
Terrorismo
Una treintena de zulos "logísticos" de ETA permanecen sin descubrir
En algunos de ellos se ocultan armas completamente nuevas robadas durante una de las falsas treguas

Se calcula que pueden ser una treintena, pero la cifra, lógicamente, no se puede determinar con exactitud. Se trata de los zulos "logísticos" de ETA que permanecen sin descubrir y en los que la banda criminal guardaba armas y explosivos. "Puede que nunca se lleguen a encontrar, salvo que se produzca alguna casualidad", según han informado a LA RAZÓN expertos antiterroristas.
Estos escondites quedaron "abandonados" por diversas circunstancias. En algunos momentos, era tal la actividad antiterrorista de las Fuerzas de Seguridad en Francia que a la detención de un cabecilla le seguía inmediatamente la de su sucesor, y la del siguiente, de tal modo que los les daba tiempo para comunicar, con todos los detalles, donde se encontraban los zulos.
En otra ocasiones, eran los propios etarras los que decidía abandonarlos ante el temor de que pudieran estar vigilados por las Fuerzas de Seguridad. Tenían miedo de que, al acudir a rescatar las armas y los explosivos, pudieran ser arrestados. Se trata de una actuación absolutamente irresponsable ya que si una persona topa accidentalmente con los escondites y manipula en su interior está expuesto a un grave peligro.
Y hay un tercer grupo, normalmente ubicados en casas o garajes, en escondites difíciles de encontrar si no se conoce la forma de acceder a ellos y en los que pueden estar guardadas armas completamente nuevas, de las que robó ETA durante una de las falsas treguas, y que permanecen intactas. Las razones por las que estas armas no han sido entregadas sólo las conocen quienes han tomado la decisión, pero probablemente estén relacionadas con el citado temor a ser descubiertos por las Fuerzas de Seguridad.
Por lo que se refiere a los explosivos que puedan permanecer escondidos,. su peligrosidad, dado el tiempo pasado, es evidente y si alguien está ocultando datos relevantes al respecto comete una gran irresponsabilidad por las consecuencias que puede acarrear a las personas que puedan topar con ellos.
Las citadas fuentes insisten en que nos hallamos ante una situación de difícil resolución, ya que de los terroristas no se puede esperar ningún tipo de colaboración, como tampoco han pedido perdón a sus víctimas o pagado el dinero que les deeben en concepto de responsabilidad civil subsidiaria. De hecho, subrayan, hay un dato en el que nadie parece haber reparado. ETA anunció su disolución, pero nunca ha renunciado a su marca, el Bietan Jarrai, el hacha y la serpiente, que siguen ahí como testimonio de la ignominia, de la peor banda de delincuentes que ha conocido la historia de España.
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