La ex socia de Raquel Mosquera a punto de sacar sus “trapos sucios”: “Es traicionera, tramposa y chanchullera”

Ángela Beck se las prometía muy felices cuando se asoció con Raquel Mosquera para abrir en el Burgocentro de Las Rozas un negocio relacionado con el mundo de la estética. Pensaba que el nombre de la viuda del boxeador Pedro Carrasco era reclamo suficiente como para atraer clientas. Pero, al final, las dos acabaron enfrentadas en los juzgados y el local brilla más por las ausencias que por las presencias. Muy mal deben haber acabado las dos cuando Beck no se corta a la hora de definir a la peluquera con calificativos tan duros como “traicionera, tramposa y chanchullera”.

Ha ganado el primer juicio a Mosquera y, según asegura, “me tiene que pagar una buena cantidad de dinero. Y aún queda un juicio de por medio, que se celebrará en diciembre. Me dejó tirada, tenía que haber puesto veintitrés mil euros en el negocio y tan solo aportó una lámpara. Intenté que llegara a un acuerdo pero fue imposible y no me quedó más remedio que ponerle una demanda”. Ángela va más allá y afirma que “me han dicho que a Raquel no le van bien las negocios, que tiene serios problemas económicos….” Y lanza una amenaza muy clara: “Si no me paga lo que me debe solicitaré al juzgado que le embarguen sus negocios y sacaré sus trapos sucios. Porque conozco muy bien su pasado, y no es la mujer que aparenta ser”.

Mosquera prefiere no entrar en polémicas con su ex socia, y amigos de a la peluquera dejan entrever que “si se decide a hablar será por medio de una exclusiva bien pagada. No le tiene miedo a la señora Beck y responderá a sus ataques y a sus amenazas como crea necesario”. Raquel, cuando se inició esta pugna judicial, llegó a decir que no conocía a Ángela, pero ésta ya se ha encargado de demostrar lo contrario ante el juez.

En el fondo, parece no darse cuenta del problemón que le ha caído encima. Sigue colgando vídeos en las redes sociales y el último ya cuenta con veinticinco mil "me gusta”. En él, manifiesta que “siempre hay que dejar aflorar a los niños que llevamos dentro… No se me puede dejar sola, cuando desconecto del trabajo me convierto en la niña que llevo dentro y me gusta divertirme, especialmente con mis niños, mi marido y mi familia. Os lo aconsejo, es muy divertido y te hace tanta ilusión en la vida…”. Vistas las circunstancias, lo suyo con Beck no es ningún juego de niños. Pero esa es una historia más dramática y de difícil solución.