Exteriores

Gibraltar inicia controles aleatorios en la Verja

Picardo ve un «patrón» detrás de los últimos incidentes y advierte de que no harán descarrilar la negociación entre Bruselas y Londres

 Vista de la entrada a Gibraltar
Vista de la entrada a GibraltarA.Carrasco RagelAgencia EFE

El Gobierno de Gibraltar, ante las colas formadas en la Verja en la mañana de ayer, ha manifestado que «los últimos cambios introducidos por las autoridades españolas en la frontera no ayudan», por lo que han decidido hacer, «a regañadientes», controles aleatorios. Según han indicado a Europa Press, «Gibraltar ha iniciado el escaneado recíproco, de manera aleatoria, de la documentación de los ciudadanos no británicos».

Cabe recordar que el Gobierno gibraltareño pidió explicaciones el pasado 25 de agosto al Gobierno español por los controles en la Verja, diciendo el ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, que esperaba que «España mantenga su compromiso sobre fluidez» en la Verja como ha habido hasta la fecha.

Según denunció el Gobierno gibraltareño, los agentes españoles estaban procediendo a escanear «un número significativo de pasaportes, incluidos los de los titulares de la tarjeta roja de residente en Gibraltar e incluso de algunos ciudadanos españoles».

Por su parte, Picardo, en un comunicado oficial, señaló que había pedido explicaciones al Gobierno español y que «en caso de que no se obtenga ninguna explicación, o de que la explicación no sea razonable dadas las circunstancias, el Gobierno de Gibraltar actuará de forma recíproca y gradual a partir de la próxima semana», citando expresamente a los trabajadores transfronterizos.

En este sentido, incidió en que «esto significa que los trabajadores transfronterizos que no están cubiertos por el acuerdo de retirada deben asegurarse de que tienen documentos de viaje válidos disponibles para su inspección a la entrada en Gibraltar y aquellos que están cubiertos tendrán que demostrarlo mediante la presentación diaria de documentos de viaje y de identidad válidos».

Por otra parte, el ministro principal del Peñón ha indicado que las negociaciones entre la UE y Reino Unido sobre el acuerdo que regirá la relación entre el bloque y Gibraltar se retomarán una vez haya nuevo Gobierno en España y, aunque ha considerado factible cerrarlo antes de que termine el año, cree que es más probable que esto ocurra en el primer semestre de 2024.

En una entrevista publicada ayer por «Gibraltar Chronicle» recogida por Europa Press, indicó que la parte británica está preparada para «reanudar las discusiones y concluir las negociaciones tan pronto como haya un nuevo Gobierno en España».

El adelanto electoral había provocado la paralización de las conversaciones entre Bruselas y Londres para sellar el acuerdo que tiene su base en lo acordado entre el Gobierno español y el británico en la Nochevieja de 2020 y que busca la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar.

Picardo considera según estas declaraciones que «es posible (el acuerdo) para final de año» si bien «la primera mitad del próximo año es probable». En este sentido, defendió que dado que se trata de un «proceso iterativo», «no podemos convertirlo en rehén de un calendario autoimpuesto».

El ministro principal también habla de los incidentes registrados en el último mes, tanto en aguas próximas al Peñón, que España reclama como propias y por los que trasladó una queja formal a Reino Unido, como en la frontera, donde Gibraltar denuncia que los agentes españoles han modificado los controles, provocando largas esperas en la Verja. «Veo un patrón en las agencias que se están usando para crear estos focos, a los pequeños pescadores a los que se está poniendo para crear problemas y aparecen en la prensa española y los mismos antiguos políticos y diarios en España al frente de los ataques sobre Gibraltar», denuncia. «Todos sabemos quiénes son y qué están haciendo», añade, al tiempo que deja claro que «no triunfarán en hacer descarrilar las negociaciones» para un acuerdo que entre otras cosas conllevaría la supresión de la Verja.

Dado que Gibraltar no forma parte del espacio Schengen sería necesaria la realización de controles fronterizos tanto en el aeropuerto como en el puerto del Peñón. La idea que hay sobre la mesa es que agentes de la Agencia de Fronteras de la UE (Frontex) se desplieguen junto a la Policía española durante un periodo inicial de cuatro años, algo espinoso para Londres, que lo ve como una intromisión en su soberanía. En este sentido, preguntado en la entrevista sobre cuál sería el escenario en el que sería posible y aceptable una presencia española en el Peñón, Picardo dice que «un consulado español, reconociendo Gibraltar como una jurisdicción británica, sería bienvenido». «Cualquier otra presencia que esté basada en el reconocimiento español de nuestra soberanía, jurisdicción y control británico sería potencialmente aceptable», agrega. «De lo contrario, ni hablar», concluye.

Albares incide en la necesidad de una solución

El ministro en funciones de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, señaló ayer que los recientes incidentes con Gibraltar, entre ellos las colas en el paso fronterizo, demuestran «todavía más» la necesidad de alcanzar un acuerdo con el Reino Unido sobre la situación del Peñón tras el Brexit. Albares explicó que las colas de ayer se formaron porque en el lado español se habilitó un carril específico para vehículos de dos ruedas con el objetivo de dar «mayor fluidez» pero en el lado gibraltareño «no se han hecho las infraestructuras necesarias» y se produjo un «embudo».

"Todas esas circunstancias, como muchas otras a las que hemos asistido a lo largo de este mes de agosto, demuestran todavía más la necesidad de alcanzar un acuerdo entre España y Reino Unido", que determine la situación de Gibraltar tras el Brexit.

Para el ministro ese acuerdo debe crear una "zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar" y "solventar situaciones que son claramente absurdas y que, de ser resueltas, seria mutuamente beneficioso para Gibraltar y para el Campo de Gibraltar y sobre todo, para lo que a mí me guía en todo momento en esta negociación con el Reino Unido, los 270.000 vecinos del Campo de Gibraltar", concluyó.