
Interior
La Guardia Civil ahorra balas ante la previsión de no recibirlas hasta 2027
El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska negó la idea del desabastecimiento pero la Guardia Civil estableció un plan para economizar la munición

La Guardia Civil adoptó medidas para garantizar el abastecimiento de balas tras la polémica anulación del contrato de munición con una empresa israelí, según un documento oficial al que ha tenido acceso LA RAZÓN. El reemplazo de este material no será una realidad hasta 2027 debido a los lentos procedimientos administrativos que han obligado a tomar decisiones para racionalizar su uso.
Esta información ha sido revelada en un escrito del Consejo de la Guardia Civil a la asociación Jucil que solicitó por escrito el 28 de abril información ante la "posible falta de munición por cancelación de contrato de suministro". Y es que desde que se conoció la anulación de este procedimiento de compra, la inquietud ha recorrido a los agentes.
En ese mismo documento, la Dirección Adjunta Operativa y del Mando de Apoyo del Instituto Armado rechazó informar a la agrupación sobre las infraestructuras y medios que lo agentes tienen para luchar contra la criminalidad organizada ya que están considerados como un asunto "secreto". "Dicho documento contiene información muy sensible que podría servir para detectar posibles vulnerabilidades de seguridad", argumentaron.

Sobre la polémica contratación de balas, el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial afirmó que tiene previsto el "inicio y publicación de un nuevo expediente anticipado en la presente anualidad". "Una vez publicado el expediente en la presente anualidad, se prevé que el suministro tenga lugar en el primer trimestre del año 2027", desvela el documento que ya pone una cifra al retraso ocasionado por la anulación del contrato anterior.
Uno de los detalles más llamativos de este documento son los pasos que se dieron tras el rechazo a la empresa de Israel. Y es que Fernando Grande-Marlaska afirmó este miércoles que el 29 de octubre de 2024 ordenó parar el procedimiento que ganó la sociedad ocho días antes. Mientras Interior estudiaba cómo frenar la contratación, la Guardia Civil ya estaba tomando medidas.
"Una reserva mínima de munición"
El 23 de enero de 2025 desde el Estado Mayor se "adoptaron medidas pertinentes para garantizar una existencia de una reserva mínima de munición para arma corta y arma larga". "La reserva operacional se encuentra en los almacenes del SAEP, mientras que la reserva táctica se encuentra a nivel unidad tipo Comandancia (almacenes del DAEP)", afirma el texto al que ha tenido acceso LA RAZÓN.
Según el escrito, el 17 de enero de 2024, ya se aprobó una modificación en las prácticas de tiro previstas (Plan Anual de Instrucción de Intervención Operativa) con la "finalidad de reducir los consumos de munición de calibre 9mm". A pesar de todos estos problemas, la Guardia Civil señala que durante el primer semestre de 2026 se entregará por parte de la empresa adjudicataria la munición que corresponde al lote de las anualidades de 2026 y 2027. Esto es un total 3.929.600 cartuchos.
Precisamente, en este mismo documento subraya que la decisión de resolver el contrato israelí "queda fuera del ámbito de las competencias de esta Dirección general de la Guardia Civil". Jucil recuerda que la anulación de la compra de munición se comunicó el 5 de noviembre de 2024 en un correo electrónico. Sin aportar detalles del motivo ni del impacto inmediato.

Asimismo, el 24 de enero de 2025, en un correo interno se recomendó reducir el consumo de munición en los ejercicios tipo "patio", "evidenciando un problema de disponibilidad generalizada que afecta directamente a la preparación y protección de los agentes". Desde esta asociación de guardias civiles se ha solicitado formalmente conocer el número de existencias actuales de munición y la fecha prevista para la convocatoria de un nuevo concurso de suministro.
La crisis de las balas
De la misma forma se ha pedido conocer las medidas previstas ante un posible agotamiento completo de la munición y las posibles repercusiones presupuestarias en caso de resolución contractual e indemnización al proveedor. Gracias a su insistencia se ha conocido que el nuevo expediente de suministro de munición se publicará a lo largo de 2025. Sin embargo, no se materializaría hasta el primer trimestre de 2027.
Una vez conocidos estos aspectos, Jucil ha trasladado su preocupación por las "consecuencias operativas y formativas que conlleva la falta de munición". "Especialmente en un contexto de aumento de la criminalidad organizada en zonas como el Campo de Gibraltar o la provincia de Barcelona", añaden en declaraciones a LA RAZÓN.
Al hilo de esto, aseguran que la falta de ejercicios reales de tiro impide la adecuada preparación de los agentes. Una circunstancia que afecta directamente a su seguridad y a la eficacia del servicio prestado a la ciudadanía. También proponen una aceleración de la contratación, medidas extraordinarias para garantizar el suministro inmediato en unidades operativas críticas y transparencia de que la resolución del contrato anterior no afectará negativamente al presupuesto de la Guardia Civil. "Esta situación, además, contraviene los principios de formación continuada y preparación mínima para el uso de armas de fuego exigidos por la normativa europea y nacional", lamentan tras la polémica generada por la compra de balas a Israel.
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