Sevilla

Rajoy se rearma frente a Rivera

Pondrá al PP en clave electoral con «ánimo de victoria» ante el nerviosismo por las encuestas. Sabe que el debate de la sucesión se ha abierto, aunque será él quien marque su futuro tras las elecciones autonómicas y municipales.

Rajoy se rearma frente a Rivera
Rajoy se rearma frente a Riveralarazon

Pondrá al PP en clave electoral con «ánimo de victoria» ante el nerviosismo por las encuestas. Sabe que el debate de la sucesión se ha abierto, aunque será él quien marque su futuro tras las elecciones autonómicas y municipales.

Todos los cargos nacionales y territoriales del PP se reunirán el próximo fin de semana en Sevilla bajo una agenda diseñada por Génova con el objetivo de lanzar una mensaje de revitalización del partido en un momento en el que el Gobierno tiene por delante el reto de conseguir los apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 y combatir además la presión de Ciudadanos (Cs) en las encuestas. La puesta en escena la han dirigido a recuperar espacio en el terreno social y enarbolar la bandera de que el PP ha sido el partido que ha parado la amenaza secesionista en España, dos espacios en los que la formación de Albert Rivera les está comiendo terreno, e incluso rentabilizando aparentemente más que el Gobierno la gestión del órdago de Puigdemont.

Pero más allá de los mensajes y del intento de presentarse como un partido con ideas nuevas y «fiel a sus principios», el sentido de la Convención Nacional de Sevilla es, principalmente, de autoafirmación y de rearme de la moral interna en un momento en el que las bases de la organización popular han entrado en depresión por la insistencia de las encuestas en anunciar que Ciudadanos sigue creciendo a su costa. Mientras que cada día crece también la tensión electoral con la vista puesta en los comicios andaluces y en las autonómicas y municipales de 2019.

Por tanto, en el PP reconocen que casi más importante que los mensajes que queden para la calle es «el objetivo de animar a la tropa y activar la maquinaria electoral con moral de victoria». Génova ya ha puesto en funcionamiento el motor andaluz, haciendo incluso la excepción de autorizar a su líder, Juan Manuel Moreno, a resolver las candidaturas con la excusa de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no les pille con el pie cambiado con el adelanto electoral. En todas las organizaciones territoriales hay nervios y presiones a la dirección nacional para que se nombren también ya a los candidatos, pero salvo el caso andaluz parece que Mariano Rajoy no tiene la intención de dejarse llevar por esas presiones y esperará aún unos meses antes de abrir el proceso. Incluso para las capitales de provincia más disputadas y en las que el PP quedó descabezado tras los malos resultados de los comicios de 2015.

Los ánimos dentro del PP no están en sus mejores momentos, pero en esta Convención Nacional no habrá ninguna alusión a la sucesión de Rajoy. Es un tema cada vez más presente en las conversaciones internas del partido, y cada vez son más los dirigentes que se inclinan por pensar que el líder popular dará por cumplida su etapa con los ochos años de mandato y dará paso al relevo. Rajoy no ha dicho ni media palabra, aunque haya tanteado muy informalmente a algunos de sus colaboradores más cercanos, y la impresión en ese núcleo duro es que la decisión dependerá también de cómo salgan las elecciones autonómicas y municipales. Dicen, además, que antes no habrá ninguna noticia y que el partido se presentará, en cualquier caso, a esas elecciones bajo el liderazgo de Rajoy. La Convención, máximo órgano entre congresos del partido, marcará el camino en esa línea. No hace falta instrucción interna para que todos los dirigentes lleguen a Sevilla con la lección aprendida y dispuestos a colaborar en el cierre de filas alrededor del presidente. A pesar de que los movimientos de algunas de las partes interesadas en la sucesión de Rajoy son cada vez más evidentes, y de que cada vez se hable más de esta cuestión frente a la pasada legislatura en la que nadie se planteaba que Rajoy fuera a dar un paso al lado, es unánime, asimismo, la sensación de que es un debate que no conviene alimentar porque debilita al Gobierno y que «en estos momentos la mejor alternativa a Rajoy es Mariano Rajoy». Lo que no quita para que también haya más voces que reconocen internamente que el recambio del «número uno» puede ser quizás un revulsivo «si el desgaste de la marca se mantiene». «Rajoy sabe lo que se dice en el partido y lo que se hace. Su punto de apoyo es Maillo, en el día a día, y aunque no diga nada sabe perfectamente de qué pata cojea cada uno y cada una». La explicación es de un ministro veterano y con la carrera política más que cubierta.

Con el ex presidente del Gobierno José María Aznar fuera del partido, aunque mantenga su militancia de base sin más cargo representativo, uno de los focos de interés de este cónclave será la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por la polémica sobre su máster universitario. Génova ha preparado cuatro mesas de debate, sobre la Constitución, sobre empleo y pensiones, sobre seguridad y libertad y sobre políticas sociales. Los presidentes autonómicos participarán en la mesa sobre el modelo territorial y el futuro de la Constitución. Esta semana la presidenta madrileña tendrá que dar explicaciones en un Pleno extraordinario en la Asamblea de Madrid sobre el máster de Derecho Autonómico en la Universidad Rey Juan Carlos y el viernes ya entrará en la agenda de la Convención de Sevilla.

Por su parte, Rajoy y su plana mayor aprovecharán para trasladar el mensaje de que «no hay que dejarse desanimar por las encuestas porque están hechas en un momento político sin tensión electoral y queda todavía mucho tiempo hasta que llegue el examen electoral». También pasarán al ataque contra Ciudadanos. El acuerdo sobre los Presupuestos es un «matrimonio de conveniencia» y así se ha visualizado en su puesta en escena, donde han llamado más la atención las zancadillas que se han intercambiado que los puntos de acuerdo en materia económica y fiscal. Y, por tanto, ese acuerdo presupuestario no será excusa para que el PP desaproveche esta ocasión para ponerse en valor en aquellos puntos en los que los de Rivera han entrado a morderles al cuello. La respuesta vendrá con banderas como la prisión permanente revisable o la venta del gasto social que incluyen los Presupuestos.

El PP quiere remozar su imagen «con guiños a la clase media, a las familias y a los jóvenes».

Candidatos a la espera

Aunque los nervios crecen en las organizaciones territoriales del PP para que la dirección nacional nombre ya a los candidatos de cara a las autonómicas y municipales, Rajoy esperará aún unos meses para abrir ese proceso. El verano parece un punto de inflexión en este sentido y algunas voces apuntan a que será antes cuando se conozca ya el nombre de los designados para Valencia y Madrid, dos de las plazas más importantes para los populares.