La salud de la princesa Charlène de Mónaco parece resentirse a la menor ocasión: ahora la esposa de Alberto de Mónaco ha dado positivo en Covid. Tras varios meses en Sudáfrica, donde tuvo que ser intervenida en varias ocasiones debido a una infecció laringológica, su regreso estuvo marcado también por su internamiento en una clínica de Suiza para recuperarse tanto física como mentalmente.

Finalmente, la exnadadora sudafricana regresó al Palacio de los Grimaldi el pasado mes de marzo. En los últimos días la hemos podido ver en público en varias ocasiones, casi siempre acompañada de sus mellizos, Jacques y Gabriella, de 7 años.

Primero fue en el E-Prix de Montecarlo, unos días después en el torneo de rugby de Santa Devota y finalmente en el Gran Premio de Montecarlo, donde se cree que podría haberse contagiado de coronavirus. El estado de Charlène “no resulta preocupante” según el comunicado emitido por el palacio principesco. Sin embargo, a los monegascos les preocupa que la princesa no esté del todo recuperada de sus problemas anteriores de salud. Ella misma afirmó en una reciente entrevista con “Monaco Matin” que su salud “es todavía frágil y no quiero ir demasiado rápido. El camino ha sido largo, difícil y muy doloroso”.

Tras aparecer los primeros síntomas de Covid, el pasado sábado, la princesa se hizo un test de antígenos que dio positivo. Ahora, la princes a ermanece aislada de la familia y de sus compromisos oficiales, para evitar el contagio a terceros.

Además de a graves problemas de salud, la sudafricana ha tenido que soportar durante mucho tiempo los rumores de su separación de Alberto de Mónaco. Por este movito, concedió una entrevista a la revista “Monaco Matin” en la que señalaba que  “me parece lamentable que algunos medios de comunicación difundan tales rumores acerca de mi vida o de mi relación”. “Alberto ha sido un enorme apoyo. Juntos hemos hablado sobre estos rumores y él ha hecho todo lo posible por protegernos a nuestros hijos y a mí”, sentencia a lo largo de su entrevista.