Congreso

¿Hay margen para una amnistía exprés antes del 27 de noviembre?

La reforma penal de la sedición tardó en torno a 40 días y la ley para eximir de penas a los independentistas podría tardar algo más de mes y medio

PSOE, Sumar, ERC, Bildu y PNV registran la reforma para usar lenguas cooficiales en debates y textos en el Congreso
PSOE, Sumar, ERC, Bildu y PNV registran la reforma para usar lenguas cooficiales en debates y textos en el CongresoEuropa Press

Carles Puigdemont no ha aclarado del todo si quiere que la amnistía se apruebe antes de la investidura de Pedro Sánchez. Todo apunta a que es así porque no se fía del PSOE y, por tanto, quiere asegurarse una cesión antes de dar los apoyos de Junts. Si bien, ¿es posible aprobar la amnistía antes de que venza el plazo para una repetición electoral? El plazo vence el 27 de noviembre, por lo que quedan 81 días por delante. Hay un precedente reciente que indica que se puede aprobar una norma a máxima velocidad: la reforma del Código Penal para suprimir la sedición y rebajar las penas por malversación, que tardó 42 días en tramitarse y aprobarse entre Congreso y Senado en la pasada legislatura. Sin embargo, en esta legislatura, el PSOE ha perdido la mayoría en el Senado, que está controlado por el PP, lo que puede impedir que se cumplan esos plazos tan rápidos.

En cualquier caso, lo primero de todo es la negociación entre PSOE y Junts y ERC. Hasta que no sean capaces de pactar los términos de la propuesta legislativa, tampoco podrá ser registrada en el Congreso e iniciar el recorrido parlamentario. A partir de ahí, una vez registrada, tiene que ser calificada por la Mesa del Congreso y habría que ver ahí cuál es la posición de los Letrados porque ya tumbaron una iniciativa en ese sentido en 2021. No obstante, en la Mesa hay mayoría progresista y eso facilitará que se califique favorablemente y la iniciativa empiece el recorrido parlamentaria.

A partir de ahí, al ser una proposición de ley (al no estar el Gobierno constituido, no puede enviar proyectos de ley al Congreso), la norma deberá superar seguramente tres plenos: el primero, para la toma en consideración; el segundo, para las enmiendas a la totalidad que previsiblemente presenten PP o Vox; y, el tercero para la aprobación del dictamen y envío al Senado. Es decir, probablemente, esto haga estirar la tramitación parlamentaria en el Congreso hasta tres semanas, sin tener en cuenta que debería pasar por Comisión (y eso conllevaría otra semana más).

Ya superada esa primera fase en el Congreso, el texto legal viajaría al Senado: si se tramita por la vía de urgencia, como es previsible, la Cámara Baja tendrá tan solo 20 días para enmendarlo o aprobarlo. Si no fuera por la vía de urgencia, tendría dos meses: con esos 60 días, haría prácticamente imposible que obtuviera luz verde antes del 27 de noviembre. En todo caso, la reforma penal de la sedición pasó por el Senado tan solo siete días (llegó del Congreso el 15 de diciembre y salió el 22 de diciembre del Senado).

Por tanto, con el PP con mayoría absoluta en el Senado, probablemente la ley esté más tiempo y se agote el plazo de los 20 días: y no solo eso, sino que la norma volverá al Congreso nuevamente porque introducirá enmiendas. Eso hará que se tenga que convocar una nueva sesión parlamentaria en la Cámara Baja y alargaría todavía más el proceso parlamentario. Más de 20 días no puede estar la norma en el Senado por lo que la capacidad del PP para frenar la iniciativa legislativa en la Cámara Alta es poca.

En global, por tanto, la tramitación y aprobación de la ley podría tardar en torno a 50 días, con lo que el PSOE y Junts tienen en torno a 30 días para pactar los términos. En todo caso, se antoja muy complicado que el PSOE ceda la amnistía antes de tener atada la investidura de Sánchez pese a que Puigdemont quiere ese hito como garantía ya que no se fía de los socialistas.

Lo que está prácticamente claro es que la amnistía obtendrá luz verde en los próximos meses porque así lo va a exigir Junts, pero no está claro cuándo. La vía exprés sí parece que tiene bastante margen porque quedan 81 días antes de que España corra el peligro de acabar en una repetición electoral, un fantasma que Junts agita para llevar al límite a los socialistas y forzar el máximo número de cesiones de Sánchez.