Memoria Histórica

El «Valle de los Caídos» navarro será Museo Memorial bajo control de Bildu

El comité de expertos para estudiar su transformación descarta su derribo, minimiza la cúpula y elimina la iconografía

El comité de expertos propone un museo en los Caídos de Pamplona y quitar "protagonismo" a la cúpula
El comité de expertos propone un museo en los Caídos de Pamplona y quitar "protagonismo" a la cúpulaEuropa Press

El Monumento a los Caídos de Pamplona se convertirá en un Museo Memorial, según la propuesta del comité de expertos constituido para estudiar su transformación, que resta protagonismo a la cúpula, prevé la retirada de los textos conmemorativos y la iconografía, e incorpora nuevos edificios coherentes con el entorno, descartando el derribo que planteaban asociaciones memorialistas.

En la presentación ayer en el Ayuntamiento de Pamplona –que lidera Bildu– intervinieron tres de los integrantes del comité, Fernando Mendiola Gonzalo, Nuria Ricart Ulldemolins y Cristian Dürr, y el alcalde, Joseba Asiron, quien indicó que este informe «marca los cimientos» del futuro concurso de arquitectura, que prevé convocar a principios de noviembre con vistas a que esté resuelto para el primer semestre de 2026.

El Museo Memorial supone poner en práctica los principios recogidos en la Carta Internacional de Museos Memoriales del Comité Internacional de Museos Memoriales y de Derechos Humanos, frente a «una de las manifestaciones más elocuentes de apología del franquismo y glorificación de los perpetradores de persecuciones, matanzas y otras violaciones de los derechos humanos», según el informe, donde consta que el derribo «favorecería la memoria de los perpetradores en cuanto destruiría pruebas de lo ocurrido».

El comité sostiene que la conservación de los «testimonios materiales de la represión es útil como herramienta de construcción de la memoria histórica», y por lo tanto, la «transformación profunda» de este edificio constituye una «ruptura total con los valores antidemocráticos que encarna el inmueble», el mayor en dimensiones de esta categoría tras el Valle de los Caídos. Así, se pretende convertir «un lugar de culto al totalitarismo en un espacio de pensamiento critico, de conocimiento histórico sobre las raíces, el contexto histórico y las consecuencias del golpe de Estado de 1936, y de acción política y cultural para la promoción de los valores democráticos». Algo que pasa por «transformar íntegramente los usos del lugar, musealizar el patrimonio y construir un nuevo equipamiento con vocación pedagógica y educativa».

Las recomendaciones del informe se incorporarán a las bases del concurso internacional de arquitectura del que surgirá el proyecto definitivo de resignificación del Monumento a los Caídos.

La transformación afecta a los contenidos y también a la arquitectura del edificio, en la que la cúpula y el tambor «tendrán que perder su protagonismo», tanto hacia el exterior como hacia el interior. Así, se consideran «imprescindibles» elementos que tamicen u oculten su visión desde plantas interiores y el diseño de un espacio adecuado para visitas guiadas que ofrezcan una interpretación. El comité propone como estrategias el uso de encapsulado, tragaluz, arquitectura-imagen, mirador o espejo.

Esto afectará también al fresco en el interior de la cúpula, que «debe ser mediatizado e interpretado», y a la cripta, donde se propone la desaparición de todos los elementos funerarios y su «desacralización integral», transformando los usos del lugar para otros fines, como la programación de instalaciones de obras/proyectos de arte contemporáneo.

En cuanto a las arquerías, la eliminación hasta la cota cero de la plaza «daría conexión a la trama urbana como espacio público, pero el edificio así adquiriría mayor altura y mayor percepción de su desproporción». La supresión «mostraría estructuras no visibles actualmente», como el túnel de acceso a la cripta desde la iglesia de Cristo Rey, «enormemente simbólico por los usos que se han desarrollado en la cripta a lo largo de los años, fuera de la mirada pública».

Respecto a los textos conmemorativos y la iconografía «fascista», se propone la «museización e interpretación del conjunto de elementos simbólicos de la Cruzada y del nacional-catolicismo, en especial respecto a sus vínculos con el carlismo en Navarra». Esto implica la retirada de los mármoles con los listados de caídos y otras inscripciones.

"Vaciando de contenido el edificio"

A estos planes se opone desde el inicio la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica, que peleó por la declaración del complejo como Bien de Interés Cultural (BIC). Fuentes de la entidad lamentan que el «perfil de los componentes del comité sirve solamente para blanquear las directrices que desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento se quieren implantar, no solo vaciando de contenido original el edificio, sino queriendo convertirlo en el vocero de los planteamientos de un consistorio sectario y dirigido por una formación que ha justificado el terrorismo y el dolor en España».

Consideran desde la asociación que «aparte del alcalde, son de una homogeneidad ideológica esperpéntica». Están «elegidos para avalar ese discurso único que se quiere oficializar con el objetivo de tapar las propias vergüenzas de los grupos que lo representan. Son intrascendentes las conclusiones a las que hayan podido llegar porque lo que han hecho es privar a la sociedad navarra de la riqueza del debate y de la libertad de la que hacen gala. Solo buscan la revancha y ocultar cualquier pensamiento y opinión que pueda ser diferente».

En su opinión, «el proceso es claro y sovietizante. Primero se decide cuál es el discurso, y después buscamos un grupo de supuestos expertos que lo avalen, no dando en ningún caso entrada a personas con mejores currículos que los elegidos pero que puedan tener un pensamiento y un discurso diferente». Por tanto, «sin entrar en el fondo de las conclusiones estas salen viciadas».

La asociación tiene como objetivo la dignificación del patrimonio cultural español en general y en particular del generado en los últimos 90 años, que como se desprende de actitudes sectarias como esta está en peligro de desaparecer, y sobre todo de intentar manipular los hechos que sucedieron».

Usos y necesidades

Según la propuesta dada a conocer ayer, la nueva estructura arquitectónica deberá tener en cuenta los usos y necesidades del proyecto, como recepción y acceso al equipamiento, exposición permanente, exposiciones temporales, espacios educativos, sala de actos y conferencias, salas de reuniones, archivo y biblioteca, así como usos administrativos, de ocio y de otra índole. Para ello, el comité considera conveniente la construcción de un edificio o edificios anexos que compongan junto al actual un conjunto arquitectónico «coherente».

En cuanto al entorno, el informe contempla dejar la plaza tal y como está, con su parque y su estanque, o «transformarla por completo», incluyendo pequeños elementos o los edificios complementarios al central planteados. También propone el cambio de localización de la escultura «Coreano», de Jorge Oteiza.

Los contenidos del nuevo espacio se diseñarán «desde un abordaje global, teniendo en cuenta cuestiones museológicas museográficas, urbanísticas y de gestión». En este sentido, el comité destaca la «necesaria complementariedad entre el diseño de contenidos, el proyecto museográfico y el proyecto arquitectónico, y la colaboración entre instituciones y entidades».

El Museo se coordinará con espacios memoriales de Navarra, y de manera especial con el programa ‘Escuelas con Memoria’ impulsado por el Instituto Navarro de la Memoria. Asimismo, aboga por articular mecanismos de participación ciudadana, especialmente con las asociaciones memorialistas.

El informe señala que la implantación de una intervención educativa en el nuevo museo memorial «no tiene por qué esperar a la materialización definitiva del proyecto». Propone visitas guiadas a los elementos presentes en la actualidad y a los procesos de transformación que se acometan.

Como estrategia de difusión del conocimiento histórico, se propone la construcción de una plataforma digital, donde se reproduzca el proyecto original, el contexto histórico, la interpretación de los elementos que lo componen, así como el significado de los personajes que ha albergado, en concreto los restos de los generales Mola y Sanjurjo.

"Una broma de mal gusto"

El grupo municipal de Unión del Pueblo Navarro en Pamplona cree que el centro que se emplazará en el monumento «nace fracasado desde el inicio», después de la exposición del comité de expertos, en la que «se ha contradicho todo lo expuesto por EH Bildu, Geroa Bai y PSN hasta el momento». Así, consideran que «resulta cuando menos sorprendente que el comité diga que ‘la memoria es conflicto y confrontación’ y que, para su correcto funcionamiento, el centro deberá funcionar ‘con independencia de directrices políticas’ y con elementos para ‘un debate ciudadano pluralista’, ya que el único motivo por el que este centro va a ser una realidad es precisamente un acuerdo político que se ha tomado de espaldas a la ciudadanía, y se nos ha tratado de vender que servirá para mejorar la convivencia».

Esto hace, a juicio de los foralistas, que el centro “sea un fracaso desde su misma concepción y que este no podrá funcionar jamás, o al menos no como debiera funcionar un centro memorialista. Todo lo que nos han contado hasta ahora se contradice con lo que nos han dicho hoy. Es una broma de mal gusto", señala UPN.