Política

Operación Púnica

Granados recibió dinero «en bolsas» por las comisiones durante cacerías

Francisco Granados, tras su detención
Francisco Granados, tras su detenciónlarazon

Cacerías con alcaldes o personajes con influencia política, dinero que se llevaba en bolsa para el pago de comisiones. Y en todas ellas, la mesa la presidía el que fue número 2 del Partido Popular en Madrid Francisco Granados, quien comparecerá hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco tras ser detenido dentro de la «operación Púnica», relacionada con una presunta trama de corrupción vinculada a la adjudicación de contratos en distintos municipios.

En agosto de 2008, el que fuera director general de Operaciones y Estrategia de todo el grupo empresarial Dico, uno de los beneficiarios de esos contratos, David Javier Merino, comparece ante un notario de Madrid y entrega un manuscrito donde describe con minuciosidad todo el entramado en el que participaban distintas empresas constructoras cuando Granados era alcalde de Valdemoro (Madrid), situación que continuó con sucesivos regidores.

Hoy mismo, el sindicato Manos Limpias entregará en la Fiscalía Anticorrupción tanto ese manuscrito como otras actas de manifestaciones notariales que realizó y en las que dejaba constancia de que había «operaciones» de esa empresa que podían dar lugar a «responsabilidades»; pero que siempre actuaba, «sin excepción alguna», hasta que se dio de baja de la sociedad, bajo las órdenes «directas y concretas» de dos de los tres administrados, en concreto, de Julián J. y Francisco C., «quienes llevaban la dirección operativa» de las sociedades del grupo.

Sobre esta cuestión, Manos Limpias destaca que en ese manuscrito el grupo Dico invitaba a Francisco Granados y a su sustituto en la alcaldía de Valdemoro «a participar en grandes cacerías con todo tipo de lujo, donde se pactaban el reparto de las comisiones y los artificios contables para generar dinero B».

El dinero en bolsas

Al respecto, y según ha podido saber LA RAZÓN, a esas cacerías, la mencionada empresa llevaba el dinero «en bolsas». Este extremo fue confirmado a este periódico por el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, a quien se lo confesó el propio Merino. «Me lo dijo con total, y absoluta claridad y rotundidad, que se les pagaba de esa manera, y que las cacerías duraban todo el fin de semana»; dinero que «casi siempre» llevaban esos dos administradores y que en parte era por concesión de contratos en Valdemoro y el resto en otro municipio que concreta en el manuscrito.

Pero a esas cacerías no iba sólo Granados, ya que, según relata el ex director general del grupo Dico en el manuscrito que entregó en la notaría, también participaban otras personalidades relevantes en distintos ámbitos, así como el empresario David Marjaliza, considerado el socio de confianza del ex número dos del PP de Madrid. Es más, realizó un dibujo de una mesa especificando el lugar concreto donde se sentaba cada uno de los asistentes. La mesa la presidía Granados.

De hecho, David Merino relata que Granados había asistido «a casi todas o a todas» de esas cacerías que se celebraban, fundamentalmente, en una finca conocida como «La Parrilla», en el municipio toledano de Los Yébenes; aunque también acudió a otras de «ojeo de perdices» en otra finca de caza distinta, que también concreta en el manuscrito. Sin embargo, era en «La Parrilla» donde tenían lugar esas supuestas entregas de dinero.

Órdenes de la dirección

Junto a ese manuscrito, Manos Limpias entregará a Anticorrupción otras actas de manifestaciones de David Merino, en las que «de forma libre y por decisión propia» deja constancia ante notario de «determinadas actuaciones en cuanto a su colaboración, referente al tiempo en que fue apoderado del Grupo Dico» y las sociedades dependientes del mismo». Y ello porque, según consta en una de esas actas, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, era ya consciente –en agosto de 2008– de que existían «operaciones pendientes de liquidar» de las que se podían derivar «futuras responsabilidades» y en pos de salvaguardar su posición ante «situaciones que se puedan presentar». Dejaba claro que se guió por «las órdenes de la dirección de las empresas».