucional, tal y como acreditó el Tribunal Supremo en 2011. Pero no podía salir gratis a los españoles el apoyo de los votos de sangre de Bildu. Todo lo que ETA ha reclamado durante más de 50 años de asesinatos lo ha conseguido Bildu en cinco años. Casi 1.000 asesinatos y miles de heridos, extorsionados y cientos de miles de expulsados del País Vasco y Navarra nunca fueron tan efectivos como la simbiosis que Bildu ha conseguido con el Sanchismo.

Todos los asesinos etarras están ya en el País Vasco y Navarra, la Guardia Civil y la Policía Nacional, prácticamente «expulsadas» de Navarra y sin competencias apenas en el País Vasco. Solo falta la independencia de la mal llamada y ficticia «Euskal Herria», para lo cual el Sanchismo modificó recientemente el Código Penal para desnaturalizar el delito de sedición. Fue entonces, cuando nació el Bildu-Sanchismo, una simbiosis política donde unos conservaban el Gobierno en la Moncloa por apoyo de votos de sangre y los otros, como moneda de cambio, conseguían lo que ETA no había logrado en 50 años. ¿Pero cuáles son los pasos siguientes de esta simbiosis?

El Sanchismo movió ficha en 2021 cuando cedió las competencias penitenciarias al Gobierno Vasco. Entre 2021 y 2023, el Sanchismo ha acercado a todos los terroristas de ETA a las cárceles vascas evolucionando de primer a segundo grado penitenciario. Después se ha lavado las manos, como Pilatos, y es el Gobierno Vasco quien gestiona los presos asesinos desde entonces. Los herederos de ETA ya han abandonado el lema «Euskal Presoak, Euskal Herrira» porque ya los tienen a todos en «casa» o en cárceles vascas. Necesitan concederles la libertad sin llegar a cumplir sus años de condena íntegramente. Por ello y, en connivencia con el Partido Nacionalista Vasco, han ideado una serie de estructuras públicas que dependen de la Consejería de Justicia Vasca para facilitar la vida de los asesinos etarras. Existe la organización pública «Aukerak», que facilita la obtención de trabajo y vivienda a aquellos que van a acceder al tercer grado o libertad condicional.

No existe hueco en las cárceles vascas cuando reclusos vascos con delitos menores han pedido ir trasladados a las cárceles vascas. Lógico, están colapsadas de terroristas. Sin embargo, tanto para tercer grado como libertad condicional es necesario informe del Ministerio Fiscal y del juez de Vigilancia Penitenciaria que dependen hoy de la Audiencia Nacional, que habitualmente informa en contra por no cumplirse los requisitos legales, lo que supone una piedra en el camino.

Por ello, el Bildu-Sanchismo ya ha realizado una serie de movimientos estratégicos y prepara otros nuevos para un futuro acuerdo después de las elecciones generales de finales de 2023. Lo realizado ha sido colocar a los jueces más adecuados a los intereses de los presos etarras. Se da la circunstancia de que a lo largo de 2022 el juez José Ricardo de Prada aterrizó en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que es la sección que en última instancia decide sobre los terceros grados y libertades condicionales de los asesinos de ETA. No es precisamente este juez conocido por exigir de manera exhaustiva los requisitos que se les pide a los terroristas para acceder al tercer grado y libertad condicional, ya que habitualmente interpreta la ley de la manera más favorable al etarra. Pero el Gobierno Vasco y Bildu necesitan las transferencias penitenciarias en materia judicial, ya que existen muchos «escollos» para la concesión del tercer grado y libertad condicional de los más de 200 asesinos que forman la población reclusa vasca. Por ello, precisa poner en marcha la maquinaria Bildu-Sanchista para modificar el Código Penal, la Ley General Penitenciaria y la Ley Orgánica del Poder Judicial. Esta será una de las contrapartidas de la simbiosis política de los dos partidos para la siguiente legislatura, si no es que la promueven durante este verano. Por ello, es muy importante que el Bildu-Sanchismo –que se resume en la conocida frase: «Sánchez: que te vote Txapote»– no continúe gobernando a partir de 2024. Debemos ser conscientes de que el Sanchismo ha sido una maquinaria de producir enfrentamientos y problemas en la sociedad española durante estos últimos cinco años, pero mucho peor puede ser el Bildu-Sanchismo puesto que, además de crear los problemas, su objetivo final es destruir España separándola en estados federales y diluyendo la figura del Rey como Jefe de Estado.

Daniel Portero es diputado del PP en la Asamblea de Madrid y presidente de Dignidad y Justicia