Historia

Eduardo VIII «el traidor» y sus veleidades con Hitler

Una nueva biografía del historiador Andrew Lownie cuenta lo que escondía el exilio de los duques de Windsor

Duques de Windsor
Duques de WindsorepaAgencia EFE

Si uno repasa la mayoría de biografías sobreEduardo VIII o luego Duque de Windsor, o sobre Wallis, su mujer y, por supuesto, si uno revisa la autobiografía de ese monarca que se basa en un descargo continuo de responsabilidad y un ejercicio de justificación de los propios actos, encontrará pocas referencias a coqueteos con el Tercer Reich.

Sin embargo, existieron. Jean des Cars recuerda cómo, después de que Hitler y Petain se saludaran en Montoire, el Führer fue al castillo de Candé, donde los Windsor se habían casado. Allí vio satisfecho que la biblioteca conservaba los retratos de los Duques de Windsor el día de su boda. Hitler saludó el recuerdo de dos «amigos fieles» grandes defensores de la paz. Y, añade des Cars, «Fieles, sin duda, pero ¿amigos?».

No cabe duda de que los Duques de Windsor, siendo ya gobernadores de las Bahamas, no ocultaban su deseo de una paz separada entre el Reino Unido y Alemania. Se lo manifestaron, por ejemplo, al sueco Axel Wenner-Green, sin tener reparo, además, en afirmar que Hitler era «un gran hombre». Sorprendentemente ese llamamiento a la paz continuó después de que Londres fuera bombardeada.

Si a eso añadimos que en octubre de 1937 los Windsor visitaron Alemania, en contra del consejo del gobierno británico, estuvieron en un campo de concentración, vieron a Hitler en su refugio bávaro de Obersalzberg y que el ex-monarca le saludó con el brazo en alto, comprenderemos que las acciones del que había sido Eduardo VIII le ponían en entredicho. Hitler afirmó que Wallis habría sido una buena reina, lo que ofuscó aún más en contra de los Windsor a quienes no comulgaban con la deriva irracional del mandatario alemán. Algunos, como el conde Albert von Mensdorff-Pouilly-Dietrichstein, embajador de Austria, consideraban que el acercamiento de Eduardo al nazismo se basaba en considerarlo una defensa contra el comunismo.

Wallis Simpson, una de las mujeres que hizo temblar los cimientos de la monarquía británica
Wallis Simpson, una de las mujeres que hizo temblar los cimientos de la monarquía británicaThe Cecil Beaton Studio Archive at Sotheby'sAgencia EFE

Es difícil hacer historia-ficción sobre cómo habrían sido las relaciones angloalemanas de no haber abdicado Eduardo VIII, a raíz de su boda con Wallis Simpson. Ésta fue siempre vista como una intrusa por la familia real británica, nunca recibió el tratamiento de Alteza Real y sus contactos con sus miembros fueron escasos. La esposa de Jorge VI no la soportaba y le achacaba la muerte de su marido, que se debió a un cáncer y no a los disgustos provocados por el matrimonio de su hermano. Pero Wallis, como ha desvelado el reciente libro de Andrew Lownie «El rey traidor: el escandaloso exilio del duque y la duquesa de Windsor» editado por Pegasus Books (y que aún no se ha traducido al español, sobre los Duques de Windsor, mantenía contacto con Ribbentrop, ministro alemán de Asuntos Exteriores, siendo su boda con Eduardo una excusa que el gobierno británico aprovechó para apartar del trono a este monarca.

Jorge VI sabía de las veleidades de su hermano, de su afición al alcohol y a contar chismes, de su imprudencia e incapacidad de reservarse informaciones confidenciales -que Wallis quería conocer siempre-, y quería mantenerlo ocupado y controlado. Ya Jorge V había puesto a Eduardo bajo vigilancia. En la guerra se le destinó a París como enlace entre el Estado Mayor Imperial con el alto mando francés. ¿Fue buena idea? «Chi lo sa…» Lo cierto es que el Duque de Windsor fue al frente norte a pesar de la prohibición del rey. Y que, en aquellos momentos escribió una carta a Hitler, firmando «E.P» (Eduardo Príncipe) llevada por su amigo Bedaux en un avión de la Luftwaffe a Berlín. ¿Traición?

Similitudes con Harry y Meghan

Muchos comparan la historia de amor de Eduardo VIII y Wallis Simpson con la del príncipe Harry y Meghan Markle. El rey abdicó por amor, algo que, en cierto sentido, ha hecho el hijo de Carlos III por su mujer. Tras el estreno de la primera parte del documental «Harry y Meghan», los duques de Sussex se han vuelto los protagonistas de estos días y la ficción se ha convertido en lo más visto en Reino Unido. En la segunda parte, que se estrenará el próximo 15 de diciembre, se espera que el matrimonio vuelva a echar veneno contra la monarquía británica.