Negociaciones
El PSOE ultima el acuerdo con Puigdemont
Sánchez rehabilita y legitima al expresident fugado en la fase final de las negociaciones con Junts. El viernes Armengol podría dar la fecha
En el PSOE tildan esta semana de negociaciones como la «definitiva» para encarar el futuro más inmediato, superar el examen de la investidura y para ello están determinados a emplearse a fondo y saltarse ya todos los tabúes que implicaba hasta ahora pronunciar la palabra amnistía o interlocutar de manera directa y pública con el expresident fugado, Carles Puigdemont. Los pasos que se van dando confirman que la negociación con Junts avanza ahora rápidamente después de semanas que las conversaciones entre los equipos negociadores encallaban o se enturbiaban con órdagos por la parte independentista, como cuando exigió la vía del referéndum de independencia para firmar el «sí» a Pedro Sánchez. Este fue, un punto de inflexión, según reconocen fuentes negociadoras, que estuvo a punto de echar por la borda la investidura de Sánchez.
Ahora, quedan lejos estos días y «la pantalla», según definen en el PSOE es la de cerrar los acuerdos pendientes con los partidos independentistas. Y hay dos claves que afloran en una negociación de vértigo que está por cerrar de manera inminente. Ayer, el PSOE envío a su secretario de Organización, Santos Cerdán, a Bruselas para reunirse con el expresident fugado de Cataluña, Carles Puigdemont en las dependencias del grupo de Junts en el Parlamento Europeo. Es un paso más hacia la investidura de Pedro Sánchez y que confirma la inmediatez del pacto con Junts. Una cita que estaba prevista por el PSOE desde el principio de la negociación pero que se ha ido retrasando en el tiempo con el objetivo de dejarla para el momento decisivo en las negociaciones, el tiempo de descuento. En la reunión, a la que también acudió, por parte de Junts, Jordi Turull, ambos equipos negociadores constataron que el «encuentro presencial» se enmarcaba en las «conversaciones que mantienen ambos partidos para las condiciones de una eventual investidura» y «reelección» de Sánchez. En un comunicado conjunto, PSOE y Junts, coinciden en destacar que las negociaciones «avanzan en la buena dirección» y se emplazan a «seguir hablando en los próximos días».
La fotografía entre la delegación socialista y la de Junts es clave y se entiende como un símbolo para normalizar las relaciones entre ambos, así como da cuenta de la hora final de las negociaciones. La amnistía es algo ya que gana enteros en todas las conversaciones, a esperas de determinar si la ley se presentará antes o después de la investidura, que, a todas luces, se celebrará la próxima semana.
La otra de las llaves está en el Congreso de los Diputados. Será este viernes cuando la presidenta Francina Armengol reúna a la mesa del Congreso y a la Junta de Portavoces. Ahí, si todo va como Moncloa prevé, la expresidenta de Baleares podría dar a conocer la fecha del debate de investidura. Un día antes de que termine la consulta del PSOE a su militancia y seis días después de que el propio Pedro Sánchez ya haya cambiado su hoja de ruta y haya pasado de considerar un tabú la palabra amnistía a defenderla de manera férrea.
Y es que el propio líder socialista comenzó este fin de semana a esbozar la exposición de motivos de la amnistía. Primero dio cuenta ante sus barones de la necesidad de defender la amnistía y eso mismo hizo ayer con una carta a la militancia en la que pedía tener las manos libres para el último tramo de las negociaciones. La orden es ahora hacer pedagogía con la medida para convencer a los independentistas y es por eso que el presidente del Gobierno fue más nítido que nunca.
«La experiencia nos dice que es el camino correcto», expresó en una misiva dirigida a los 172.600 militantes socialistas, que son los que pueden votar de manera telemática hasta este sábado en la consulta formulada por el partido en la que se les pregunta si apoyan el acuerdo para formar gobierno con Sumar y también se les pide autorización –esta vez sin nombrar la amnistía– para «lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria».
En la carta, Sánchez justifica la necesidad de la amnistía al necesitar una «mayoría parlamentaria aun más amplia» para seguir en Moncloa. A su juicio, esa mayoría, demanda, «seguir avanzando en el reencuentro para superar las heridas aún abiertas, producto de una crisis que los socialistas heredamos al llegar al Gobierno».
El PSOE tiene la «convicción» de que la amnistía «contribuirá a ello». Según su diagnóstico, Cataluña «está »lista para el reencuentro total», como acredita, a su juicio, «el hecho de que el 80% de la sociedad catalana pida seguir avanzando esta vía». El presidente del Gobierno vuelve a repetir las palabras que escogió para conseguir el aval de sus barones autonómicos el pasado sábado. «En el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la convivencia entre los españoles, defiendo la amnistía en Cataluña por los hechos acaecidos en la década pasada», escribe en la citada misiva a su militancia.
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