Terrorismo

La Guardia Civil vincula a Marta Rovira con la "coordinación" de la ofensiva de Tsunami Democrátic

Un informe remitido a la Audiencia Nacional en la investigación por terrorismo asegura que tenía un "conocimiento previo" de algunas actuaciones de la plataforma

La Guardia Civil vincula a ERC con Tsunami Democratic, a través de Marta Rovira, en la investigación por terrorismo que mantiene abierta la Audiencia Nacional contra esta plataforma que coordinó "la ejecución de acciones de gran envergadura que movilizaran a miles de personas y que comprometieran la estabilidad económica, social, empresarial e institucional de España" para conseguir la libertad de los "presos políticos", la amnistía y la autodeterminación de Cataluña.

Así lo pone de manifiesto el último informe del Servicio de Información de la Guardia Civil remitido al magistrado Manuel García Castellón -al que ha tenido acceso LA RAZÓN-, en el que considera que la actual secretaria general de ERC está detrás del usuario "Matagalls", a quien atribuye la "coordinación" de este movimiento "en lo relativo a la búsqueda de apoyos institucionales y de su partido político" y en "ciertas acciones de la plataforma", entre ellas la ocupación del aeropuerto del Prat (Barcelona) en octubre de 2019.

La investigación a Tsunami Democrátic está pendiente del informe final de la Fiscalía, que según las fuentes consultadas propondrá al instructor remitir la investigación, centrada ahora en ocho imputados, a los juzgados de Barcelona al rebajar la calificación de los hechos a un delito de desórdenes públicos agravados. Entre los investigados se encuentran el exdirigente de ERC Xavier Vendrell, el empresario Oriol Soler y el historiador Josep Lluís Alay, hombre de confianza del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

En una de esas acciones, la Guardia Civil afirma en su exhaustivo informe de más de 200 páginas que incluso "participa en el reclutamiento de gente para llevar a cabo la acción y por último, ejerce de enlace entre Tsunami y la "dirección", porque entre sus cometidos estaba defender "el proyecto de Tsunami ante las facciones que pudieran estar en contra".

"Estrategia planificada" contra el Supremo

La plataforma, precisan los agentes, "no surgió de forma espontánea, sino que fue el resultado de una estrategia minuciosamente planificada para protestar" contra la sentencia del juicio del "procés", erigiéndose como "una herramienta que sirvió como elemento desestabilizador y de presión política1 a través de la movilización social a gran escala".

El 2 de septiembre 2019, recuerda, Tsunami irrumpe en las redes sociales y "en poco tiempo recibió el apoyo directo de diversas y destacadas figuras del espectro político catalán, y líderes de referencia del movimiento independentista" como el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el líder de ERC Oriol Junqueras, "que la situaron en una posición preponderante, dotándola del peso suficiente para actuar como plataforma vehicular y canal oficial de comunicación de las movilizaciones".

Sin embargo, resalta que quien "más rápido retuiteó el primer mensaje de Tsunami" fue Marta Rovira -refugiada en Suiza y con cuentas pendientes con la Justicia española, aunque tras la eliminación de la sedición solo está procesada por desobediencia-, pues únicamente "tardó tres minutos en leer el tuit, retuitearlo, pensar un comentario y transcribirlo".

La Guardia Civil concluye que uno de los principales rasgos del movimiento "fue la constante conminación al Estado español para que éste claudicara ante las exigencias de la plataforma que no eran otras que: autodeterminación de Cataluña, libertad de los presos políticos y amnistía".

De la frontera al Clásico para "internacionalizar el conflicto"

La Guardia Civil apuntala ahora la calificación de las acciones de Tsunami como terrorismo, que según señala produjeron "una alteración grave del orden y de la paz pública en la que hubo momentos en los que se puso en riesgo la integridad física de los usuarios de la vía pública, así como la libertad y el patrimonio de muchos ciudadanos de Cataluña".

Una ofensiva que fue -continúa- planeada "premeditadamente y con una clara intencionalidad", la de "provocar grandes perjuicios económicos a las principales estructuras del sistema económico y, por ende, desestabilizar la economía española" con el bloqueo de los aeropuertos de Barcelona y Madrid y "aislar a España del resto de Europa" con el corte de la autopista AP-7 en la frontera con Francia o la marcha lenta que denominaron "operación Caracol" que consistió "en la ralentización del tráfico en la frontera de España con Francia" en Behobia (Guipúzcoa) o "internacionalizar el conflicto proyectando una imagen antidemocrática de España en el exterior", como sucedió con los actos de protesta durante la celebración del Clásico el 18 de diciembre de 2019 en el Nou Camp.