Familia

¿Buscas enamorarte o tener pareja?

Idealizar el amor no es lo mismo que buscarlo

Pablo Heimplatz on Unsplash
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Haypersonas que confunden el deseo de encontrar pareja con el objetivo de formar una familia (una familia también puede ser una pareja) con el deseo de estar con alguien porque no desean estar solos o porque idealizan la idea de estar emparejada como la perfecta. Esto último es un error.

Que los single son una parte muy importante de la sociedad es un hecho evidente, tanto por el número creciente como por su influencia en la sociedad y en los hábitos de consumo. En los últimos diez años, el mundo familiar, laboral y social ha cambiado tanto que hay una generación de “singles” navegando por el mundo sin saber qué hacer con su vida sentimental.

Sara Pérez-Tomé, psicológa en gabinete Sophya, trata con parejas antes y después del matrimonio o vida en común, antes y después de los hijos. En su opinión hay muchas cosas a analizar en esta situación. Por un lado la firme decisión de estar solo, una decisión absolutamente normal y respetable y en cuyo caso no hay nada que tratar en una consulta de psicología y en otro caso no saber exactamente qué se está buscando. Ni todo el mundo madura a la misma edad ni todos tenemos el mismo sentimiento o deseo a la hora de plantearnos formar una familia en el sentido más clásico de la palabra: casarse (o irse a vivir juntos) y tener hijos. Se da la circunstancia, además, de las personas que confunden el deseo de encontrar pareja con el objetivo de formar una familia (una familia también puede ser una pareja) con el deseo de estar con alguien porque no desean estar solos o porque idealizan la idea de estar emparejada como la perfecta. Esto último es un error.

“Te estás despidiendo de la veintena y te parece que sigues sin encontrar a aquella persona ideal con la que creías que ibas a pasar el resto de su vida y además ya casi puedes rozar la treintena y estar con o sin trabajo; con o sin independencia económica; con o sin autonomía personal; viviendo con papa y mama en una soledad acompañada y sin un proyecto real y vital de futuro”, explica. Además, añade, “en tu biografía de joven adulto, puede haber ya algunas cicatrices afectivas que no te ayudan: rupturas anteriores, timidez, inseguridad, fracasos laborales, pérdidas de oportunidades... y que están haciendo de tu ritmo de vida una zona de confort cada vez más pequeñita”.

Las circunstancias descritas hacen que “haya días que sin motivo aparente te cueste salir de casa y hacer planes con alguien que te interese de verdad ya que tu círculo social y familiar está gastado o reducido porque muchos se han ido a trabajar lejos, incluso a otro continente... o ya están pensando formar una familia o incluso ya la tienen. Las opciones naturales por las que puedes conocer a gente “normal” que encaje con tu vida a nivel afectivo porque tienen que tener ciertas similitudes en cuanto a tendencias, actitudes y creencias te parece que empiezan a tornarse como un objetivo complicado... y empieza a parecer en el horizonte la posibilidad de poder tener “una cita a ciegas” a través de páginas Web o de Apps en tu móvil”, explica la experta.

Estas posibilidades son una tendencia social cada vez mas habitual pero todavía se abren como “una vía para conocer a alguien” cuando parece que se te han acabado los recursos que te brindan el mundo laboral y social de los compañeros de trabajo, el gimnasio, el mundo del voluntariado, la parroquia, el aforo de una conferencia, ir a hacer teatro, organizar fiestas, sacar a pasear a tu perro, viajar... y las mil y una actividades posibles más.

Las últimas estadísticas nos dicen que el 48 % de mujeres y el 52% de hombre con una edad media de 34 años acceden a contactar y buscar pareja a través de plataformas de Internet y Apps de móviles de muy fácil acceso y uso aunque algunas de ellas te supongan un coste de mantenimiento como usuario. Este tipo de plataformas además de tener un coste, también suponen al usuario un gasto no desdeñable de tiempo y sobre todo un alto riesgo de impaciencia por no llegar a encontrar lo que realmente “creías haber encontrado ya...” al fichar por alguien pre-seleccionado.

“Emparejarse por Internet” es una nueva forma de tomar decisiones sobre tu futuro sentimental, cuando habitualmente los métodos naturales han fallado después de varios intentos..., señala la psicóloga. “Las expectativas que se crean ante este tipo de métodos tecnológicos artificiales para establecer contactos con segundas personas, puede desencadenar durante la búsqueda altos niveles de decepción para uno de los dos o para los dos si las cosas no salen como a uno le gustaría que fueran, tanto en el tiempo como en la forma y me explico: Si genero altas expectativas sobre alguien, inconscientemente necesito ver en ese alguien unas virtudes o habilidades de un nivel superior al que realmente pueda existir. Y por otro lado si yo quiero ser admirado y confiable para el otro también necesito inconscientemente retunear mi carrocería interior y exterior más de lo que es... ya que si,, entre otras cosas me rechazaran como alternativa sentimental, en parte puede influirme negativamente tanto en mi auto-estima como en mi ego y después de la experiencia puedan quedar “tocados”-explica.

A fin de cuentas el tú y el yo que se encuentran personalmente después de varios contactos virtuales y fotográficos puede ser un fortuito y acertado encuentro o puede llegar a ser un fantasmagórico desencuentro lleno de falsas tomas...Si uno cumple años y no encuentra a la persona adecuada, lo primero que debería hacer es revisar si de verdad tiene en orden su vida personal sabiendo dar prioridad a lo que de verdad es importante para él en la vida.

Porque -reflexiona la experta- “tener pareja o no tenerla no debiera ser lo más importante hoy en la vida de cualquier persona autónoma ya que no todo el mundo vale para casarse ni para tener hijos. Gracias a la independencia de la mujer, ninguna debe buscar a un hombre que la mantenga y tampoco ningún hombre debe aspirar a ser un mantenido de su mujer. Porque ese planteamiento a fin de cuentas nunca haría feliz a ninguna pareja”.

Estar muy tranquilo a la hora de querer emparejarte enamorándote significa:

-Tener paz interior con uno mismo y con los demás.

-No tener prejuicios ni con uno mismo ni con los demás.

-No hipotecar tu futuro en función de historias pasadas y no sabiendo disfrutar del presente.

-Buscar sin prisa relaciones interpersonales en lugares y entre personas de confianza.

-Pensar que cuando menos te lo esperes y sin buscarlo, puede entonces aparecer la persona adecuada.

-Valorar más una “relación de amistad” que una “amistad con derecho a roce” si quieres tener a un amigo, amante y compañero por marido.

-Toda amistad siempre tiene componentes amistosos y en algunos casos puede tener componentes amorosos”

Te invito a leer entre líneas:

Si quieres empezar a conocer a alguien que perdure en tu vida, busca alguien que priorice sobre los valores de la amistad y compatibilidad entre hombre y mujer, y que te enamore su intelectualidad por encima de la compatibilidad sexual. Mientras que la amistad es causal y esencial, el sexo es casual y circunstancial, pero ambos se necesitan en el amor para siempre.