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Temor entre las Campos a que vea la luz el último y demoledor Whatssap de María Teresa a Bigote Arrocet

Tras conocerse cómo fue la ruptura entre ambos, las Campos temen la reacción del cómico

Bigote Arrocet y María Teresa Campos, en 'El cielo puede esperar', de Movistar+
Bigote Arrocet y María Teresa Campos, en 'El cielo puede esperar', de Movistar+larazonGtres Online

María Teresa Campos ha concedido una entrevista a la revista ¡Hola! en la que se sincera sobre el sorprendente final de su relación con el humorista chileno. Desde su casa en Molino de la Hoz, a las afueras de Madrid, habla del fin de su historia de amor sin tapujos, desmintiendo presuntas infidelidades por parte del chileno y negando que el humorista haya sido un aprovechado. A lo largo de los seis años de relación, la pareja ha sido objeto de todo tipo de comentarios, y no es la primera vez que la presentadora o su entorno se han visto obligadas a salir en defensa del cómico chileno.

En esta ocasión y a pesar de seguir dolida con Bigote, María Teresa ha sacado una lanza para evitar que la prensa se cebe con el humorista y deja claro que “No pretendo tampoco decir nada malo de la persona con la que he estado casi seis años. Voy a contar la realidad. A día de hoy, no me puedo creer que no me quisiera”.

Aún así, la presentadora ha querido dejar claro su decepción con el hombre que durante seis años ha sido su amigo, su compañía y su amante. “No se terminan seis años de relación por WhatsApp. No me parece bien cómo lo ha hecho”, confiesa antes de desvelar el mensaje que le escribió Edmundo para poner fin a su noviazgo.

“Por WhatsApp me dijo adiós, que no le buscara ni le llamara porque sería peor”, confiesa en esta entrevista exclusiva en la que comparte sus sentimientos con los lectores de la revista. Sin poder creer que, después de seis años de relación, Edmundo fuera capaz de dejarla por WhatsApp, la reacción de la presentadora fue acudir a la estación de Atocha para esperarle a la puerta del AVE y pedirle explicaciones. “Quería que me lo dijera a la cara”-explica la periodista.

Pero Edmundo no llegó a Madrid o no lo hizo en AVE y ante la imposibilidad de contactar con él por teléfono, Maria Teresa se puso en contacto con sus familiares para contarles lo sucedido. Fue entonces, cuando humillada y dolida, le escribió un mensaje del que aún se arrepiente, por la dureza de sus palabras y que no fue capaz de eliminar. Este WhatsApp, que Edmundo leyó y no contestó, sería una bomba informativa que María Teresa ha tratado de desactivar antes de que su ex pareja la haga pública: “La gente tiene que entender en el estado que estaba para escribir ese mensaje”.

Con el dolor aún demasiado reciente, la malagueña no ha dudado en hablar de sus sentimientos con total honestidad: “He llorado mucho porque él era mi compañía. Mi amigo, mi amante, mi todo”, se sincera sin poder contener la emoción al recordar los mejores momentos vividos junto al hombre que le devolvió la ilusión de vivir el que creía sería su último y definitivo amor.

Tras cinco semanas sin saber nada de Edmundo, la presentadora se ha puesto en contacto con él, a través de terceras personas para que recoja sus cosas de la casa en la que han vivido los últimos seis años. Ya no hay vuelta atrás y, tal como ha confesado en la publicación, “Cierro la puerta a la reconciliación. Que se acabe Edmundo no significa que se acabe el mundo”.

Pero si algo preocupa al clan Campos es la reacción de Bigote que de momento, ha optado por no defenderse, y no responde al teléfono para evitar que se conozcan sus próximos movimientos. El cómico y su representante, planean su próxima aparición mediática. Arrocet ya ha recibido propuestas formales de las principales revistas de corazón y de programas de televisión que no ha rechazado. Se espera que, en los próximos días y tras conocer el contenido de la entrevista que ha concedido María Teresa Campos, Edmundo de su propia versión de los hechos. Una versión que, de hacerse público el mensaje lleno de reproches de la presentadora, podría resultar demoledora para el clan Campos.