Elecciones catalanas

Puigdemont y Comín dejarían el acta para que Sánchez sea elegido

Torrent mantiene hoy la ronda de consultas tras el portazo de la CUP a Sánchez y con la amenaza de nuevos comicios.

Josep Rull y Jordi Turull a su entrada ayer a la reunión del consell nacional del PDeCAT celebrada en Barcelona para fijar la postura de su partido ante la semana decisiva que empieza para Cataluña.
Josep Rull y Jordi Turull a su entrada ayer a la reunión del consell nacional del PDeCAT celebrada en Barcelona para fijar la postura de su partido ante la semana decisiva que empieza para Cataluña.larazon

Torrent mantiene hoy la ronda de consultas tras el portazo de la CUP a Sánchez y con la amenaza de nuevos comicios.

La decisión de la CUP de abstenerse en una hipotética investidura de Jordi Sánchez ha bloqueado de nuevo la política catalana. Con la abstención de los independentistas, Sánchez, en caso de poder presentarse, no obtendría la mayoría porque los 64 votos independentistas son insuficientes frente a los 65 contrarios a Sánchez. Los Comunes han rechazado abstenerse, por lo que sus votos se sumarían al bloque constitucionalista de PP, Ciudadanos y PSC. Con este panorama, Roger Torrent, el presidente del Parlament, iniciará una ronda de contactos con todas las fuerzas hoy, a sabiendas que el Tribunal Constitucional decidirá esta semana, puede ser incluso hoy mismo, sobre el recurso de amparo presentado por los socialistas para que empiece a correr el reloj de la investidura y comiencen a transcurrir los dos meses previstos para investir un presidente de la Generalitat. Carles Puigdemont, mientras, ha amenazado con nuevas elecciones ante el desplante de la CUP, pese a que es una escenario que no convence en el PDeCAT.

El independentismo vuelve a abrirse en canal ante cuatro posibilidades: unos nuevos comicios; cambio de candidato para favorecer un nuevo consenso; renuncia de su escaño por parte de Toni Comín y Carles Puigdemont; o desobediencia activa de los dos de Bruselas votando en el pleno. La decisión no está tomada a tenor del silencio sepulcral del independentismo durante este fin de semana o de las posturas encontradas, pocas, que se han manifestado. ERC ha guardado extremo silencio. Sólo Torrent ha dado el paso delante de mantener una nueva ronda de consultas con el fantasma de una convocatoria electoral en el horizonte. El viernes pusieron a Oriol Junqueras como candidato, aunque el sábado por la mañana se avinieron a apoyar a Jordi Sánchez. Un cambio de postura meramente táctico a la espera de la posición de la CUP, y muy relacionado con la marcha de las negociaciones, que están bloqueadas y que han vuelto a aplazar la posibilidad de hacer hoy lunes un acto de reconocimiento al «presidente legítimo» en Bruselas. Los republicanos acarician la idea de proponer a Junqueras que, tras el anuncio de los Comunes de no dar apoyo a Sánchez, pero abriéndose a la abstención con un candidato republicano, pone a los de ERC en buena posición ante el nuevo pulso que se avecina.

El círculo cercano a Puigdemont descarta nuevos comicios porque sería «un fracaso espectacular», en un fin de semana bastante silencioso. Josep Rull, uno de los negociadores con ERC, ha afirmado que no contemplan la posibilidad de cambiar de candidato y tampoco que Puigdemont y Comín renuncien a sus escaños para que, corriendo la lista, Junts per Catalunya y ERC tengan los 66 votos necesarios para investirlo. Rull ha sido fuertemente interpelado sobre la de las negociaciones en el Consell Nacional del PDeCAT. De hecho, «se ha salido como ha podido ante las críticas que ha recibido», afirman fuentes presentes en esta reunión. Rull y Turull han sido increpados por negociar un acuerdo «desequilibrado entre el poder que ostentaría el PDeCAT y ERC en el nuevo gobierno».

Sin embargo, la posición de Rull no parece sólida. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, la opción de que Puigdemont y Comín cedan su escaño «es un repliegue táctico. Se mantendrían sus atribuciones en Bruselas y se podría investir a Sánchez, siempre y cuando pueda acudir a su investidura con permiso judicial». Esta fórmula evitaría lo que se ha plasmado en el Consell Nacional del partido de Puigdemont: «Se ha acabado la paciencia con la CUP. No les daremos más protagonismo. Si se opta por cambiar el candidato para darles satisfacción cometeremos un error», apuntan fuentes de los postconvergentes. Marta Pascal, la coordinadora general, lo ha ejemplificado en su intervención con un «basta de enviar gente a la papelera de la historia», en clara referencia a lo sucedido con Artur Mas por la presión de la CUP.

Los independentistas antisistema han devuelto la pelota. No se consideran culpables de abrir la posibilidad de un nuevo escenario electoral porque «ERC y JxC tienen otras posibilidades a su alcance», dijo el diputado Vidal Aragonés. De momento, no hay más cambios, aunque la posibilidad de plantear un nuevo candidato por parte del soberanismo no es descartable. Eso sí, siempre que cumpla un mínimo de constituir un gobierno fuerte. Pascal ha rechazado la posibilidad de actuar en «desobediencia y unilateralidad», en un claro aviso a los antisistema, pero también a algunos colaboradores del núcleo duro de Carles Puigdemont que mantienen la tesis de «enfrentamiento constante con el Estado para obligarlo a negociar».