Carlos Floriano: «Parte del escenario político cree que solo la división le da rentabilidad»

Publica «Tan terrible es el odio» (Almuzara) una novela que comenzó a escribir para dejar a sus hijas el legado de la Memoria y también para «todas las generaciones que quieran acercarse, con sosiego, a una etapa de la Historia de España muy complicada». En más de 300 páginas, Carlos Floriano se inspira en las huellas una historia real vivida por sus tías donde deja patente las terribles consecuencias que provocaron el odio y el sectarismo en los dos bandos, ideológicamente opuestos, que cohabitaron en la España de 1936.

Narra secuestros, campos de concentración, la superación... ¿Hubo muchas manos tendidas por parte de un bando u otro?

Yo creo que había una sociedad con demasiados extremos, y los extremos son complicados. Creo que sí hubo una mayoría de gente que trató en momento difíciles de ayudarse.

Propone frente al odio, perdón y moderación ¿eso cómo se consigue?

Claro, porque solamente desde ahí se puede construir el futuro, olvidando los extremos e intentando ver en qué estamos de acuerdo. Si permanentemente nos estamos preguntando en qué nos diferenciamos o qué nos separa será muy difícil que lleguemos a un acuerdo. Por eso creo que, a los que no piensan como tú los debes conocer, pero no considerar como enemigos, sino que puedes pensar que hay gente que tiene sus razones para pensar así y lo que hay que intentar es convencerlos de las tuyas, pero sin tratar de imponerlas.

Habla del sentimiento de superación que tiene el personaje de su novela. ¿Ese sentimiento está sobre todo en nuestros mayores?

Creo que hay una parte del escenario político que cree que sólo obtiene rentabilidad de la división y la ruptura. Por eso miro con absoluta admiración a todos los que en los años 70 fueron capaces de ponerse de acuerdo en cómo mirar hacia delante. Nuestros mayores fueron capaces de ver que sólo ganaban si ganaban todos. Pero ahora hay sectores, sobre todo de la izquierda, que tratan de hacer ver que, quien no piensa como tú se convierte en alguien a quien odiar.

¿En qué momento se perdió ese eslabón?

A partir de la época en la que llega el Gobierno Rodríguez Zapatero; en ese momento se empieza a buscar la legitimidad de nuestra democracia, no en la Transición sino en la segunda República, y es mentira.

¿La mayoría de las personas pertenecían a esa Tercera España?

Soy un profundo admirador de Clara Campoamor y la introduzco en la novela con muchísima modestia y recomiendo estudiarla. En esa Tercera España creo que es donde se encontraban la mayoría de los españoles, lo que pasa es que muchos de ellos se vieron obligados a luchar.

¿Es la guerra civil el ejemplo de cómo el radicalismo puede dividir un país?

Sí. Discursos políticos irresponsables pueden dividir un país. Hay un personaje en mi novela que es un médico y estaba en el bando Republicano y tiene un hilo conductor. Hace muy responsable de todo a los líderes políticos quien a base de sus discursos buscan que la gente se enfrentara mientras ellos estaban en sus casas, tranquilamente.

¿Hay alguna manera de lograr una memoria común, sin echársela en cara?

Creo que la mayoría de los españoles estamos en esto. Sólo hay determinados líderes que intentan sacar rédito electoral de ello, lo cual es bastante pobre.

Cuando un político escribe novela... ¿Se le pone bajo la lupa?

Sí, al final te desnudas e incluso es fácil reconocerme en la novela. Tenía mucho miedo a eso. Pero es una historia para mis hijas, siguiendo lo que mis tías deseaban y así queda plasmado para que lo recuerden.