Estrategia

Feijóo precipita su Congreso Nacional ante el "fin" de Sánchez

Comunicó a los barones su decisión antes de la reunión para evitar el ruido interno. Ayuso había pedido acelerarlo previamente

María Guardiola con Núñez Feijóo REMITIDA / HANDOUT por TWITTER MARÍA GUARDIOLA Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 12/05/2025
El presidente del PP con sus barones autonómicosEuropa Press

El paso adelante se ha acelerado después de un fin de semana en el que el partido se había convertido en un polvorín. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, había mantenido en secreto durante un mes su decisión de adelantar un año el Congreso Nacional de su partido para reafirmar su liderazgo y actualizar los estatutos e idearios del partido.

Hace días que lo había «valorado» con los expresidentes del PP José María Aznar y Mariano Rajoy. Con nadie más. El hermetismo ha sido tal que a los barones autonómicos les sorprendió el jueves enterarse por los medios de la intención de Feijóo de adelantar el cónclave. Durante el fin de semana no hubo respuestas a quienes llamaban a la puerta de Génova para encontrar luz. Una situación de interinidad que ha provocado especulaciones de todo tipo en el partido, sobre todo entre los sectores que llevan tiempo pidiendo a la dirección nacional que se celebre una ponencia ideológica y que se acometan cambios en el organigrama popular para preparar al partido ante un posible adelanto electoral.

Ayuso marca el paso

Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue la primera dirigente con peso en el PP que marcaba el paso a Génova y reclamaba –antes del anuncio– celeridad. «En el momento que hay runrún, conviene», presionó la líder madrileña en un desayuno informativo. Sus declaraciones comenzaron a correr en la sede nacional del PP y la posibilidad de que más líderes territoriales empezaran a emitir sus opiniones preocupaba en el entorno de Feijóo. Cinco barones autonómicos, tres presidentes de partido y toda la dirección del PP acudía a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional y tenía que superar la barrera de periodistas que se encontraban en la puerta de Génova. Para desactivar una nube de opiniones y el ruido interno, Feijóo fue llamando uno a uno a la mayoría de sus barones para dar la noticia antes de que los periodistas formularan la pregunta. Esto es, llamó a Ayuso después de sus declaraciones. También hizo lo propio con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, o con su homólogo en Andalucía, Juanma Moreno, así como con la presidenta extremeña, María Guardiola, o el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Tras esto, confirmó que el congreso se celebraría los días 5 y 6 de julio en Madrid y se garantizó así el cierre de filas de los líderes autonómicos en los tradicionales «canutazos». Y los titulares de los «susurros» de los barones a Feijóo quedaban neutralizados e incluso conseguían darles la vuelta al ir confirmando los presidentes su respaldo para adelantar el cónclave. Así lo aseguró Azcón: «La situación de incertidumbre en la que se encuentra el Gobierno de España requiere que el PP esté preparado y que esté preparado de una forma inminente», dijo. «Va a hacer lo mejor para el Partido Popular y para los españoles, teniendo en cuenta las actuales circunstancias que vivimos en este país», garantizó Mañueco.

Ya a puerta cerrada, el presidente del PP justificó su decisión. Feijóo está convencido de que el futuro de Pedro Sánchez está a punto de decidirse según el avance de los casos judiciales que afectan a Begoña Gómez –esposa del presidente– y a David Sánchez–, su hermano. «No va más», llegó a decir. Dibujó un escenario de caos total en el Ejecutivo y de dependencia extrema de sus socios. «El Gobierno pide permiso cada mañana a Waterloo para seguir existiendo», denunció.

Así, y ante sus reticencias a «fiarse» de Sánchez, que ha garantizado que no convocará elecciones de forma anticipada, Feijóo mandó a los suyos «estar preparados». «Tenemos que activar el modo futuro al 100% porque no hay un solo minuto que perder. Hay mucho que hacer y hay que empezar ya», les alentó. En su discurso, activó la maquinaria electoral para que todo el partido, en sus respectivos territorios, transmitan la sensación de fin de ciclo y de que el PP se encuentra listo para llegar a La Moncloa. «España necesita con urgencia un tiempo nuevo y tenemos que estar listos para liderarlo», aseguró. Será la próxima semana cuando el partido celebre la Junta Directiva Nacional para someter a consideración la propuesta. En el entorno de Feijóo justifican también la necesidad de «electorizar al PP». Y es que las elecciones en Castilla y León y Andalucía serán la primera ronda antes de unas generales. El momento del congreso es apropiado en julio, aseguran, para no «interferir en los procesos electorales».

Si bien el presidente del PP consiguió ese ansiado cierre de filas con su decisión, no logró calmar la incertidumbre en su dirección. El gallego, que comió con sus barones en los aledaños del cuartel general de Génova 13 tras el Comité Ejecutivo, no quiso desvelar los cambios que tiene en la cabeza sobre la estructura del partido. Eso sí, en este sentido sí que advirtió de que saldrán del congreso con un «equipo reforzado», pero evitó dar más detalles.

Hay quienes apuntan a una remodelación de calado y citan el nombre de Cuca Gamarra, actual secretaria general del PP. El presidente podría estar pensando en reubicarla en una Vicesecretaría. En las quinielas, el nombre de Miguel Tellado empieza a sonar con fuerza de cara a hacerse con el control del partido. También coge vuelo la figura de Ester Muñoz.