Comité Federal

Sánchez dice que tiene "el corazón tocado" pero que seguirá liderando el PSOE porque es su "deber"

El secretario general del PSOE se ha dirigido a su Comité Federal con poca autocrítica y sin asumir responsabilidades ante la corrupción del partido.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha eludido asumir cualquier responsabilidad por los casos de corrupción en el PSOE. Ha asegurado tener "el corazón tocado", pero también ha dicho que seguirá al frente del partido por una cuestión de "deber".

"Es hora de mostrarle a la ciudadanía de qué estamos hechos los socialistas, yo soy consciente de mi deber", ha asegurado. "Me elegisteis capitán y un capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal y salvar el rumbo", ha añadido.

Sánchez ha hablado este sábado ante el Comité Federal del partido, que se ha reunido en la sede del PSOE en Ferraz. El contexto no podía ser más complicado para el presidente del Gobierno tras los escándalos de corrupción, a los que este mismo sábado se ha juntado una denuncia contra Francisco Salazar, del núcleo de confianza de Sánchez, por presuntos comportamientos sexuales inapropiados.

A pesar de todo ello, Sánchez ha eludido asumir cualquier tipo de responsabilidad política y se ha vuelto a dibujar como un líder que tiene que seguir al frente del partido y del Gobierno para frenar los avances de la derecha y la ultraderecha.

"Comparezco con el corazón tocado y la determinación intacta y con las mismas ganas de plantar cara a la adversidad y volver a superarlo. Nosotros vamos a seguir avanzando, no vamos a rehuir este desafío", ha dicho.

"Me equivoqué al depositar la confianza en personas que no la merecían. Pero, con la misma convicción, os digo que no vamos a fallar en lograr esa regeneración democrática", ha añadido. "No somos como la derecha o la ultraderecha, ni somos como los corruptos que han manchado nuestras siglas", ha añadido.

Sánchez ha comentado ante el Comité que le va a proponer 13 medidas "para combatir y castigar la corrupción", que previsiblemente serán aceptadas. Aunque no las ha detallado todas, ha explicado que consistirán en "reforzar el equilibrio de poderes dentro del partido".

Por ejemplo, propondrá un sistema de doble firma para evitar una excesiva concentración de poder, mayor control sobre el patrimonio de los cargos del partido y se incorporarán algunas de las recomendaciones del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y del Tribunal de Cuentas.

Sánchez también ha querido hacer un guiño al sector feminista del partido, al albur de las acusaciones contra Francisco Salazar y tras las polémicas en torno a la prostitución de algunos miembros de la trama corrupta del partido.

Ha dicho que va a reforzar el protocolo de prevención del acoso sexual, mejorando el canal de denuncias y, tal y como ya había avanzado, ha propuesto modificar el Código Ético para incluir la expulsión de los militantes que recurran a la prostitución.

Sánchez se ha definido a sí mismo como "el último defensor en nuestro país de un orden internacional" que busca la cooperación y la paz. "Soy consciente de que la decepción es grande, pero la responsabilidad de que España siga avanzando es aún mayor", ha dicho.