Realeza

Kate Middleton, la perfección a los cuarenta

La futura consorte culmina una ardua labor que comenzó tras su matrimonio

Kate Middleton
Kate MiddletonChris JacksonAgencia AP

Fue un nuevo «momento Kate». Ella al piano, para sorpresa de los espectadores del concierto navideño que emitía la ITV, convirtiendo en notas todas las cualidades que la hacen ser la mujer más popular del Reino Unido tras la reina Isabel: dulzura, simpatía, elegancia, talento… No encontrarán un adjetivo elogioso que no fuera utilizado en los medios tras esa Nochebuena televisiva con la duquesa de Cambridge como feliz invitada en todos los hogares monárquicos.

A sus 40 años, que cumple hoy la futura consorte real parece culminar una ardua labor que comenzó hace una década, tras su matrimonio con el príncipe William, cuando muchos escépticos miraban a la recién casada como una reinterpretación sosa y morena de Lady Di. Pero Kate tenía un plan. Y lo ha ejecutado sin un solo sobresalto. En una primera fase hizo que el perfil bajo de sus apariciones públicas fuera adquiriendo esa facultad que los expertos palaciegos conocen como profesionalidad y que tanto valoran cuando de lo que se trata es de lucir sonrisa, elegancia y, sobre todo, mucha discreción.

De manera natural, encajaba a la perfección en el papel que la asignaron. Lo explicaba mister Nicholls, su primer profesor de piano, al que entrevistaron tras el concierto televisivo, quien resumía así su carácter: «Era absolutamente encantadora, una maravilla de persona a la que enseñar piano. No creo que nadie pudiera decir que llegaría a ser la más virtuosa, pero era buena y hacía lo que se le pedía».

Kate Middleton, interpretando al piano un villancico
Kate Middleton, interpretando al piano un villancicoITVITV

Las tablas lograron que su protagonismo fuera deshaciéndose de la timidez de la principiante para comenzar a construir una Kate mucho más personal que terminó de perfilarse con la maternidad. Sus tres hijos (George, Charlotte y Louis) la han llevado a identificarse con otras madres que sufren conciliando el trabajo con la familia, pero que cumplen con cada tarea que les demandan. Tras cualquiera de sus innumerables actos oficiales puede que se escape a hacer la compra en Waitrose, su supermercado habitual, el preferido por urbanitas de clase media y gusto por la comida saludable. O tal vez eche un vistazo en Zara para incrementar un armario no lujoso, pero sí bien abastecido: en 2021 se gastó alrededor de cien mil euros en ropa, según UFO No More, web especializada en estilismos de la realeza.

La impecable duquesa es a la vez la mujer que se emociona hasta las lágrimas en un acto por los caídos; quien besa en la mejilla y consuela a su suegro, el príncipe de Gales, durante el funeral de Felipe de Edimburgo; el incondicional apoyo de William y de la reina; la única sin tacha entre tanta afrenta familiar. En definitiva, una luz de esperanza en el futuro de la corona.