Gobierno

Podemos abre nuevos frentes para intentar aislar la polémica por el "solo sí es sí"

Los morados quieren apartar el foco del «solo sí es sí» y redoblan la presión con leyes olvidadas

Podemos sigue haciendo equilibrios para evitar quemarse. Con un pie en las instituciones y otro en la calle, que resumen siempre dirigentes del partido. Y en ese camino de espinas, los morados buscan seguir siendo el partido que desde dentro del Gobierno critica todo lo que no llegar a hacer desde dentro del Ejecutivo.

Los morados buscan encapsular la polémica del «solo sí es sí» que lleva semanas afectando especialmente al Ministerio de Igualdad y, por ende, a Podemos. Así, el partido morado ha diseñado una hoja de ruta con la que liderar nuevos frentes con el PSOE para limitar el impacto por la ley y desviar el foco que más les daminifica. El coste electoral por una ley que ha acabado rebajando condenas a agresores sexuales e incluso con excarcelaciones no ha sido calculado en el partido, porque, aseguran que el electorado de izquierdas respalda la ley de Igualdad y que ello es lo que se testa en los actos que el partido celebra los fines de semana. Sin embargo, el giro de guión es claro. El partido quiere desviar el foco. En ese sentido, los morados recuperan banderas con las que seguir elevando el tono y diferenciarse de su socio –en año electoral–. Continuar marcando a los socios para dar la imagen de que ellos son los que «obligan» al PSOE a aprobar las transformaciones sociales ha sido una constante en la relación PSOE- Unidas Podemos durante toda la legislatura.

Ayer, el partido redobló la presión con el PSOE al reclamarle que desatascara hasta siete leyes en el Congreso de los Diputados. No es la única ofensiva que los morados tienen prevista esta semana. Defenderán una proposición de ley en el Parlamento para otorgar la nacionalidad a los saharauis nacidos en esta región bajo soberanía española. Una iniciativa que se debatirá pocos días después de celebrarse la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos. Los morados siguen rechazando la nueva posición de la parte socialista del Ejecutivo respecto al Sáhara Occidental. Hay más. Podemos terminará la semana con una nueva demostración de fuerza. Reunirán a partidos de la izquierda española e internacional para reclamar una solución diplomática a la guerra en Ucrania en vísperas de que se cumpla un año del conflicto bélico.

En cuanto a las leyes que duermen en el Congreso de los Diputados, los morados reclaman desbloquear normas que ya han sido avaladas por la mayoría del Congreso de los Diputados y que siguen en trámite de enmiendas. Entre las siete que reclaman los morados suman hasta 500 prórrogas. Estas son, la ley de bebés robados, ley de secretos oficiales, de salud mental, de morosidad, de libertad de expresión, la de seguridad del paciente y la ley para garantizar una vida digna de los enfermos con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En el partido dicen no comprender a su socio por no reactivar los trámites para su aprobación definitiva. «No se entendería que no se produjeran avances en estas materias antes del final de la legislatura teniendo en cuenta de que la mayoría del Congreso ya ha apoyado la toma en consideración de estas leyes», explican. En paralelo, consiguen el aval de los aliados para sumar fuerzas en un momento donde cada apoyo es mirado muy de cerca para la batalla final que se vivirá en el Congreso con la reforma de la Ley del «solo sí es sí». Los socios quieren cambiarla, pero piden consenso a PSOE y Unidas Podemos.

Los de Ione Belarra permitirán hoy con sus votos que la mesa del Congreso califique la propuesta del PSOE para modificar la ley de Igualdad. Según explican en el grupo parlamentario, ninguna iniciativa decae ahí, aunque no cuente con el aval de un grupo. Pero, ello no conduce a un «sí» al PSOE en la tramitación urgente de la ley. Igualdad pidió este fin de semana una reunión al PSOE para buscar vías para llegar a un acuerdo y, según explican fuentes de Igualdad, no ha sido contestada. El objetivo de la ministra de Igualdad era tratar de llegar a un acuerdo antes de que la negociación de la ley se traslade al Congreso. Al partido no le ha gustado la actitud de los socialistas de relegar al Parlamento una negociación que creen que primero debía haberse resuelto en el seno del Gobierno. Entienden que así se busca «dividir» a los aliados parlamentarios. De ahí la reacción de los morados de pedir que se desbloqueen leyes clave que han sido solicitadas por los socios en el Congreso. Fuentes de Igualdad aseguran que «hay posibilidades» para llegar a un acuerdo, manteniendo el consentimiento en el centro de la Ley y sin volver al Código Penal anterior que recupera la violencia y la intimidación.