Análisis

¿Por qué desaparecen los partidos de centro?

Expertos apuntan a que, aunque la mayoría del electorado es templado, el castigo del sistema a los partidos minoritarios y los cambios de opinión suponen un lastre

Restos de carteles electorales de la campaña de Ciudadanos en Madrid
Restos de carteles electorales de la campaña de Ciudadanos en Madridlarazon

Ciudadanos llevaba mucho tiempo siendo un barco a la deriva achicando agua. Se resistía al hundimiento, mientras veía cómo muchos de sus perfiles más conocidos saltaban del partido antes del naufragio. En la debacle final la que fuera lideresa del partido, Inés Arrimadas anunciaba también su marcha de la política. Mientras, algunos críticos en las filas naranjas se muestran «abochornados por las decisiones que la nueva Ejecutiva ha ido tomando. Pero, ¿por qué partidos como Ciudadanos, con las ideas que representan, no logran perdurar?

Pasó con UCD, CDS, UPyD y ahora Cs. Todos de alguna manera terminaron siendo fagocitados por las dos principales fuerzas políticas. El Profesor Titular de Derecho Constitucional y Ciencias Políticas y Coordinador del Grado en Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Valencia, Federic Mertens de Wilmars, destaca que Cs al igual que UPyD «no lograron implantarse porque el paisaje político español, tradicionalmente ha sido bipolarizado entre la izquierda moderada (PSOE) y la derecha moderada (AP-PP)», lo que hace más complicado que una opción bisagra pueda perdurar.

Para Narciso Michavila, sociólogo y presidente de GAD 3, Ciudadanos «ha terminado como en España terminan todos los partidos de centro, como terminó UCD, CDS, el partido radical en la Segunda República o el de O´donnell -Unión Liberal-». ¿Por qué? «La mayoría del electorado es de posiciones templadas, pero al final hay tensión. Si se van a la izquierda, pierden a la derecha. Y si se van a la derecha, pierden a la izquierda. Es algo que les ha pasado siempre además de que el sistema electoral español castiga siempre a los minoritarios».

En Ciudadanos han insistido en la última etapa del partido en que son «liberales» y miran a partidos con la misma ideología en Alemania que desaparecieron del Parlamento y volvieron a resurgir incluso llegando a gobernar, como un modelo a seguir. Sin embargo, Mertens de Wilmars apunta que «difícilmente podemos comparar España con Alemania porque Alemania tiene un paisaje político multicolor, con la influencia proporcional que le hace poder desaparecer y volver a aparecer en el escenario político. Mientras, en España, hay una cierta cristalización de los dos grandes partidos a no ser que haya un evento mayor que haga que un movimiento de ciudadanos se convierta en un partido político como fue Podemos en su momento», por lo que no ve que se pueda hacer una homologación de ambos países sobre la perduración de esos partidos.

El secretario general de Cs Adrián Vázquez defendía en los últimos días de la campaña municipal y autonómica que no habían cometido «errores» pero la herencia recibida de la acumulación de ellos les hizo imposible una remontada. «El error garrafal de Cs es el de no haber tenido una línea clara en términos de orientaciones políticas y de actuación política. Tanto en la estrategia como en las tácticas» que habrían desconcertado a su electorado en general, destaca el profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales Mertens de Wilmars. Apunta que uno de los errores «garrafales» que se le atribuyen a Albert Rivera fue el hecho de haber rechazado entrar en un gobierno con Pedro Sánchez. Muchos le vieron como el «rescatador» para evitar los pactos con Podemos y «decepcionó que se escorara tan a la derecha, despersonalizándose», apuntan fuentes consultadas. Al mismo tiempo, a Arrimadas no se le perdonó el «abandono» de un territorio donde logró ser el partido constitucionalista con más votos, Cataluña. Después vendría la moción de censura en Murcia, el intento de la misma en Madrid, el apoyo a la ley del «solo sí es sí» de Irene Montero que rebajó la pena de violadores y pederastas con la crisis interna que produjo, sus apoyos a políticas sanchistas... Algo que hizo que, ni la buena gestión de miembros naranjas en los gobiernos autonómicos en los que estuvieron en coalición fuera tenida en cuenta.

El experto en oratoria, Fernando Miralles apuntó en una entrevista en LA RAZÓN que los errores que no se deben cometer en el arte de la palabra, sobre todo en política es el hecho de «cambiar de opinión» algo les arrastra al hundimiento. Es algo que, apuntó, ha penalizado tanto a Podemos como a Cs.

Tras el hundimiento naranja que les borró de todos los parlamentos autonómicos donde concurrían a las elecciones –solo conservan un diputado en Castilla y León y uno en País Vasco que no celebraron comicios- y tras el anticipo de elecciones generales para el próximo 23 de julio han tomado la decisión de no concurrir. Y es que la única opción posible que tenían para ello, Inés Arrimadas fue una de las que más claro tenía que no se podía ir a una debacle final y que había que tomarse un tiempo. Pero ¿un partido que no tiene representación parlamentaria puede resurgir en unos comicios europeos?

Según el profesor de Relaciones Internacionales y sociología «en la teoría puede ser» y apunta que, «en la práctica ha ocurrido en algunos países como Francia, Italia e incluso en Alemania». Pero, advierte de que «es muy difícil porque hay muchas conexiones, demasiadas, entre el escenario nacional y el europeo».

Además, hay que tener en cuenta que, aunque hayan realizado durante cinco años un buen trabajo en el Parlamento Europeo es más complicado que trascienda al electorado porque está más desconectado de todo lo de la UE, aunque aún hay margen.

Michavila indica que «cuando ya no es capaz de presentarse en unas generales en unas europeas es imposible». «Cs sigue la misma tendencia de todos los fenómenos que crecen muy rápido. Con la misma facilidad que crecen, mueren». Además, destaca que son partidos «presidencialistas». Ciudadanos era Albert Rivera y Arrimadas en Cataluña. Le ha pasado al PRC que, sin Revilla, habrá muerto. Todos los demás, han sido partidos personalistas como lo fue Rosa Díaz, como le pasará a Vox con Santiago Abascal o al partido que impulse Macarena Olona.