El consejero de Presidencia de Canarias pide actuar contra el monumento del escultor del Valle de los Caídos, protegido por el TSJ

El consejero de Presidencia, Justicia y Administraciones Públicas del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, ha reclamado al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife actuar contra la escultura de Juan de Ávalos en la capital chicharrera, que cuenta con medidas cautelares dictadas por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) insular.

Según el consejero, el Consistorio podría haber tomado una decisión al respecto desde hace tiempo.

Pérez acaba de presentar la Estrategia para la Memoria Histórica de Canarias, que incluye una treintena de proyectos y el despliegue de unos 1,2 millones de euros durante los próximos dos años. El PP se abstuvo en la votación en la comisión parlamentaria.

El conjunto levantado en 1966 obra del escultor del Valle de los Caídos está en el punto de mira por la Ley de Memoria Democrática, pero el Ayuntamiento de la capital isleña decidió no ejecutar la retirada hasta que esté completo en todo el archipiélago el catálogo de los vestigios del franquismo que elabora el Gobierno de Canarias.

También el Partido Popular y la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel mostraron su rechazo al catálogo, que fue aprobado por la Comisión Técnica de la Memoria Histórica con los votos en contra del alcalde, José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria), y del primer teniente de alcalde, Guillermo Díaz Guerra (PP), partidarios de un inventario para toda Canarias.

El consistorio ha optado por la vía judicial en un recurso al que se han sumado los de la asociación San Miguel Arcángel, la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces y las familias de dos de los damnificados, Francisco García Escámez, que fue gobernador militar de Gran Canaria, y el reconocido fotógrafo chicharrero Adalberto Benítez.

Fuentes de la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel muestran su “estupor” ante las declaraciones del consejero Julio Pérez, cuando el monumento está bajo el amparo del Tribunal Superior de Justicia. “Es una locura”, denuncian.

Mientras, el Real Casino de Santa Cruz de Tenerife con la colaboración de la Propia Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, celebró una mesa redonda sobre el patrimonio escultórico de Santa Cruz. Con la intervención de Juan de Ávalos Carballo, escultor, arquitecto e hijo de Juan de Ávalos Taborda, “considerado uno de los mejores escultores de grandes obras del siglo XX”; Antonio Barragán de las Cuevas, doctor en Bellas Artes, catedrático de Dibujo en la Universidad de Sevilla; Carlos Pallés Darias, arquitecto, experto en patrimonio, vocal de la Ponencia Técnica de Patrimonio arquitectónico del Gobierno de Canarias, y Sebastián Matías, arquitecto de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel.

“Con lleno” en el recinto, los ponentes expusieron los principales argumentos por los que el patrimonio escultórico de Santa Cruz de Tenerife, y muy concretamente el “Monumento a La Paz”, deben ser protegidos y no incluidos en el catálogo de vestigios franquistas del Gobierno de Canarias. En su opinión “debe ser considerado BIC (Bien de Interés Cultural) y protegerse, puesto que es patrimonio de los ciudadanos de ayer, de hoy y de los venideros. El arte es patrimonio de todos los españoles más allá de la ubicación física de la pieza”.

Más de 80.000 familias de la provincia de Santa Cruz de Tenerife aportaron en los años 60 fondos privados para su construcción, teniendo hoy el “Monumento a La Paz” un valor de tasación de 45 millones de euros.

Así mismo se concluyó que el monumento fue concebido “como un grito a la paz y un homenaje a los caídos más allá del bando por el que lucharon”, según estas fuentes.