
Terrorismo
El día que ETA asesinó a la persona que salvó la vida del pistolero cuando era niño
Se cumplen maañana 45 años de la muerte del concejal de UCD Ramón Baglietto al que disparó Cándido Azpiazu, salvado por el político de ser atropellado por un camión

Que los asesinos de ETA no tenían piedad...ni siquiera con los que les habían salvado la vida, no puede sorprender a nadie. Formaba parte de su fanatismo. Si los jefes de la “organización” ordenaban un asesinato, no había discusión. Ese nulo concepto de la humanidad se mantiene hasta hoy al negarse a colaborar para esclarecer la autoría desconocida de más de 300 asesinatos.
Mañana se cumplen 45 años del asesinato del concejal de Unión de Centro Democrático (UCD) en la localidad guipuzcoana de Azcoitia Ramón Baglietto Martínez, que había nacido en Bilbao en enero de 1936. Era dueño de una tienda de muebles en Elgóibar. En el momento de su asesinato tenía dos hijos de 9 y 13 años y era, al igual que su hermana Nieves, concejal del ayuntamiento de Azcoitia.
El 12 de mayo de 1980, salía de Elgóibar con su Seat 127 cuando un Seat 131, ocupado por Cándido Azpiazu y José Ignacio Ziazolaziagorragase puso a su altura y le dispararon con una ametralladora y una pistola. Su vehículo se empotró contra un árbol, y Azpiazu se bajó del 131. Al ver que no estaba muerto, le remató con un disparo en la cabeza.
Los terroristas emprendieron la huida y abandonaron el vehículo, pero fueron detenidos cinco días más tarde por las Fuerzas de Seguridad.
Curiosamente, Baglietto había salvado de morir atropellado por un camión a Azpiazu cuando éste era un niño, en un accidente en el que fallecieron la madre y un hermano del terrorista.
Cándido Azpiazu fue condenado a 49 años y dos meses de prisión, pero en 1990 le fue concedida la libertad condicional. Compró un local y montó una cristalería en los bajos del edificio de Azcoitia donde vivían la viuda y los dos hijos de Baglietto.
La viuda, Pilar Elías,, se unió a las listas del Partido Polpular, fue concejal por Azcoitia y demostró un coraje contra la banda terrorista que la convirtió en una de las referencias contra los pistoleros. Pero su drama no terminó el día que asesinaron a su marido. En 2020, declaró a LA RAZÓN que “esos sinvergüenzas no se van a arrepentir nunca. A mí no me han pedido perdón, y no lo van a hacer».
Había tenido que soportar que uno de los asesinos de su marido instalaba una cristalería debajo de su casa, como si cada día la quieran hacer recordar el crimen.
“Tengo que soportar que el Ayuntamiento (de Azcoitia) dé a los familiares de los asesinos para que vayan a visitarlos a las cárceles, pero a mi no me dan ni para ponerle flores a mi marido en el cementerio”. “No podemos sacar la basura, ni coger correspondencia, ni abrir la puerta” con libertad. La hermana de Ramón, Nieves Baglietto, abandonó el País Vasco ante las amenazas a que fue sometida por los proetarras.
Pedro Sánchez y Mercedes Chivite (en Navarra) deberían recordar estas cosas cuando reciben el apoyo de EhBildu.
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