Gente

El auténtico informe médico de Julio Iglesias: ni enfermo ni incapacitado

Tras la filtración de unas fotos que mostraban al cantante con dificultades de movilidad, LA RAZÓN desvela el estado real del artista: «Está perfecto, con los achaques de su edad, pero no para de hacer deporte y componer»

El cantante no pasa ni un solo día sin hacer deporte. Es tan tenaz como su trabajo y sabe que es vital tras el accidente que sufrió hace años19/01/2012
El cantante no pasa ni un solo día sin hacer deporte. Es tan tenaz como su trabajo y sabe que es vital tras el accidente que sufrió hace años19/01/2012jpl©GTRESONLINE

Julio Iglesias iba a venir a España, como todos los años, pero la Covid-19 le ha trastocado los planes, como al mundo entero. El virus, que ha modificado los hábitos de vida de los ciudadanos, ha hecho el cantante español más conocido internacionalmente y, sin duda, el intérprete latino más laureado de la historia, no pueda disfrutar de su maravillosa mansión en la Costa del Sol, entre los límites municipales de Marbella y de Ojén. Ante el miedo provocado por la pandemia, Iglesias decidió quedarse este verano entre Punta Cana y Miami. Su esposa Miranda y los cinco hijos de ambos sí se encuentran en Málaga desde julio, un lugar donde todos disfrutan mucho, porque aquello es, según cuentan los que lo conocen, lo más parecido al paraíso.

Julio Iglesias iba a tener un verano movidito porque tenía prevista una gira con casi 40 conciertos, pero otra vez el maldito virus brotó y todos esos grandes eventos se tuvieron que suspender, o aplazar al año que viene, ya que es decisión del cantante madrileño hacerlos cuando vuelva la normalidad. Muchas de esas actuaciones (Mérida, Fuengirola, etcétera) ya contaban con todas las localidades agotadas, porque el artistas, a sus casi 77 años (su cumpleaños será el 23 de septiembre), sigue arrastrando multitudes, muy a pesar de quienes solo entienden la envidia como forma de vida.

El cantante mantiene un ritmo de vida muy tranquilo en Punta Cana y Miami, alejado de cualquier posible peligro de contagio del coronavirus, aunque su vida no tiene mayores secretos: trabajo y deporte. En sus estudios (en todas sus casas tiene espléndidas cabinas de grabación) se tira horas y horas trabajando, componiendo canciones y haciendo arreglos. El deporte es su complemento. Y en eso es tan autoexigente como en el trabajo: pertinaz como pocos, desafió a todos los que opinaron hace más de medio siglo que no volvería a andar tras un gravísimo accidente de tráfico cerca de Madrid.

Tras una peligrosísima intervención quirúrgica de varias horas siguió conquistado los escenarios del mundo entero, y ha batido todos los récords imaginables para un cantante. Es más, puede presumir de haber actuado delante de las más grandes personalidades de la historia. Esas horas de gimnasia y deporte son parte de su vida desde hace 52 años, y eso es lo que le permitió que el milagro se cumpliera y volviera a caminar, aunque en ello también tuvo mucho que ver su padre, Julio Iglesias Puga, quien tras al accidente de tráfico de su hijo, decidió en un gesto de amor que solo lo puede tener un padre, cerrar su consulta ginecológica de Madrid, una de las más prestigiosas, e irse con su primogénito a las playas de Alicante y La Carihuela (Torremolinos) a completar una larga, costosa y dolorosísima recuperación que fue todo un éxito.

Hace unos días, Canal Sur emitió un programa homenaje a Julio Iglesias dentro de su serie «El legado», en el que se analizaba su gran carrera profesional, pero también su gran personalidad y su amor a España por encima de todas las cosas. «Los españoles adoran a Julio, pero España no se porta bien con él», dijo uno de los invitados al programa, mientras que otro de ellos refería el contrasentido de tener a «un español adorado en el mundo, que tiene una gran cultura, una gran formación, que habla con papas, reyes y jefes de gobierno, y que, sin embargo, cuando alguien le quiere hacer en España una entrevista lo primero que le pregunta es por su vida amorosa o por su relaciones. ¿Se imaginan a un periodista preguntándole a Pedro Almodóvar por sus amores? ¿Qué le pasaría?». Es la triste realidad de un país cargado de pecados capitales, como es el nuestro.

Un robo malintencionado

Esta semana, de nuevo Iglesias volvió a ser noticias por la publicación de unas fotografías robadas del artista, en el que se le veía caminar ayudado por dos personas de su confianza. Comenzaron las especulaciones sobre su estado de salud ya que a juzgar por las imágenes se le veía muy deteriorado. Pero nada más lejos de la realidad. El artista goza de una envidiable salud, con los típicos achaques de cualquier ser humano a su edad, pero está «muy bien». Con estas palabras nos describen su estado actual, «aunque está muy fastidiado por no haber podido realizar su gira, porque donde él es feliz de verdad es sobre un escenario, y tenía mucha ilusión con la gira abortada por la Covid-19. Me imagino que no estará feliz por los comentarios de la foto, pero ya está acostumbrado», agregan.

El está orgulloso de su legado y de seguir trabajando cada día. Es el cantante vivo que más discos ha vendido en el mundo, el hombre que sigue ocupando espacios en el libro de los récords Guinness, miembro del Paseo de la fama, y el mismo que cedió los derechos de «Un canto a Galicia» a la tierra paterna tras el desastre del «Prestige». También Iglesias arregló el «entuerto» de Rodríguez Zapatero al no levantarse a propósito al paso de la bandera de Estados Unidos en un desfile militar, en un desaire que la Casa Blanca solo perdonó por su intervención directa. Está claro que el coronavirus ha trastocado los planes de todos, también los de Iglesias, y con lo que sueña en este momento es que regrese la normalidad cuando antes y así poder retomar su gira y mirar a los ojos a sus millones de fans.