Tensión

La izquierda pide una tregua entre Iglesias y Díaz: “Es un suicidio”

La tensión ha escalado entre Podemos y Sumar. Actores implicados piden que los ataques cesen y los morados siguen enrocados. “Cerremos acuerdo ya”

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda DíazAlberto R RoldánLa Razón

Máxima preocupación en la izquierda al ver como la tensión entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz ha aumentado a solo un mes de las elecciones autonómicas. La situación generada a causa de la pugna por el poder en este espacio ha vuelto a acaparar todos los focos políticos y mediáticos y en vez de relajarse en aras de una confluencia de unidad, la situación ha escalado. La inquietud es tal que, partidos de izquierda llamados a pactar en adelante con Podemos y Sumar llaman a la calma y piden una tregua. “Es un suicidio”, resume el dirigente de uno de los partidos que muestra sintonía política con la también ministra.

Las apelaciones a la unidad, a evitar el ruido y a centrarse en la “política útil” han sido grandes mantras señalados en los últimos meses para tratar de limar asperezas en el espacio dividido de izquierdas. Sobre todo, en boca de la líder de Sumar. Una estrategia que ella misma ha cambiado ahora, después de que los morados le condicionaran su apoyo a un pacto bilateral. Este acuerdo no llegó en tiempo y forma y la dirección que dirige la ministra Ione Belarra se borró de la foto de unidad. Este hecho fue criticado por el resto de los potenciales aliados de la futura confluencia, como Más País, Compromís o los comunes que acudieron al acto sin una negociación previa.

Desde entonces, la relación entre ambas partes se ha enturbiado y el clima político, a día de hoy, es irrespirable. Varias declaraciones de la vicepresidenta han sentado muy mal en el cuartel general morado. El día siguiente a la presentación de su candidatura, la vicepresidenta aseguraba en una entrevista en “El País” que “no sería un fracaso” si Podemos concurriera por separado a las elecciones generales. Ello llevó a los morados a denunciar que la vicepresidenta era la que ponía en duda la unidad. Una semana después, en una entrevista en La Sexta, la también ministra cargaba contra el ex secretario general de Podemos, al que acusaba de “no dejar volar” a la nueva líder de Podemos, Ione Belarra, de ser un “cascarrabias” o, incluso, de insinuar que en las elecciones autonómicas votará a la candidata con la que el partido compite electoralmente: a Más Madrid. Este es el nuevo viraje de la líder gallega, que hasta ahora había evitado enfrentarse directamente con Iglesias, por ejemplo, al que siempre sorteaba sus críticas con una frase lapidaria. “Me estoy dejando la piel por mi país”, zanjaba.

La elevada tensión que se ha vivido esta semana es observada y analizada por el resto de actores políticos. No gusta, según fuentes de estos partidos, que el foco mediático se encuentre “continuamente” en la pugna entre Podemos y Sumar. Según explica una de las partes, que apoyó a la vicepresidenta en Magariños el día 2 de abril, los principales implicados en esta guerra deberían parar. Creen que el continuo cruce de acusaciones en público puede “desmovilizar al electorado de izquierdas” a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales. “Debemos esforzarnos de aquí a mayo, no podemos seguir hablando de nosotros mismos porque esto es un tiro en el pie”, advierten. Hasta personas afines a la vicepresidenta reconocen que no se esperaba el nuevo giro de guion que ha estrenado la vicepresidenta y que su última entrevista “no ayudó a construir unidad”. Aun con el poco optimismo que se palpa estos días en el espacio de izquierdas, todas las partes consultadas por este periódico, y que ven desde la barrera la guerra Podemos-Sumar, coinciden en señalar que deberán volver a la senda del entendimiento con el objetivo de no fracasar en las urnas.

En el espacio morado, una alta dirigente explica a este diario que la posición que ahora ha desvelado la vicepresidenta urge todavía más a un pacto “inmediato”. Reconoce que “hay muchas diferencias” entre Podemos y Sumar, y deja ver entre líneas que el objetivo que busca Sumar y el resto de los partidos es el de “matar a Podemos”. Ante este planteamiento, asegura esta fuente, la única opción es “hacer primarias abiertas y no pactos en despachos”. Según el análisis morado, hablar de la vida orgánica de los partidos de izquierda y de sus “trapos sucios” no es beneficioso. “Las cuestiones internas nos alejan del electorado”, explican. Algo de lo que Podemos tiene experiencia, que es el principal partido que siempre ha acaparado focos mediáticos por las luchas de poder entre dirigentes. La pugna Iglesias-Errejón es el primero de muchos ejemplos. El partido promete rebajar el ruido si se “cierra un acuerdo ya”, sin embargo, no se prevé un principio de acuerdo hasta verano, después del 28-M.