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El día en familia de Pablo Urdangarin: sus tiernas imágenes con su padre, sus tíos y su abuela
Parte del clan se desplazó hasta Guipúzcoa para verle jugar al balonmano
Los Urdangarin se han crecido ante la adversidad y, a pesar de las diferentes polémicas que han sacudido a la familia en los últimos meses, se han mantenido tan unidos como siempre. Así lo demuestran las últimas imágenes que se han hecho públicas, en las que se puede observar a buena parte del clan arropando a Pablo Urdangarin en uno de sus partidos de balonmano. Su padre, Iñaki; su abuela, Claire; y su tía, Clara, viajaron de Vitoria hasta Zarautz, en Guipúzcoa, para verlo jugar desde las gradascon la equipación del Barça, y después se reunieron todos en la puerta del pabellón.
Allí intercambiaron abrazos y muestras de cariño, haciendo gala de la unión y complicidad que hay entre ellos. Pablo Urdngarin se fundió con su padre durante un buen rato, y luego hizo lo propio con su abuela Claire. Juntos intercambiaron confidencias y un montón de sonrisas, que siempre vienen bien en momentos como los que ahora atraviesa la familia.
Después, aprovecharon el buen tiempo que el pasado fin de semana hizo en Zarautz y fueron paseando juntos hasta un restaurante en el que disfrutaron de una agradable comida.
No es la primera vez que Pablo Urdangarin es fotografiado junto a buena parte de su familia paterna. Este mismo verano, todos ellos fueron captados durante una divertida jornada de playa en la que también estuvieron presentes doña Cristina, Miguel e Irene Urdangarin. Una escena que, en el caso de la infanta, ahora se antoja improbable, teniendo en cuenta la “interrupción” del matrimonio formado por la hija de los Reyes Juan Carlos y Sofía e Iñaki Urdangarin.
Los hijos de doña Cristina mantienen un vínculo muy estrecho con la familia de su padre, y tanto Miguel como Irene Urdangarin aprovechan sus visitas a España desde Ginebra para reunirse con ellos. Diferente es la situación con sus parientes por parte de madre, con los que no trascienden a la opinión pública sus encuentros o reuniones.ç
Hace falta remontarse a varios años atrás para encontrar imágenes de los hermanos Urdangarin junto a sus primos, sus tíos e incluso sus abuelos maternos. Los veranos familiares en el Palacio de Marivent de Mallorca ya son cosa del pasado, y los paseos en yate por el Mediterráneo solo permanecen en su memoria. Teniendo en cuenta la situación actual, no parece probable que en el futuro se puedan repetir escenas como las de antaño, en las que los Borbones se dejaban ver como una gran familia feliz.
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