Crónica

Los sábados de Lomana: Meghan Markle, deja de molestar a la reina Isabel II

CARMEN LOMANA
CARMEN LOMANACARMEN LOMANA . SU SEMANA DE ESCARMEN LOMANA . SU SEMANA DE ES

Semana de opiniones diversas por la polémica entrevista de Meghan y Harry en la CBS. Medio Reino Unido pegado a la televisión para ver en el programa de Oprah a esta parejita que a mí, personalmente, me tiene harta. La otra mitad esperando la reacción de Buckingham Palace, que no ha podido ser más correcta con el asombro de la reina Isabel al no tener ni idea de tanto sufrimiento como ahora (bajo pago de 7 millones de euros) han ido desgranando y dando titulares sin parar. ¿Saben lo que les digo? Que Meghan ha hecho el mejor papel de su vida, se nota que es actriz, tenía que dar carnaza para no pasar desapercibida y desde luego su «caché», si solo habla maravillas de los «royal», no sería tan alto porque al personal le gusta el morbo. No me creo nada de sus declaraciones hablando de «la Firma», como llama a la familia real de una forma muy cínica, pues así convierte a todos en una nebulosa sin atreverse más directamente a señalar personas, sembrando la duda sin acusar a nadie en particular. Gracias a esa familia, ella, que era una perfecta desconocida y una mediocre actriz de series, está ahora en plan «superstar» haciendo caja con su marido que, bajo mi punto de vista, es lo que se llama un «calzonazos» permitiendo y participando de este «show».

El príncipe Harry y Meghan Markle en su entrevista con Oprah Winfrey
El príncipe Harry y Meghan Markle en su entrevista con Oprah WinfreyHandoutHarpo Productions/Joe Pugliese v

No olvidemos que esta señora fue recibida con mucho cariño y alegría en el Reino Unido, quizá porque Harry era un miembro muy querido y le habían perdonado muchas imprudencias cometidas. Meghan creó problemas desde que llegó, teniendo comportamientos bastante ridículos como querer perfumar la capilla de San Jorge en Windsor en la que se iba a casar porque decía que olía a humedad... A continuación, alquila un jet privado para su despedida de soltera desde Londres a New York, donde da una gran fiesta muy criticada en los tabloides ingleses por el despilfarro y efecto demostrativo de dicha fiesta; la Reina les regala una preciosa casa que no le gustaba y decide algo lógico: renovarla con unos materiales carísimos y bastante excéntricos que siguen teniendo asombrados a los «british», como su capricho de dar a luz en la casa con una matrona y que le montasen una sala de partos...

Llegados a este punto, ya tenía a la mayoría de la prensa inglesa criticándola. Finalmente, tuvo a su hijo en el lujoso hospital privado Portland, de 22.000 euros la estancia, con champán y langosta. ¿Cómo ahora puede decir barbaridades como que sintió el racismo en su entorno o que quería suicidarse? ¿Tan desequilibrada o histérica es que no podía aguantar las críticas de la prensa? Ella dio pie con su fama de déspota, despidiendo cada semana a la gente de servicio de su casa, que declararon que era imposible soportarla.

Hay una foto que echa por tierra estas acusaciones de racismo y es en la que están la reina Isabel II y el duque de Edimburgo junto a la madre de Meghan, mujer de raza negra, contemplando a su bisnieto con cara de felicidad absoluta; una expresión difícil de fingir.

La reina Isabel II, feliz tras conocer a su bisnieto, Archie, el 8 de mayo de 2019
La reina Isabel II, feliz tras conocer a su bisnieto, Archie, el 8 de mayo de 2019POOLChris Allerton

No debemos olvidar cuando Harry llamaba a los pakistaníes «los pakis» de forma despreciativa cuando estaba en el ejército y tampoco el día que en una fiesta se vistió de nazi.

A Meghan y a Harry lo que les ha molestado especialmente fue la retirada de su asignación económica, pero en la vida no se puede estar en misa y repicando las campanas. Que disfruten y sean felices en su nueva vida mediática en USA y que dejen de molestar a la reina Isabel, que ya debe estar hasta la coronilla de problemas.