Conocida es la buena relación que el Duque de Edimburgo mantenía con sus nietos. En especial con los hijos del Príncipe Carlos, William y Harry, a los que tuvo que consolar desde que siendo aún unos niños perdieron a su madre.

El fallecimiento de Lady Di, en 1997, a los 36 años, sorprendió al príncipe de Gales y sus hijos en Balmoral, donde pasaban unos días de vacaciones junto a la Reina Isabel II y el príncipe Felipe. Cuentan fuentes cercanas a la familia real que el Duque de Edimburgo, quien ha fallecido hoy a los 99 años de edad, pasaba horas entreteniendo y “cansando” a sus nietos para alejarles del revuelo mediático provocado por el fatal accidente automovilístico de la princesa Diana.

Junto a ellos ha estado en los momentos más importantes de su vida. Incluso en la participación activa del príncipe Harry en el Ejército.

Sin embargo, la salida de Harry y Meghan de la familia real británica y sobre todo la mala imagen creada con sus declaraciones en la polémica entrevista concedida a Oprah Winfrey, en la que se hablaba de racismo por parte de los Windsor, plantea dudas sobre la actitud que la mediática pareja tomará tras el fallecimiento del Duque.

Si se tiene en cuenta la buena relación que abuelo y nieto han mantenido siempre, todo hace presagiar que los Sussex viajarán a Londres para dar el último adiós al marido de la Reina. Sin embargo, las restricciones sanitarias marcadas por la pandemia y esta “tensión” familiar aún no resuelta podría justificar también su ausencia. Sin duda, es una de las grandes incógnitas en torno al funeral del príncipe Felipe.