Ni agua

Exclusiva: el denigrante trato que dio Isabel Pantoja a las fans que le limpiaron Cantora

El año pasado, al acabar el confinamiento, la artista reclutó a una legión de fans para que limpiaran el caserío y la piscina de la Finca Cantora. No les dio ni agua, que tuvieron que comprar en una venta cercana

Isabel Pantoja, ayer en Málaga
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El último cumpleaños de Isabel Pantoja ha sido uno de los más tristes en la vida de la famosa tonadillera. A pesar de que cumplía 65 años, una fecha redonda y habitualmente asociada a la jubilación, la cantante no tenía ganas de celebraciones. Su imagen está por los suelos después de que su hijo decidiera reclamarle, públicamente y en los tribunales, el dinero que le adeuda de la herencia de su padre.

Con la pandemia y su madre enferma, Isabel Pantoja ha decidido no engalanar Cantora para recibir a sus amistades y soplar con ellos las velas. Era la primera vez que la cantante pasa en la más estricta intimidad esta fecha tan señalada que le gustaba celebrar por todo lo alto con amigos, conocidos y familiares. Lo único que sigue igual es los regalos que, al parecer, la cantante pide a sus fans a través de sus personas de máxima confianza.

Así, aunque este año no haya la típica comida con sus fans en Cantora por la que cobraba 120 euros por cabeza y un cupón de la ONCE, sus seguidores siguen haciéndole llegar sus presentes a Isabel Pantoja. Según ha denunciado una integrante del club de fans de Canarias en ‘Sálvame’, Isabel quería un regalo tan práctico como nocivo para su salud: tabaco. Aunque también, según esta fuente, pidió más cosas que “que no le hemos enviado”, al final le mandaron 10 cartones de su marca favorita.

Todas estas peticiones para la cantante se harían a través de Celeste, su mano derecha y presidenta de su club de fans de Madrid, que niega algunas acusaciones: “Nosotros siempre nos ponemos de acuerdo para comprar un regalo en conjunto, cuando es colonia es colonia, cuando es tabaco es tabaco, lo de regalos caros es mentira”. Se refiere a otras costosas aportaciones que se exigía a los componentes de los clubs de fans, además de la cuota mensual, para comprar móviles de alta gama, la Termomix, una máquina de coser, o la cocina nueva que le instalaron en Cantora cuando salió de la cárcel.

Además de regalos en víveres, objetos, billetes de lotería o dinero en metálico, también exige otros servicios.

Pero además de este tipo de regalos que han permitido a Isabel Pantoja pagar la fianza de la multa que le impusieron por blanqueo de capitales, renovar la cocina de Cantora, llevar los últimos modelos de teléfono, llenar la nevera y satisfacer su adicción a la nicotina, a los seguidores de Isabel Pantoja no sólo se les pide que aflojen la billetera: también se les pide todo tipo de servicios.

Desde encalar la finca Cantora, hacer la mudanza de La Moraleja, o hacer otras labores domésticas, Isabel Pantoja se ha ahorrado a lo largo de los años miles de euros gracias al servilismo de sus fans que no dudan en pedirse días libres en sus trabajos o dejar a sus familias para atender, de buen grado, cualquier necesidad de la cantante. La adoran y ella lo sabe.

Esta adoración ha sido bien aprovechada por las personas más próximas a Isabel Pantoja, como su hermano Agustín y Celeste, que son quienes mantienen contacto personal con los diferentes clubs de fans de la artista. Son ellos los que trasladan las necesidades de Isabel a sus seguidores y, según denuncian algunos de sus ex fans, ella nunca lo agradece.

Faltas de gratitud y educación que han provocado que se filtren a los medios de comunicación las exigencias de la artista y un éxodo de seguidores. La falta de empatía de la artista con las personas que más le han ayudado durante su carrera artística y también en sus peores momentos, los fans, es brutal. Muestra de ello es el comportamiento que tuvieron con las fans de Andalucía a las que, el año pasado, se les pidió que acudieran a limpiar la casa y la piscina de Cantora.

Una imagen de la finca Cantora
Una imagen de la finca Cantoralarazon

Sería en el mes de junio de 2020, nada más decretarse el fin del estado de alarma, cuando cerca de una decena de fans de Isabel, la mayoría mujeres de mediana edad, acudieron a su llamada para limpiar la casa y ponerla a punto para el verano. Llegaron en una furgoneta y se pusieron manos a la obra. Después de un buen rato de trabajo, según nos revela una persona que estaba presente ese día, las mujeres que estaban limpiando la piscina pidieron a Agustín que les diera agua. Las altas temperaturas y el trabajo a pleno sol dentro de la piscina eran inaguantables. La contestación del hermano de Isabel les dejó sin palabras: “Aquí no hay agua”. Según esta fuente, una de las amigas de Isabel Pantoja que estaba allí se ofreció a llevarlas en su coche a la venta para comprar el agua que pagaron de su propio bolsillo.

Pero esta no es la única anécdota que vivieron ese día las fans de Isabel Pantoja. Otras de las mujeres que accedieron a limpiar los más de 1500 metros construidos de la finca de Medina Sidonia (Cádiz), las que se encontraban limpiando en el interior del caserío, descubrieron algo que, de contarse, pondría en una situación muy comprometida a la artista. Continuará....